La reciente aprobación a las apuradas
del fracking por parte del Gobierno de Mendoza y la reacción social motivada
por la revelación de documentos oficiales que eran mantenidos en secreto por el
gobierno y dan cuenta de que ya en la primer experiencia se produjo
contaminación con hidrocarburos en aguas superficiales y subterráneas de la
cuenca del Río Atuel; ha generado un debate en diferentes ámbitos de la
sociedad, que evidentemente, gobierno, empresas y medios hegemónicos asociados,
quieren direccionar de manera engañosa y falaz, para evitar responder el punto
central de la cuestión: las nefastas consecuencias ambientales, sociales y
económicas del fracking en aquellos territorios y las comunidades que lo
habitan, así como de sus economías regionales.
La infografía es una síntesis de lo que es el fracking y sus riesgos ambientales.
Los puntos negros representan los riesgos de contaminación del fracking.
EL FRACKING Y LA
MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS HEGEMÓNICOS:
Que los medios hegemónicos (también
incorrectamente llamados medios masivos de comunicación) no informen de la
pueblada que está ocurriendo en Mendoza en contra de la aprobación del fracking,
o lo hagan de manera parcial y engañosa, o defiendan la actividad con
rebuscados floreos retóricos relativizando o negando sus consecuencias
nefastas, o critiquen al resto de la sociedad que no piensa como ellos, o
utilicen el argumento ad hominem para descalificarnos o insultarnos
infundadamente, sin responder al eje central del debate, o directamente
inventen noticias; es algo MUY OBVIO que no debería despertar sorpresa alguna,
más allá de la lógica indignación.
Estos medios son uno de los brazos
ejecutores de las corporaciones extractivistas para ingresar en nuestros
territorios, junto con el aparato comunicacional de los estados neocoloniales
asociados, generando contaminación social en la previa al ingreso de cualquier
mega-proyecto extractivo.
Además, conviene tener bien en claro
que los medios hegemónicos no son organizaciones sociales ni tienen un fin
benéfico para la sociedad, sino todo lo contrario: son empresas privadas cuyo
objetivo exclusivo y excluyente es el lucro comercial. La finalidad de sus
dueños es el recaudar dinero, por lo tanto, la información para ellos no es un
fin en sí mismo, sino una mercancía para incrementar sus ganancias, por ende,
harán todo lo que sea necesario para la prosecución de ese objetivo, sobre todo
en el marco del sistema capitalista que legitima el usufructo y la acumulación
indiscriminada en la sociedad contemporánea.
En Mendoza (como en todos lados) el
juego es muy claro: los medios hegemónicos o están pautados de antemano por las
corporaciones extractivistas o directamente sus dueños forman parte del negocio
del fracking:
- Grupo UNO: Radio Nihuil, Canal 7, Diario UNO, Diario El Ciudadano, Supercanal, FM Montecristo, Latinos, Ayer, etc. Sus dueños son Daniel Vila y José Luis Manzano, quienes a su vez poseen el 14% de las acciones de Petrolera El Trébol, la empresa que está haciendo fracking en Malargüe y ya contaminó las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca del Río Atuel. También son dueños de Edemsa, con lo cual son directos beneficiarios de los tarifazos que subsidian al fracking.
- Sitio Andino, FM andina, Andina TV, diario San Rafael y Canal 6 de San Rafael. Su dueño es Omar Álvarez, quien a su vez también participa de manera minoritaria en Petrolera El Trébol y Edemsa. Además de ello, es socio de Cristóbal López en la petrolera OIL (evasora de impuestos por 8 mil millones de pesos), dueña de concesiones petroleras en San Carlos, San Rafael y Malargüe, donde, recordemos, intentaron hacer fracking hace 4 años atrás y fueron frenados con un amparo en la justicia.
- Diario Los Andes: pertenece al Grupo Clarín (say no more).
- Diario MDZ y MDZ radio: pertenece a Osvaldo Terranova, dueño de Publicidad Sarmiento. O sea, sólo publica notas de quien le paga y solamente responde a los intereses de sus clientes, para quienes opera mediáticamente.
- Diario Mendoza Post y FM La Red Mendoza: Pertenece a Plataforma Digital S.A., su CEO es Carlos Ponce y es un desprendimiento del Grupo Terranova con los mismos fines y propósitos comerciales.
- Canal 9, Diario el Sol, Diario Jornada, Radio LV 10 y FM del Sol, entre otras: pertenecen al empresario Sigfredo Alonso, tiene un importante capital repartido en varios fondos comunes de inversión que aportan a empresas petroleras, mineras y sojeras. Tiene como socio a Raúl Olmos, dueño del multimedio Crónica y muy conocido por estar imputado en la mega-causa judicial conocida como la mafia de los medicamentos, cuando era gerente administrador de la obra social de la UOM de Antonio Caló.
Además de estos grupos, hay una serie
de medios locales menores (principalmente FM y portales web), tanto en el Gran
Mendoza y San Rafael, como en el resto de las localidades de la provincia, que
también están subordinados o ligados comercialmente a aquellos o que reciben
pauta de empresas y gobierno con estos fines.
Como verán, los medios hegemónicos no
son sociedades de beneficencia y no están al servicio del bien común, así que
no esperen de ellos información verídica o imparcial respecto del conflicto por
el NO al fracking en Mendoza, o que no esté teñida de intencionalidad en favor
de los intereses corporativos particulares a los cuales responden o son
funcionales.
Los que debemos informar a la sociedad
sobre lo que es el fracking, sus consecuencias, lo que representa y lo que está
pasando en Mendoza con el rechazo masivo de la población, somos nosotres (de
manera independiente y colectiva), nadie más.
LOS NEGOCIOS DEL GRUPO VILA-MANZANO CON EL FRACKING
El entramado de empresas off-shore radicadas en paraísos fiscales que conforman Petrolera el Trébol fue revelado en los informes Panamá Pappers y Paradise Pappers. Al mismo tiempo, como el empresario local Sigfredo Alonso (Multimedio Canal 9-El Sol y LV 10) está enfrentado al Grupo Vila-Manzano por asuntos comerciales, ha publicado en sus medios distintos informes reveladores en este sentido. A la derecha sus dueños: José Luis Manzano y Daniel Vila.
ATENTI CON LOS QUE CHAPEAN PARA CHAMUYAR A FAVOR DEL FRACKING:
De todos los medios hegemónicos
involucrados en el negocio del fracking en Mendoza, evidentemente el más
interesado el Grupo Vila Manzano, propietario del Grupo Uno-América,
actualmente el segundo grupo multimediático más grande de Argentina (después
del Grupo Clarín) que aglutina alrededor de 50 medios radiales, televisivos,
gráficos y digitales de todo el país. Los dueños de este grupo son Daniel Vila
y José Luis Manzano, quienes vienen incursionando en el rubro petrolero y
energético desde hace unos años, adquiriendo empresas o creando nuevas.
Daniel Vila es conocido por ser actualmente dueño
de la ex-Estancia San Isidro, una propiedad que anteriormente era fiscal y
debía haber sido declarada área natural protegida por una ley provincial hoy
derogada, antiguamente de libre acceso y conocida por sus numerosos atractivos
naturales, como la Cascada de San Isidro y la Pampa de los Ñangos, que
lamentablemente terminó en manos de este señor para erigir allí su paraíso
privado. Conocida es también una disputa judicial de este señor con la
Universidad Nacional de Cuyo, por tierras públicas que pretende apropiarse para
incorporar a su barrio privado Dalvian.
José Luis Manzano fue Diputado Nacional por el Partido
Justicialista, fue fundador de la corriente interna Renovación Peronista, que
llevó a la presidencia a Caros Menem, de quien fue Ministro del Interior de la
Nación. Durante su paso por la función pública su patrimonio personal creció
exponencialmente, acumulando numerosas denuncias de corrupción por malversación
de fondos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y evasión impositiva por un
monto total de 400 millones de dólares, ninguna de las cuales prosperó en la
justicia, como pasa siempre con los ladrones de guante blanco, siendo el de
José Luis Manzano uno de los casos más paradigmáticos en este sentido,
reflejado en el célebre libro "Robo Para la Corona" de Horacio
Vervitsky. Actualmente este ex-político multimillonario tiene por fuera del
holding Uno empresas en los rubros construcción, indumentaria, vitivinícola,
consultoría financiera internacional y una gran cantidad de tierras en Tupungato,
su lugar de origen. También fue socio comercial de Jorge Mas Canosa (empresario
cubano disidente que aportaba dinero del lavado a sus empresas a través de
fidelcomisos ciegos) y de Raúl Moneta (el empresario al cual el Gobierno de
Mendoza le entregó los bancos provinciales y luego los fundió llevándose al
exterior todo su dinero, hoy imputado en la causa Ciccone).
Los negocios de Vila y Manzano en el
rubro de los hidrocarburos arrancan en 2004, con la creación de la empresa
Ketsal S.A. Esta empresa nueva, con un capital de 12.000 pesos y sin ningún
tipo de experiencia en el rubro petrolero se quedó con 7 de las 11 áreas
licitadas en la gestión de Celso Jaque,
en sociedad con la corporación suiza Kilwer (que después terminó comprando), para lo cual fueron flexibilizadas las
condiciones en medio del proceso licitatorio, a fin de que quedaran afuera consorcios nacionales e
internacionales más grandes y experimentados. Ninguna de ellas fue puesta en producción y algunas de
estas áreas fueron transferidas a YPF, en una
maniobra fraudulenta que implicó 17 millones de dólares, en 2011, cuando YPF estaba
controlada por el Grupo Petersen, de la familia Esquenazi. De todas ellas, la
única que actualmente opera es Chachahuen, que hoy es el área de mayor
producción convencional de toda la provincia de Mendoza y está siendo operada por
YPF, con participación minoritaria en las ganancias del trío Vila-Manzano-Álvarez.
El yacimiento Chachahuén presenta además posibilidad de extracción mediante
fracking, una vez que el petróleo convencional se agote, ya que la Formación
Vaca Muerta pasa por debajo de toda la zona donde actualmente está extrayendo.
La sociedad comercial entre YPF y el
Grupo Vila-Manzano fue ratificada con posterioridad, en 2013, a través de un
acuerdo secreto entre ambas firmas, suscripto por las empresas "YPF USA
Service Corp" e "YPF Exploration & Production" asentadas en
el paraíso fiscal de Delaware (EEUU) y que tienen domicilio asentado en las
mismas oficinas que el fondo buitre Paul Singer y la filial del Grupo Clarín en
EEUU.
Mientras tanto, de la fusión de Ketsal
y Kilwer surge en 2010 la corporación Andes Energía, con sede en Londres. La
chapa de esta empresa pertenecía originalmente al empresario sanrafaelino Omar
Álvarez, quien a su vez era dueño del 40% de Edemsa (la empresa distribuidora
eléctrica de Mendoza). Álvarez a su vez es socio minoritario de Cristóbal
López en Oil Combustibles
en un área de exploración hidrocarburífera. Esta firma actualmente está en
convocatoria de acreedores y en la mira de la justicia por una evasión
multimillonaria. También es dueño de medios de los grupos San Rafael y Sitio
Andino, este último ejerce un importante lobby corporativo en favor de la
megamienría y el fracking a través de su línea editorial y sus notas
tendenciosas.
Vila y Manzano compraron Andes Energía
y Edemsa, quedando Álvarez como socio minoritario con un porcentaje muy bajo. A
su vez, Vila y Manzano empezaron a tejer un
entramado de numerosas empresas off-shore radicadas en paraísos fiscales, a fin de conseguir inversores para
Andes Energía y poder canalizar el flujo de divisas sin ser controlados ni
alcanzados por los agentes impositivos estatales de los países involucrados en
sus transacciones comerciales.
Después de esta adquisición, Andes
Energía ingresa al Council of Americas (Consejo de las Américas o AS-COA por
sus siglas en inglés), una organización creada por David Rockefeller en 1965 para
defender los intereses corporativos de las empresas privadas norteamericanas en
todo el mundo, hoy
dirigida por los CEOs de Barrick, Monsanto y Chevron. A esta organización
adhieren también grandes grupos privados argentinos (Clarín, PAE, Techint,
Panedile, Pampa Energía, IRSA, etc.), las empresas "nacionales" YPF y
Banco Nación y casi todos los partidos políticos, que le rinden pleitesía antes de cada
elección.
Luego, en 2015 el grupo Vila-Manzano,
a través de Andes Energía, se asocia al holding suizo Mercuria Energy
(actualmente una de las corporaciones petroleras más grandes del mundo), quien
se presenta en argentina bajo el nombre de Petrolera El Trébol, la cual a su
vez va comprando activos de otras empresas. El ejemplo más notable de estas
adquisiciones es la de Chañares Herrados, empresa fundida por una gran cantidad de juicios en su
contra y multas por contaminar, que curiosamente luego de ser comprada por
éstos consigue una recontratación del Gobierno de Mendoza de áreas a punto de
ser revertidas, en una maniobra que ha despertado
muchas sospechas. En
Petrolera El Trébol, la participación accionaria de Vila y Manzano es del 14%
aproximadamente.
En setiembre de 2017, Petrolera El Trébol y Andes Energía se
fusionan para crear una nueva corporación, denominada Phoenix Global Resources, también con sede el Londres, de la
cual Mercuria es dueña del 75% y el grupo Vila-Manzano del 25% restante,
manteniendo el ya mencionado entramado de empresas off-shore radicadas en
paraísos fiscales. A esta altura, las concesiones petroleras de este grupo
abarcan las provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Al día de hoy, las concesiones
petroleras siguen a nombre de El Trébol, siendo ésta la empresa a la que se le
autorizó a hacer fracking por primera vez en Mendoza y en cuya primera prueba
"experimental" ya contaminó las aguas superficiales y subterráneas de
la Cuenca del Río Atuel.
Actualmente, el Grupo Vila Manzano está interviniendo en otras empresas
petroleras para presentarse en las nuevas licitaciones de áreas petrolíferas, llevadas a cabo por el Gobierno de
Mendoza, estas son Greco y Guillén Oil Services y la UTE conformada por Selva
María e Integra Oil.
El grupo Vila-Manzano es a Mendoza lo
que el Grupo Clarín a la República Argentina, con la diferencia que los locales
amasaron una fortuna similar en 5 veces menos tiempo. Desde hace al menos 20
años gobiernan en las sombras la Provincia de Mendoza, bajando línea respecto
de las grandes decisiones que han tomado las diferentes gestiones de gobierno,
todas en sintonía con sus intereses privados particulares.
El entramado de empresas off-shore radicadas en paraísos fiscales que conforman Petrolera el Trébol fue revelado en los informes Panamá Pappers y Paradise Pappers. Al mismo tiempo, como el empresario local Sigfredo Alonso (Multimedio Canal 9-El Sol y LV 10) está enfrentado al Grupo Vila-Manzano por asuntos comerciales, ha publicado en sus medios distintos informes reveladores en este sentido. A la derecha sus dueños: José Luis Manzano y Daniel Vila.
ATENTI CON LOS QUE CHAPEAN PARA CHAMUYAR A FAVOR DEL FRACKING:
Quienes hablan en favor del fracking o
la megaminería y hacen lobbying para las corporaciones, usando sus pergaminos
como argumento excluyente de sus conceptos deliberadamente falsos y como excusa
para descalificar el saber popular u otros saberes diferentes al suyo o al del
sentido común, lo hacen desde la deshonestidad intelectual. El hecho es más
evidente cuando lo hacen en tono imperativo y subestimando la inteligencia del
otro (falacia ad baculum). Ni hablar cuando apelan al
comentario peyorativo, la descalificación o el insulto, como herramienta
retórica para eludir por la tangente el meollo del asunto; que no es otra cosa
que lo que en filosofía se conoce como "argumento ad hominem".
La desconfianza popular en el modelo
extractivista no es exclusivamente técnica ni científica (la construcción del
conocimiento tampoco lo es), también es una cuestión social, cultural, política
e ideológica, pues la imposición de los planes devastadores de las
corporaciones son política de estado de todos los gobiernos de turno presentes
y pasados, modalidades a las que nos oponemos primero desde el derecho a la
autodeterminación de los pueblos y luego por todo lo que sabemos de antemano
respecto de las consecuencias ambientales, sociales y económicas de ese tipo de
explotaciones para las comunidades locales y sus economías regionales. Además,
es una cuestión legal: el Principio Precautorio está perfectamente establecido en la
ley y es obligación del estado y la justicia respetar los derechos de
incidencia colectiva, por encima de los intereses privados particulares.
Conviene mencionar además, que las consecuencias
negativas del fracking, más allá de la técnica de la modalidad extractiva, son
de tipo ambientales, ecológicas, sociales, culturales, políticas, económicas y
de planificación y ordenamiento territorial, así como también están
involucradas cuestiones jurídicas, legales, antropológicas e ideológicas; con
lo cual difícilmente un ingeniero en petróleo tenga la formación académica
necesaria para abordar con profesionalismo una o más de estas temáticas, que
por cierto, están todas fuera de sus incumbencias profesionales. La propia
legislación ambiental plantea que el enfoque para el análisis del impacto
ambiental de cualquier actividad o explotación debe ser multidisciplinario...
A PROPÓSITO DE PERGAMINOS ¿Y POR CASA CÓMO ANDAMOS?
Vamos a recordar que los funcionarios
de gobierno de las áreas a cargo del control ambiental de la actividad NO
tienen ni títulos académicos ni experiencia en materia de gestión ambiental ni
tampoco idoneidad para asumir estas responsabilidades.
Humberto Mingorance es Secretario de Ambiente de Mendoza, su título es licenciado en diseño gráfico, no tiene ningún tipo de formación académica en las ciencias ambientales, sus antecedentes como funcionario público hay que buscarlos en la Municipalidad de Godoy Cruz donde nunca ocupó un cargo vinculado al ambiente, ya que era el Secretario de Gobierno del entonces intendente Alfredo Cornejo (hoy gobernador). Tampoco tiene antecedentes vinculados a las cuestiones ambientales en la actividad privada. El único profesional idóneo en materia ambiental que tuvo dentro de su repartición ocupando un cargo importante fue Eduardo Sosa, de larga experiencia en la ONG Oikos, quien fue forzado a renunciar, precisamente por la modalidad que eligió Mingorance para dar vía libre al fracking en Mendoza, de cuya aprobación, Eduardo Sosa se enteró a través de los medios...
Humberto Mingorance es Secretario de Ambiente de Mendoza, su título es licenciado en diseño gráfico, no tiene ningún tipo de formación académica en las ciencias ambientales, sus antecedentes como funcionario público hay que buscarlos en la Municipalidad de Godoy Cruz donde nunca ocupó un cargo vinculado al ambiente, ya que era el Secretario de Gobierno del entonces intendente Alfredo Cornejo (hoy gobernador). Tampoco tiene antecedentes vinculados a las cuestiones ambientales en la actividad privada. El único profesional idóneo en materia ambiental que tuvo dentro de su repartición ocupando un cargo importante fue Eduardo Sosa, de larga experiencia en la ONG Oikos, quien fue forzado a renunciar, precisamente por la modalidad que eligió Mingorance para dar vía libre al fracking en Mendoza, de cuya aprobación, Eduardo Sosa se enteró a través de los medios...
Miriam Skalany es Directora de Protección ambiental,
su título es Ingeniera en Petróleo, tampoco tiene formación académica en las
ciencias ambientales, ni antecedentes en cargos importantes en reparticiones
vinculadas a la protección ambiental, aunque se desempeñó como técnica
profesional en otras reparticiones, vinculadas a la actividad petrolera.
También tiene antecedentes en la actividad privada en empresas petroleras, pero
nunca en cuestiones vinculadas al ambiente. Evidentemente su perfil da más para
un cargo en alguna repartición de la Subsecretaría de Energía y Minería, por
ejemplo, sin embargo la pusieron ahí, donde debería haber un idóneo o académico
en cuestiones ambientales, no una ingeniera en petróleo.
Evidentemente, el Gobierno de Mendoza
no tiene la más mínima intención de priorizar la cuestión ambiental; y con
estas designaciones de personas sin formación específica ni experiencia e idoneidad
en esas disciplinas, a la cabeza de los ámbitos ambientales de la estructura
verticalista del Estado Provincial, pone de manifiesto la intencionalidad de
avanzar sin ningún tipo de miramientos.
A propósito, también vamos a mencionar
que el actual Director de Petróleo, dependiente de la Subsecretaría de Energía
y Minería (cargo que debería estar ocupado por alguien con el perfil de Miriam
Skalany), es Santiago Fernández, ingeniero industrial, que al momento
de asumir no tenía ningún antecedente en la función pública y tampoco ningún
antecedente en la actividad privada relacionada con la extracción de
hidrocarburos o su procesamiento industrial. Con esto también queda claro que
el colocar funcionarios sin la formación académica afín a su responsabilidad ni
la idoneidad específica de sus funciones, en cargos clave de la Estructura del
Estado, resulta ser una constante en todos los ámbitos y reparticiones, en
todas las gestiones de gobierno y particularmente evidente en la de Alfredo
Cornejo.
UNA MÁQUINA DE EMITIR DOCUMENTOS PÚBLICOS SIN RESPALDO TÉCNICO-CIENTÍFICO
Conviene recordar, además, que la
Dirección de Protección ambiental (y el organismo que lo antecedió en sus
atribuciones: la Dirección de Control y Saneamiento Ambiental) desde su
creación a comienzos de los años '90s hasta el día de hoy (casi 30 años),
aprueba todo tipo de emprendimientos y/o explotaciones, mencionando en todas
las resoluciones que firma su titular, que "no se supera la capacidad de
carga del ecosistema".
Al respecto, resulta menester aclarar
que el concepto de "capacidad de carga del ecosistema" es
estrictamente técnico y científico, consecuentemente tiene una metodología
específica para determinarlo, en el marco de las ciencias biológicas.
Sin embargo, en ningún expediente de
la Dirección de Protección ambiental existe estudio alguno respecto de la
medición de la capacidad de carga de los ecosistemas donde se llevan a cabo los
emprendimientos o explotaciones que la esta repartición aprueba por resolución.
Las matrices de impacto ambiental que
presentan los proponentes o que elaboran los propios organismos del estado se
centran en los propios proyectos y no en el ambiente ni ninguno de sus
componentes, los que son mencionados de manera genérica y sin el respaldo
empírico correspondiente verificado en terreno, cuestión que se puede comprobar
tomando cualquier expediente que aprueba la DPA. Menos aún se consideran en
estas evaluaciones la supuesta capacidad de carga del ecosistema que dicen haber
evaluado.
Tampoco se evalúa en ningún caso el impacto
sinérgico de todos los emprendimientos y/o explotaciones existentes en el
entorno de un proyecto. No lo hacen ni los proponentes ni el Estado. Así por
ejemplo se aprobaron miles de pozos petroleros en distintos puntos de la
Provincia de Mendoza, como hechos individuales, siendo por este motivo pasibles
de tramitarse por vía rápida, sin cumplir el procedimiento de Evaluación de
Impacto Ambiental ni Audiencia Pública, exigidas por la Ley Nacional 25675 y la
Ley Provincial 5961. Un ejemplo de esto es el caso del Yacimiento El Corcobo
(área de Concesión Chachahuén), donde hay miles de pozos petroleros uno al lado
del otro, en un ambiente que años atrás se presentaba con sus características
naturales con baja alteración y hoy es una de las zonas más depredadas de la
Provincia, hecho que puede verificarse por ejemplo viendo esta zona en Google
Earth. Con esta modalidad de trámite express también pretenden dar vía libre al
fracking, avalada por el decreto 240/2018, creando un atajo administrativo para
aprobar esta técnica extractiva de manera abiertamente ilegal, por contrariar
la normativa mencionada.
El Gobierno de Mendoza no tiene un
inventario de biodiversidad y ni siquiera exige a los proponentes de los
proyectos que elaboren una línea de base, con lo cual es imposible que se pueda
determinar la supuesta capacidad de carga del ecosistema, que suscriben en los
documentos públicos, así como sus alteraciones posteriores. Estamos aquí
entonces ante una apreciación subjetiva y sin el más mínimo respaldo empírico,
por parte del Gobierno de Mendoza, de un concepto que es eminentemente técnico,
modalidad que los responsables de velar por el cuidado del ambiente han tomado
como sistemática a lo largo de décadas. Después salen a decir que los
fundamentalistas somos nosotres...
CONFLICTO DE INTERESES Y SIMULACROS DE CONTROL
En más de una oportunidad hemos
denunciado en públicamente los conflictos éticos generados por la
incompatibilidad de funcionarios o técnicos de organismos del estado o
instituciones que al mismo tiempo tienen intereses particulares en la actividad
privada.
El caso de estos funcionarios resulta
por cierto sospechoso, no porque puedan estar directamente vinculados a la
actividad privada en algún rubro del extractivismo, pero sí por el ya
mencionado hecho de ponerlos en funciones para las cuales no tienen ni
formación académica específica ni idoneidad o experiencia en la temática.
No obstante hay casos más concretos en
las instituciones que se dedican a la formación e investigación. El caso del Vice-Decano de la UTN regional
Mendoza, Ricardo Fuentes,
es el más evidente, ya que al mismo tiempo este señor es consultor profesional de la Petrolera
El Tébol (la empresa
que hizo el "experimento" de fracking en el sur mendocino, donde al
poco tiempo se descubrió la contaminación), así como representante de la misma ante
organismos del estado e instituciones
(Gobierno de Mendoza e Instituto Argentino del Petróleo y el Gas). Recordemos
que la UTN regional Mendoza, actualmente tiene fusionado su laboratorio con el
del Departamento General de Irrigación, organismo responsable de controlar la
calidad del agua de Mendoza.
En este, como en otros casos, está
demostrado con estos hechos públicos y notorios, que el Estado no puede
mantener independencia de las corporaciones extractivistas a las que debería
estar controlando.
Las estructuras superfluas y obsoletas
de control del estado (que tanto se jactan los funcionarios de afirmar que
serán estrictos) van en el mismo sentido: actualmente la Dirección de
Protección sólo tiene 9 inspectores para controlar miles de pozos petroleros en
toda la provincia. Ninguno de estos inspectores tiene asiento de funciones en
las áreas petroleras, por lo tanto deben tramitar viáticos y movilidad para
trasladarse cientos de kilómetros, dinero que el Estado retacea de manera
sistemática como parte del ajunste fiscal vigente. Conocido es que en cualquier
repartición pública tramitar viáticos es un engorro supremo. Por esta misma
razón, las inspecciones son "express" y en la mayoría de los casos se
recoge la información brindada por las propias empresas controladas, sin
verificar in situ como corresponde.
En una actividad tan intensiva e
impactante como la hidrocarburífera que requiere de controles sistemáticos y
permanentes, estaría bueno que el gobierno de Mendoza explique cómo es que hace
con tan sólo 9 inspectores para controlar miles de pozos petroleros. La cuenta
no da ni siquiera para que una vez por año inspeccionen in situ todos y cada
uno de los pozos petroleros e instalaciones actualmente en actividad. Tampoco
da para que al menos una vez al año le echen un vistazo a todos y cada uno de
los expedientes vinculados a estos. Si ya es así con la actividad petrolera
convencional, resulta imposible imaginarse qué puede ser diferente con el
fracking.
Desde el punto de vista de los hechos concretos,
si tenemos funcionarios en los ámbitos de decisión del estado con intereses
particulares directos en la actividad privada y estructuras de control ínfimas:
¿De qué controles nos están hablando?¿Con qué seriedad o sustento hablan de
controlar el fracking o es (como pensamos) tan sólo un discurso de marketing
político?
En la imagen se observa una foto satelital extraída de del portal bing-maps que nuestra la zona del área de explotación petrolífera Chachahuén, en el sector correspondiente a El Corcobo, concesionada a Ketsal-Kilwer, del Grupo Vila-Manzano (hoy Andes Energía y en proceso de fusión con Petrolera El Tébol); y explotada por YPF, mediante un acuerdo comercial, en el cual la petrolera de bandera se queda con el 70% de la renta productiva y el resto se lo reparten entre Daniel Vila, José Luis Manzano y Omar Álvarez.
En esta zona hasta el día de hoy toda la explotación es convencional, más allá de que al principio se efectuó estimulación hidráulica, pero siempre en rocas de formaciones con hidrocarburos convencionales y actualmente es el área más productiva de la provincia. No obstante, por debajo de toda esa zona productiva pasa la Formación Vaca Muerta, con lo cual es susceptible de ser aplicado el fracking cuando el petróleo convencional se agote.
Desde el punto de vista ambiental, se trata de la mayor depredación del medio natural de la historia de Mendoza, puesto que esa extensa región se encontraba con sus condiciones naturales medianamente conservadas hasta hace 10 años atrás y hoy es el impacto humano de la provincia de Mendoza más visible desde el espacio.
Tan sólo dentro de la imagen hay alrededor de 750 locaciones petroleras, no pudiéndose determinar con esta herramienta si hay uno o más pozos en cada una. En teoría cada una debería tener su expediente con su correspondiente estudio de impacto ambiental y audiencia pública (cosa que no puede corroborarse de ninguna manera en los hechos concretos), debiendo existir además una evaluación ambiental estratégica del conjunto de toda esa explotación y sus instalaciones (caminos, redes eléctricas, distribución de agua, ductos, tanques o depósitos, etc.), tal como lo exige el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial. Desde ya, nada de esto existe, más que una aprobación mediante el trámite abreviado de "Aviso de Proyecto" para lo que, reiteramos, es el impacto ambiental más grande en toda la historia de Mendoza.
Si hablamos de controles y en el hipotético caso que éstos se hicieran de manera sistemática en el terreno, los tan sólo 9 inspectores de la Dirección de Protección Ambiental (si es que tuvieran la disponibilidad vehicular, de combustible y de viáticos) tardarían un año en viajar una vez por semana ida y vuelta los 800 km. que separan ese lugar de la capital de Mendoza (donde todos tienen lugar de asiento de funciones), visitar cada una de esas 750 locaciones, verificar in situ que en cada una todo esté funcionando correctamente y a su regreso confeccionar los informes correspondientes de cada una para que sean adjuntados a sus respectivos expedientes. Eso sí: descartando de antemano cualquier tipo de monitoreo de flora, la fauna, aire, agua y suelo, que llevaría mucho más tiempo y que desde ya, nunca se hizo ni se está haciendo específicamente en ese lugar.
¿Se dan cuenta por qué no creemos en la promesa de controles estrictos al fracking (que es una actividad de mayor impacto que la extracción convencional), teniendo en cuenta que además para aprobarlo están eligiendo la vía de la simplificación administrativa, obviando el estudio de impacto ambiental y la audiencia pública?
NO RESISTEN NI UN ARCHIVO...
El gobierno de Mendoza en general y la
Unión Cívica Radical provincial en particular, se muestran muy verticalistas en
el hecho de obligar a que todos los dirigentes se encolumnen dentro de la
postura oficial pro-fracking, sin dar lugar al disenso bajo ningún punto de
vista. Hay un hecho concreto que avala esto y es que del lado del gobierno sólo
han opinado los funcionarios de más alto rango y algunos dirigentes
importantes, pero no lo han hecho los técnicos o profesionales de los
organismos correspondientes, más allá de que en algún dictamen dentro de los
expedientes haya varias firmas.
El Gobierno de Mendoza ha apelado a la
estructura del propio partido de la UCR para intentar un disciplinamiento
monolítico, al punto que está promoviendo disertaciones de los funcionarios
Humberto Mingorance y Emilio Guñazú publicitando la simbología partidaria,
siendo que el segundo de los mencionados no es afiliado...
El otro punto a destacar es que
quienes hoy son funcionarios o legisladores oficialistas, hasta hace 2 años y
medio, cuando eran oposición, tenían un pensamiento completamente diferente.
Tal es el caso del actual intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, que
cuando era diputado opositor presentó un proyecto de ley para prohibir el
fracking en Mendoza (Expediente Legislativo 64605/2013-D), el cual además llevaba la firma de
los también entonces diputados Omar Sorroche (hoy funcionario del área de
ambiente) y Martín Kerchner (hoy ministro del área a cargo de la actividad petrolera
de la provincia) en sus dictámenes de comisión. Este proyecto fue presentado
públicamente por los mencionados en varios actos políticos proselitistas.
Nobleza obliga que no obstante lo
anterior, Martín Kerchner cuando era diputado opositor, fue parte del escándalo
generado por el corruptour a Macedonia, pagado por Minera San Jorge.
Desde ya, la hoy oposición no está
exenta de tener el mismo tipo de virajes políticos, pero a la inversa. Este
tema no es la excepción, ya que conviene no olvidar nunca que el acuerdo
secreto YPF Chevron se suscribió durante el gobierno de Cristina Fernández y
que la aprobación en el Congreso de las leyes que lo avalaban fue con la
mayoría de que disponía en ese entonces la actual oposición, instancias que se
llevaron a cabo echando mano a la censura, la persecución ideológica y sobre
todo la represión y criminalización de la protesta social, tal como está ocurriendo
actualmente.
Nunca más apropiado para definir a
estos políticos veletas la célebre frase de Grucho Marx que precisamente los
parodiaba: "Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros".
EL GOBIERNO MIENTE
El Gobierno de Mendoza (devenido en vocero de las corporaciones a las que debería controlar) a través de su aparato comunicacional y por los medios hegemónicos se ha encargado de difundir conceptos erróneos. Hemos elegido algunos, los más difundidos e infundados, para analizarlos y refutarlos con argumentación empírica. Desde ya, este compendio no es completo ni presenta un orden de prioridad.
MENTIRA 1: El fracking es una técnica
segura
Existen numerosas publicaciones científicas, estudios técnicos, libros, investigaciones periodísticas y testimonios de gente afectada y de ex-empleados de empresas petroleras que dan cuenta de los efectos devastadores del fracking en aquellos territorios donde se implementa. Basta que el lector realice una búsqueda en internet y no se trata de información falsa ni desactualizada, sino de publicaciones especializadas y avaladas por instituciones científicas del propio sistema. En el caso de quienes nos movilizamos en contra del fracking, las pruebas que tienen más valor empírico son los testimonios de personas afectadas.
Existen numerosas publicaciones científicas, estudios técnicos, libros, investigaciones periodísticas y testimonios de gente afectada y de ex-empleados de empresas petroleras que dan cuenta de los efectos devastadores del fracking en aquellos territorios donde se implementa. Basta que el lector realice una búsqueda en internet y no se trata de información falsa ni desactualizada, sino de publicaciones especializadas y avaladas por instituciones científicas del propio sistema. En el caso de quienes nos movilizamos en contra del fracking, las pruebas que tienen más valor empírico son los testimonios de personas afectadas.
En contraposición a ello, si el lector
realiza una búsqueda respecto de que el fracking es una técnica segura, lo
único que va a encontrar son publicaciones de las empresas que lo llevan a cabo
y de los gobiernos que los autorizan, pero no encontrará publicaciones
científicas o técnicas independientes a la actividad que puedan acreditar que
se trata de una modalidad extractiva exenta de riesgos.
Desde ya, tampoco encontrará ninguna
publicación científica o técnica que acredite su eficiencia energética y
económica, salvo los balances de las empresas que son subsidiadas para llevarlo
a cabo y que no se hacen cargo de sus cuantiosas externalidades.
Algo que tampoco el ciudadano de a pie
puede constatar son los detalles que dan los funcionarios sobre la técnica del
fracking y sus supuestas medidas de seguridad. Al respecto, resulta imposible
verificar in situ
- si se están adoptando las medidas de seguridad que dicen que van a aplicar.
- el estado de las instalaciones y sobre todo las perforaciones en profundidad.
- si se producen o no derrames en superficie o en profundidad
- para donde van las fracturas cuando se inyecta la mezcla de agua con químicos y arenas a alta presión
- si las fracturas alcanzan o no niveles freáticos, fallas geológicas o cualquier otra cavidad interna que pueda dar lugar a la despresurización y/o migración del fracturante y los hidrocarburos
- cuántos y cuáles químicos se usan, ya que sus fórmulas son mantenidas en secreto como estrategia comercial de las empresas petroleras
- dónde son dispuestas las aguas de formación y la mezcla fracturante sobrante o que retorna a superficie, etc, etc...
En síntesis, No se puede verificar en
una explotación no convencional nada de lo que dicen los funcionarios, pues el
ciudadano de a pie no tiene ninguna manera de comprobar si lo que dicen es
verdad.
Los funcionarios pretenden que la población
confíe en informes que no están exentos de poder ser dibujados, en controles
que materialmente serían imposibles de llevar a cabo (como vamos a demostrar
más adelante) y sobre todo en procedimientos donde en todo momento se procura
la simplificación administrativa y eludir cualquier instancia que implique la
participación ciudadana (Evaluación de Impacto Ambiental, Audiencia Pública,
etc.)
MENTIRA 2: El fracking se hace en Mendoza desde hace 50 o 60 años
MENTIRA 2: El fracking se hace en Mendoza desde hace 50 o 60 años
Esta es una de las mentiras más
difundidas por las publicidades falsas del Gobierno de Mendoza y se basa en una
afirmación cargada de deshonestidad intelectual, ya que hay profesionales de la
actividad que la avalan.
La técnica extractiva del fracking
(tal como actualmente se lleva a cabo en donde haya sido permitido y tal como
se pretende implementar en Mendoza) se realizó por primera vez de manera
comercial en 1998,
por parte de la empresa Mitchell Energy, en el yacimiento Barnett Shale de
EEUU. El dueño de esta firma (ya fallecido), George Mitchell, es considerado el
inventor del fracking.
El Gobierno de Mendoza pretende
confundir de manera a la opinión pública, diciendo que el fracking se hace en
Mendoza hace 50 o 60 años, queriendo hacerle creer que la recuperación
secundaria de yacimientos convencionales o su estimulación hidráulica es lo
mismo que el fracking, que se lleva a cabo únicamente en yacimientos no
convencionales.
Conviene recordar que en los
yacimientos convencionales el petróleo se encuentran alojados en reservorios
constituidos por rocas porosas de alta permeabilidad, donde ha quedado
entrampado y puede ser extraído simplemente llegando hasta el centro de la
formación que lo contiene. Cuando el reservorio se está agotando, se aplica la
recuperación secundaria, que consiste en fracturar con agua de purga inyectada
a presión, la roca de la formación para extraer lo que queda.
Las rocas de las formaciones
convencionales son permeables y no consolidadas, por lo tanto la escala de la
fractura no tiene relación en proporción con las que se realizan para hacer
fracking en formaciones no convencionales. Tampoco se emplea agua pura con
químicos y arenas silíceas, como en esta modalidad extractiva, sino que se
realiza exclusivamente con agua de purga, que es la misma que sale con el
petróleo convencional cuando es extraído, la que mediante esta operación es
vuelta a reinyectar a las formaciones de donde fue extraída. Por eso, no son lo
mismo ni las técnicas "per sé", ni los insumos que emplean en ambos
casos, ni la escala de las explotaciones bajo cada una de estas modalidades.
MENTIRA 3: El fracking está prohibido
en lugares que no tienen reservorios no convencionales
Esta es una de las mentiras más
inconsistentes del Gobierno de Mendoza: basta con superponer los mapas de los
países donde el fracking está prohibido y el de las reservas de HCN, para
desmentir esta afirmación.
El caso más evidente es el continente
europeo, donde de los 17 países que han prohibido el esta modalidad extractiva
tan sólo uno no tiene reservas de HNC.
Las prohibiciones o restricciones en
Europa, están vigentes en Bulgaria, Rumania, República Checa, Polonia,
Alemania, Austria, Suiza, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, Escocia,
Gales, Irlanda, Irlanda del Norte, Suecia y Noruega.
En el caso de las restricciones, se
trata de moratorias (suspensiones transitorias o por tiempo indefinido) o
declaraciones de inviabilidad económica, esto quiere decir que esos países
tienen claro que el fracking tiene una tasa de retorno energético menor a 1 y
por lo tanto no es rentable y no están dispuestos a subsidiar las ganancias de
las corporaciones petroleras, como ocurre en Argentina.
También se ha prohibido esta técnica
en varias jurisdicciones de EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica:
en la totalidad los casos hay reservorios de HNC.
En las provincias argentinas de Entre
Ríos y Santa Fe hay leyes provinciales que prohíben el fracking. Según los
mapas de HNC de YPF también hay reservorios no convencionales en esas
provincias, de hecho en Entre Ríos ya se había empezado a hacer exploraciones.
No existe ningún impedimento legal
para que Mendoza sea declarada libre de fracking, con una ley que lo
expresamente prohíba en todo el territorio provincial. El listado total de lugares en el
mundo donde está prohibido el fracking puede verse acá.
Con tan solo superponer los mapas de los países que prohibieron el fracking con el de las reservas de HNC se desmiente esta falacia. La mayoría de los países que lo prohibieron están en Europa occidental. El primer país en prohibirlo en el mundo fue Bulgaria que tiene una cuenca shale que lo abarca por completo; y así con todos los otros que luego lo prohibieron, declararon moratoria o lo declararon inviable por no estar dispuestos a subsidiar las ganancias de las corporaciones. De los 17 países que prohibieron el fracking en Europa, el único que no tiene reservas de HNC es Suiza.
MENTIRA 4: El fracking sólo consume
agua de formación, es muy poca el agua que se toma del sistema.
Como se sabe, el fracking emplea una
mezcla de agua con químicos y arenas silíceas, que se prepara antes de inyectar
a los pozos. Estas mezclas deben tener una composición exacta en las
proporciones de cada químico, las cuales pueden variar de acuerdo a la
formación que se va a fracturar, la composición de sus rocas, a los
hidrocarburos que se van a extraer e incluso a las bacterias que puedan estar
presentes en profundidad. Con esto queda claro que el agua a emplear debe tener
una composición conocida, preferentemente con escasa presencia de sales, para
que las fórmulas sean lo más exactas posibles.
El agua de formación o de purga no
sirve para esta técnica extractiva, solo se emplea al momento de hacer las
perforaciones para enfriar trépanos.
También aclaramos que el fracking no
consume poca agua, sino que lo hace en grandes cantidades: en las zonas de
mayor producción (como por ejemplo Vaca Muerta) cada pozo puede llegar a
requerir más de 30 millones de litros por año, con lo cual un yacimiento entero
podría consumir lo mismo que una ciudad pequeña de 50.000 habitantes.
Los datos del consumo de agua en EEUU para
hacer fracking están disponibles en la web y se resumen en las siguientes
cifras: Según datos del USGS (Servicio Geológico de Estados Unidos), los 35.000
pozos por año perforados en ese país entre 2000 y 2015, han consumido en
promedio 529 mil millones (529.000.000.000) de litros de agua por año. Esta
cifra es equivalente al consumo anual de agua de toda la población de la
República Argentina, tomando como referencia el dato del consumo de agua por
habitante medido en todo el mundo por la Organización Mundial de la Salud.
Desde ya, hay que tener en claro que
los ríos de Mendoza vienen padeciendo crisis hídricas desde hace varios años,
como consecuencia de los efectos del Cambio Climático Global. Además de ello,
la totalidad del caudal de los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel están
concesionados de acuerdo a lo dispuesto por la Ley Provincial de Aguas,
debiendo autorizarse usos adicionales únicamente si sobra caudal. Bajo estas
condiciones, el uso del agua para fracking implica indefectiblemente restarle a
los ya establecidos previamente: consumos humanos, agrícolas, industriales y
ecosistémicos.
Debe recordarse también que en el caso
específico del Río Atuel, existe un conflicto institucional y jurídico aún sin
resolverse, ya que es un río interprovincial, pero Mendoza que está aguas
arriba, no deja caudal a La Pampa que está más abajo. Resulta contradictorio
que en el marco de esta disputa el Gobierno de Mendoza salga a decir que no
sobra ni una gota de agua del Río Atuel mientras al mismo tiempo le otorga
cupos por encima de lo ya concesionado, a las corporaciones que quieren hacer
fracking en sus cabeceras.
MENTIRA 5: El fracking no produce
terremotos
Para reafirmar esta frase contraria a lo expresamente explicitado en infinidad de trabajos científicos publicados al respecto y a los hechos públicos y notorios reflejados en distintas fuentes de información, los funcionarios del gobierno no pudieron haber tenido mejor idea que recurrir una vez más al insulto y la descalificación, en vez de aportar una explicación racional al debate, como la dan las fuentes citadas.
Para reafirmar esta frase contraria a lo expresamente explicitado en infinidad de trabajos científicos publicados al respecto y a los hechos públicos y notorios reflejados en distintas fuentes de información, los funcionarios del gobierno no pudieron haber tenido mejor idea que recurrir una vez más al insulto y la descalificación, en vez de aportar una explicación racional al debate, como la dan las fuentes citadas.
Evidencia de sismicidad inducida por
fracking hay en todo el mundo, vamos a algunos casos argentinos:
Caso 1: El año pasado hubo un temblor bastante
fuerte cerca de Añelo, Neuquén (el corazón de Vaca Muerta). Por las
características del sismo descriptas por el INPRES (Instituto Nacional de
Prevención Sísmica), en teoría no se lo podría atribuir al fracking. Sin
embargo en los medios de esa provincia hubo una funcionaria que dijo "Se sintió con más intensidad en la
zona de Añelo, El Chañar y toda la zona referida a la actividad petrolera.
Nosotros pensamos primero que se trataba de un temblor asociado a esa actividad". Parece que a veces, la
silenciadora deja de funcionar...
Caso 2: Este sí fue provocado por el fracking,
en la misma provincia pero en otra zona donde se realiza esta técnica
extractiva: Cutral-Co. Pero hete aquí que el INPRES (Instituto Nacional de
Prevención Sísmica) dice que esos temblores "no se pueden registrar"
debido a que sus hipocentros son muy cercanos a la superficie.
Caso 3: En el año 2013 se produjo el primer
temblor provocado por el fracking en Argentina, fue en Las Heras, provincia de
Santa Cruz, un lugar donde jamás había sido registrado un sismo. Dicho movimiento inmediatamente fue
atribuido al fracking.
La sismicidad inducida producto del
fracking está ampliamente explicada en numerosos trabajos de investigación de instituciones académicas de
diferentes partes del mundo, independientes a las corporaciones petroleras.
Al contrario de toda la evidencia
existente, el Gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo insiste con afirmar que
"decir que el fracking produce
temblores es mentir".
Cabe recordar que en el propio expediente de las fracturas hidráulicas
autorizadas por el Gobierno de Mendoza en pozos del yacimiento Puesto Rojas, el
dictamen técnico de la Fundación Cricyt alerta respecto del riesgo de
sismicidad inducida por esta modalidad extractiva.
Corte esquemático de los procesos que pueden dar lugar a la sismidad inducida (extraído de la publicación "Injection-Induced Earthquakes" de Ellswort, Revista Sciense, Nº 341). El proceso de fracking puede generar condiciones para que se conformen reservorios permeables a partir de las fracturas que permanecen abiertas por los apuntalantes y luego son rellenadas con grandes cantidades de agua residual reinyectada a alta presión. En algunos casos incluso no es necesario que la falla esté en contacto con el reservocio de agua residual inyectada. El proceso de fracturación hidráulica produce microsismos de manera rutinaria que pueden alcanzar magnitud 3.6 (ver: Ellsworth, William L. 2013. “Injection-Induced Earthquakes” en revista Science 341. EEUU.), intensidad que puede considerarse de bajo riesgo. Si bien pareciera no ser destructiva, su recurrencia cotidiana puede dar lugar al debilitamiento paulatino de construcciones y obras de infraestructura con estructuras rígidas. Sin embargo, la inyección de las aguas residuales al subsuelo en pozos de inyección (resultantes del proceso de exploración y extracción mediante fracking) representa un alto riesgo sísmico de tipo severo, pues puede producir sismos de mayor magnitud. Tan solo en el 2011 se produjeron en EEUU cinco sismos de magnitud ≥5 por esta causa, el mayor de ellos en Oklahoma de 5.7, que dañó viviendas y lastimó a algunas personas (ver: Keranen, Savage, Abers, Cochran. 2013. “Potentially induced earthquakes in Oklahoma, USA”, en revista Geology G34045.1. EEUU.). Estas condiciones además, son propicias para la amplificación de terremotos tectónicos.
MENTIRA 6: El fracking nos va a salvar
económicamente
Está demostrado que por ser una forma de obtención de energía con tasa de retorno energético menor a 1, el fracking es antieconómico y por eso es que tiene que ser subsidiado para que las empresas que lo realizan reporten ganancias. Este subsidio a la actividad resulta muy oneroso para las arcas del Estado (imposición de precios sostén a la actividad) y los bolsillos de la población en general (en el caso de los tarifazos, que también van destinados a subsidiar el fracking), sin contar que además la actividad tiene innumerables externalidades, que no son afrontadas por las empresas ni los gobiernos que les abren las puertas, por el contrario, son costos absorbidos por la comunidad en su conjunto, que padece sus devastadores impactos ambientales, sociales y económicos.
Más allá de eso, conviene también mencionar que la producción de pozos no convencionales es muy corta en el tiempo y muchas veces no amortiza el monto invertido, situación que ha despertado polémica en el ámbito político. Cada pozo no convencional vertical cuesta en Argentina en promedio 7,6 millones de dólares; asimismo, cada pozo no convencional horizontal cuesta en promedio 12 millones de dólares. Estamos hablando sólo del costo de la perforación exclusivamente, dejando de lado los demás ítems, como movimientos de suelo, traslados de insumos, sueldos del personal, etc.
Está demostrado que por ser una forma de obtención de energía con tasa de retorno energético menor a 1, el fracking es antieconómico y por eso es que tiene que ser subsidiado para que las empresas que lo realizan reporten ganancias. Este subsidio a la actividad resulta muy oneroso para las arcas del Estado (imposición de precios sostén a la actividad) y los bolsillos de la población en general (en el caso de los tarifazos, que también van destinados a subsidiar el fracking), sin contar que además la actividad tiene innumerables externalidades, que no son afrontadas por las empresas ni los gobiernos que les abren las puertas, por el contrario, son costos absorbidos por la comunidad en su conjunto, que padece sus devastadores impactos ambientales, sociales y económicos.
Más allá de eso, conviene también mencionar que la producción de pozos no convencionales es muy corta en el tiempo y muchas veces no amortiza el monto invertido, situación que ha despertado polémica en el ámbito político. Cada pozo no convencional vertical cuesta en Argentina en promedio 7,6 millones de dólares; asimismo, cada pozo no convencional horizontal cuesta en promedio 12 millones de dólares. Estamos hablando sólo del costo de la perforación exclusivamente, dejando de lado los demás ítems, como movimientos de suelo, traslados de insumos, sueldos del personal, etc.
Los pozos de fracking tienen la
particularidad de producir mucho, pero por poco tiempo, y eso se pone de
manifiesto en las estadísticas que se vienen llevando respecto de estamodalidad extractiva, que viene siendo monitoreada constantemente en cuanto a
su producción, que en definitiva es lo que más le interesa a las corporaciones.
Esto echa por tierra el discurso de
que el fracking va a generar trabajo y que va a producir regalías. Por el
contrario, los cortos plazos de producción evidenciados en las estadísticas dan
cuenta de que en ambos casos se trata de promesas políticas que de ser ciertas
(en el marco del alto grado de incertidumbre en el que son formuladas), pueden
ser cuando mucho efímeras...
Fuente: Estadísticas de la Secretaría de Energía de la Nación, año 2015. |
De acuerdo a estadísticas de la
ex-Secretaría de Energía de la Nación (Hoy Ministerio de Energía y Minería),
entre 2011 y 2015 la empresa YPF perforó 287 pozos en el yacimiento Loma
Campana (Añelo). Estos números están mostrando que:
- 55 (19%) tuvieron una vida útil promedio de un mes.
- 169 (59%) tuvieron una vida útil de 6 meses.
- 55 (19%) tuvieron una vida útil promedio de 2 años.
- 8 (3%) superaron los 3 años de vida útil.
De acuerdo al valor en precio sostén
(U$S 78 BB de petróleo y U$S 7,50 MBTU de gas) de la producción mostrados en el
cuadro precedente y a lo expresado en relación a las inversiones por pozo
declarada por las empresas, se puede calcular a grandes rasgos que:
- Los 55 pozos que duraron un mes significaron recuperar sólo el 13% de la inversión.
- Los 169 pozos que duraron 6 meses significaron recuperar el 58% de la inversión.
- Los 55 pozos que duraron 2 años significaron recuperar la inversión y tener además un superávit del 18%.
- Los 8 pozos que duraron más de tres años significaron recuperar la inversión y tener además un superavit del 110% .
Desde ya, la ganacia extraordinaria de
los 8 pozos que duraron más tiempo no alcanza a cubrir el balance negativo de
los 224 que dieron pérdida (y además tengamos en cuenta que estamos hablando de
valores a precios sostén, o sea subsidiados por el Estado). Recordemos además
que la inversión en Loma Campana es básicamente un préstamo que Chevron le
otorga a YPF para que perfore y extraiga por su cuenta, con lo cual no hay
inversión de riesgo, ya que está claramente definido en el acuerdo secreto
YPF-Chevron, que quien responde ante las posibles pérdidas económicas es el
Estado Argentino, garante de este acuerdo. La misma modalidad está fijada para los acuerdos secretos que YPF suscribió con otras corporaciones de la misma envergadura, como Dow-Dupont, Petronas, Petrobras, Total, Shell, etc.
Con estos números queda claro que Vaca
Muerta es "Eldoradismo" en estado puro: una burbuja
especulativa financiera de enormes proporciones, que además nos está llevando
puestos en lo ambiental y en lo social y pretende ser impuesta sin licencia
social y mediante prácticas ajenas a la institucionalidad democrática, como lo
son la persecución ideológica, la intimidación pública y amenazas a quienes se
oponen, y fundamentalmente la represión y criminalización de la protesta
social.
EL USO DEL INSULTO Y EL COMENTARIO
PEYORATIVO COMO ÚNICA SALIDA DEL GOBIERNO PARA ELUDIR EL DEBATE FUNDAMENTADO
POR LOS IMPACTOS NEGATIVOS DEL FRACKING
Ante la falta de argumentos y atento a
verse sorporendido por la protesta social, el Gobierno de Mendoza tuvo una
reacción muy de manual: recurrir al insulto o al comentario peyorativo hacia
quienes nos oponemos al fracking, recurriendo a su propio aparato
comunicacional y al de los medios hegemónicos para propalar este mensaje falaz;
amparados en la creencia anacrónica de que propalar una mentira insistentemente
por todos los medios disponibles y sin dar lugar al derecho a réplica, puede
mover el amperímetro de la opinión pública en pleno siglo 21. Sin embargo, la
masa crítica conformada (tras la revelación de documentos oficiales mantenidos
en secreto por el Gobierno de Mendoza que constatan la contaminación en las
primeras fracturas autorizadas) ha sido lo suficientemente consistente y se ha
informado por sus propios medios, como para no dejarse correr por esta
estrategia comunicacional poco feliz elegida por los funcionarios.
En este sentido conviene hacer mención
que en pos de desviar la cuestión del asunto, el Gobierno de Mendoza y los
medios hegemónicos pretendieron instalar en la opinión pública que las
movilizaciones populares contra el fracking responden a "audios cargados
de imprecisiones que se viralizaron por las redes sociales". La existencia
de estos audios y de su contenido en parte cuestionable (no todo) es real; sin
embargo, su difusión fue posterior a la revelación de los datos ocultados por
el gobierno respecto de la contaminación del agua superficial y subterránea de
la cuenca del Río Atuel y también posterior a las primeras movilizaciones
masivas ocurridas en General Alvear.
La maniobra engañosa del Gobierno de
Mendoza no sólo queda al desnudo con un simple cotejo de fechas, sino también
por el hecho de que la sociedad mendocina en general no es fácil de manipular
con discursos superficiales o simplificadores con respecto a un tema tan
delicado y sentido para el pueblo, como lo es el cuidado del agua. En síntesis,
cuando los funcionarios pretenden mentir públicamente o tergiversar la
información con respecto al cuidado del agua, como la gente no come vidrio,
rápidamente quedan en evidencia.
Esta mentira oficial queda más al
descubierto con el hecho de que absolutamente todos los dichos de los
funcionarios de gobierno difundidos hasta ahora por los medios no pueden ser
contrastados con ningún hecho concreto o en alguna fuente información
disponible (fuera de las específicas generadas por las propias corporaciones
interesadas en el negocio), no existiendo ningún tipo de publicación científica
avalada por alguna institución académica que corrobore el mensaje del gobierno,
así como tampoco es posible que el ciudadano de a pie pueda comprobar (de
alguna manera empírica o in situ) que lo que dicen los funcionarios es verdad.
Evidentemente, la defensa del gobierno
del fracking con insultos a quienes se oponen y sin argumentación concreta, no
es una explicación técnica de la cosa (como pretenden hacerle creer a la gente
los funcionarios), sino un discurso político-partidario que recuerda mucho a
las promesas vacuas que se vociferan por doquier en tiempos de proselitismo
electoral.
La totalidad de los funcionarios de alto rango del Gobierno de Mendoza salieron a proferir insultos y comentarios peyorativos hacia quienes nos oponemos al fracking, en vez de responder al asunto central del debate, que básicamente es la gran cantidad de información técnica, científica, legal y testimonial respecto de los impactos negativos ambientales, sociales y económicos del fracking. Esta andanada de epítetos es replicada en forma textual y amplificada por la totalidad de los medios hegemónicos de Mendoza. De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
- Gobernador Algredo Cornejo "Los metemiedo son unos pocos vivos que estafan a los vecinos en su buena fe" (Diarios Mdzol, El Sol, Ciudadano, San Rafael y Sitio Andino, 9-10/5/2018, el video además está subido a la cuenta de You Tube del Gobierno de Mendoza).
- Vicegobernadora Laura Montero, es quien más ha apelado a la verborragia: en una sola entrevista de pocos párrafos empleó las palabras: fundamentalistas, fundamentalismo, enfervorizados, violencia, irracionales, aterrorizar, apocalípticos, locura, psicosis, pánico, complot, inverosímiles, ilógico, extremismo, etc... (Diarios Mdzol, Sitio Andino, Unidiversidad, Ser y Hacer de Malargüe, etc. 27-28/4/2018).
- Ministro de Economía Martín Kerchner "la campaña anti-fracking es terrorismo" (Diario Sitio Andino, El Ciudadano, etc 26/4/2018) después de estas declaraciones tan improcedentes como inapropiadas se llamó al silencio.
- Subsecretario de Energía y Minería Emilio Guiñazú "muy poca gente sabe lo que está diciendo" "se han dicho tantas barbaridades" (Diario Mdzol, Mendoza Post, Jornada on line, Enernews, etc; más un video en You Tube. 14 al 18/5/2018), este funcionario además en un programa televisivo insultó al contrincante, calificándolo de "pavo". Recordemos que este funcionario está imputado por la justicia de brasil en la causa Oderbrecht que sustancia la justicia federal de ese país.
- Secretario de Ambiente Humberto Mingorance, también apela a la verborragia y al insulto, acusando de terroristas, fundamentalistas, antidemocráticos y grupos radicalizados a quienes se expresan contra el fracking (Diario Mdzol, Los Andes, Uno, etc. 24 al 28/5/2018).
- Directora de Protección Ambiental Miriam Skalany "Hablar desde la ignorancia es meter miedo" "es absurdo hablar de pueblos sacrificados" (Diarios Mdzol, Mendoza Post, Libre, Vox, etc 24-25/4/2018), esta fincionaria además recurre permanentemente al chapeo, como si supuestamente tener un título reúne privilegios dentro de un debate que es eminentemente ideológico, más allá de lo técnico.
Nunca más apropiada la ocasión para
volver a recordar los dichos del ex-diputado Alejandro Molero (otrora compañero
de lucha y hoy devenido en uno de los tantos casos de funcionarios
ex-opositores reconvertidos a defensores acérrimos del modelo extractivista),
cuando en la sesión legislativa que aprobó el mega-proyecto Potasio Río
Colorado (hoy fracasado dejando un tendal de deudas y desocupados por ser
también una burbuja financiera), cuando con mucha vehemencia gritó la memorable
frase "Acá billetera mata a galán, quedó
evidenciado que son muy frágiles las convicciones de algunos". Frase ésta que también vale
recordar no cayó muy bien al interés corporativo que maneja el estado y por lo
que a manera de correctivo, fue obligado a retractarse públicamente, cosa que el entonces legislador hizo
sin chistar para seguir perteneciendo al sistema... ¿Se imaginan ustedes a un
funcionario emitiendo su opinión en contra del fracking bajo este contexto?
EL MARCO FILOSÓFICO DEL DEBATE POR EL FRACKING EN MENDOZA
EL MARCO FILOSÓFICO DEL DEBATE POR EL FRACKING EN MENDOZA
Que los funcionarios nos etiqueten de fundamentalistas o terroristas resulta chabacano a esta altura de la historia, con tanto reconocimiento institucional y popular encima y tantas conquistas sociales ganadas (seguramente eso debe ser lo que más les irrita). Pasan los años y siguen reaccionando de la misma manera: en vez de responder el nudo central del asunto (en este caso los daños ambientales, sociales y económicos que provoca el fracking), siguen recurriendo a la falacia ad hominem, la opción más baja de calidad argumentativa en la que se puede caer dentro de un debate.
Estaría bueno hacerles saber que con
esas descalificaciones infundadas, no cierran la discusión como creen, por el
contrario, lo abren aún más: las respuestas irrisorias y con falta de sustento
empírico de parte de los funcionarios les vuelve como una suerte de efecto
búmeran, demostrando una vez más con hechos concretos, la desidia y desinterés
de estas personas respecto de la cosa pública y su falta de idoneidad para
prestar funciones en el Estado.
Como dijimos en otro punto del
presente escrito, la desconfianza popular en el modelo extractivista en general
y en el fracking en particular, está basada en hechos concretos, que además son
públicos y notorios. Esto, más allá que los lobbystas de las corporaciones y
los funcionarios del estado que los avalan, relativicen los mismos apelando a
rebuscados floreos retóricos (o a las ya mencionadas falacias argumentativas:
ad hominem, ad báculum, etc...), o directamente los nieguen o mientan.
En el marco de la ciencia filosófica,
está estudiado desde hace siglos cómo debe desarrollarse un debate con calidad
argumentativa y cuáles son las falacias (engaños
pseudo-científicos) a las que recurre quien no tiene argumentos concretos para
responder el punto central.
Como ya dijimos, los funcionarios
(repito, en rol de voceros de las corporaciones) pretenden desacreditar la
validez de nuestra información porque supuestamente "no tiene fundamento
técnico o científico" y con ese argumento endeble, sostener que nuestros
conceptos son errados. Sin embargo eso no es así, ya que en general (y como
ocurre en todo este escrito concretamente), están respaldados con su
correspondiente vínculo a múltiples y diversas fuentes de información técnica,
científica y también testimonial. Cualquier profesional de cualquier rama de la
ciencia puede no estar de acuerdo con estos conceptos, y es entendible, pero de
ninguna manera puede decir que "son errados", ya que en todos los
ámbitos existen diversidad de opiniones y criterios. Ni siquiera las ciencias
duras son rígidas y quien suscribe prefiere buscar sus fuentes de información
en aquellos sectores de la ciencia y el saber que no están vinculados comercial
e ideológicamente con las corporaciones extractivistas.
Tampoco es que los conceptos técnicos
tienen que ser "per se" lo medular de un debate (como más de un
interesado ha salido a proferir, diciendo que sin ellos el debate perdería
validez), ya que en esencia, las definiciones técnicas son apenas una parte del
debate, y por ende, en absoluto determinantes de su validez. El enfoque
multidisciplinario y el marco filosófico del pensamiento crítico (materias del
pensamiento sobre las cuales existe abundante bibliografía para consultar)
precisamente apuntan a que ningún saber de ningún tipo debe ser impuesto coercitivamente
sobre otros en la construcción del conocimiento.
De todos modos, conviene volver a insistir en que el debate pierde validez cuando:
De todos modos, conviene volver a insistir en que el debate pierde validez cuando:
1) Los que exhiben pergaminos apelan a la deshonestidad intelectual para
tratar de imponer afirmaciones deliberadamente falsas.
2) Los organismos de protección ambiental del gobierno
defienden el fracking cuando debieran estar haciéndolo las empresas que
aquellos supuestamente deben controlar (inversión de roles).
3) Los funcionarios deciden apelar al insulto y al
comentario peyorativo, las amenazas y la intimidación pública para defender el
fracking, en lugar de responder con fundamento empírico a las diversas y
múltiples evidencias de los desastres que ha provocado el esta modalidad
extractiva.
4) El estado actúa como vocero de las corporaciones,
defendiendo intereses particulares privados, por encima de los del colectivo
social y el derecho a la autogestión y autodeterminación de los pueblos.
Y fundamentalmente porque:
5) El Estado apela a la persecución ideológica, censura,
represión y criminalización de la protesta social, prácticas todas estas
incompatibles con la institucionalidad democrática y reñidas con el estado de
derecho supuestamente vigente, para intentar (infructuosamente, claro está)
callar las voces disidentes.
El gráfico nos muestra de qué manera la gente que forma parte de la lucha social contra el fracking (vulgarmente denominados ambientalistas) basan su rechazo en base a cuestiones empíricas y comprobables de fuentes concretas, múltiples y diversas que apuntan al asunto central del debate que son los impactos negativos ambientales, sociales y económicos del fracking, o en el peor de los casos contradicen el planteo corporativo con razonamientos o evidencia de apoyo. Por el contrario, el Gobierno de Mendoza (que hace las veces de vocero de las corporaciones), como mucho presenta un lado contrario con escasa o nula evidencia, pero sobre todo ataca al mensajero sin considerar sus argumentos o directamente echa mano al insulto. Lo curioso de todo eso es que el Gobierno de Mendoza emplea su aparato comunicacional, amplificado por los medios hegemónicos afines, para intentar (a mi entender infructuosamente) hacerle creer a la opinión pública que este esquema de la pirámide de la argumentación es invertido...
Desde ya, cuando un debate está
condicionado por relaciones de poder desiguales, es importante siempre mantener
la cordura, evitando las respuestas rápidas "en caliente", pues difícilmente
quien intente adoptar una posición dominante dentro el mismo logre
credibilidad, sobre todo si se apuesta a imponer una superioridad de poder
mediante cualquier otro medio diferente al de la razonabilidad de los
argumentos, tal como está ocurriendo ahora: el gobierno no tiene como
contrarrestar de manera racional las múltiples y diversas evidencias de los
desastres que provoca el fracking en aquellos lugares del país y del extranjero
donde esta modalidad extractiva fue impuesta, sumado a que ha decidido
implementarlo echando mano a todos los vericuetos administrativos y legales que
le permitan simplificar los trámites de aprobación y evitar una legítima y
genuina participación popular en el marco de todos los ámbitos institucionales
vigentes propios de la democracia, y prescindiendo de la licencia social. Desde
ya, este mecanismo (también conocido como decretazo) está siendo cuestionado
por la opinión pública y en la justicia, tanto como la propia técnica del
fracking.
Por ello es que toda la estrategia
comunicacional del gobierno se ha basado en bombardear repetitivamente con
mensajes simples y poco fundamentados, así como también presentaciones con
expositores que no se salen del libreto armado, contradiciendo los
cuestionamientos de una manera más bien confrontativa y con retórica de tipo
mesiánica (que recuerda el proselitismo pre-electoral), como si se pretendiera
hacerle creer a la gente que la técnica del fracking es segura "per
se"; o sea, por mero convencimiento discursivo (sin la reafirmación en
ningún hecho comprobable, sólo la palabra del funcionario), como si el rechazo
o aprobación de esta modalidad extractiva fuera una cuestión de mera feligresía
o fanatismo partidario y no por razones concretas y de público conocimiento
como en realidad lo es. Esta cuestión se reafirma en el hecho ya explicitado de
que los interlocutores elegidos para transmitir dicho mensaje son funcionarios
que no reúnen idoneidad para manejar la cosa pública en los ámbitos que le
corresponde a cada uno.
La contradicción entre los dichos de
los funcionarios y la multiplicidad y diversidad de fuentes que ponen en
evidencia los impactos negativos ambientales, sociales y económicos del
fracking (que en definitiva conforma la argumentación empírica para rechazarlo)
pone de manifiesto la inconsistencia de la estrategia comunicacional del
gobierno, que más bien apuesta a imponer su opinión no porque sea correcta,
sino por mera insistencia, apelando a poner en tela de juicio cuestiones
básicas del razonamiento, como el sentido común o la inteligencia de las
personas.
Más allá de que las masas puedan ser
manipuladas mediante conocidas técnicas comunicacionales de lavado de cerebro
que ya han sido aplicadas exitosamente en diferentes partes del mundo a lo
largo de la historia (a mayor ilustración en este tema léase el libro "El
instituto Tavistock" de Daniel Estulin); en el escenario de las luchas
sociales existe lo que se conoce como umbral de masa crítica, que es cuando se
ha superado el número de personas que han tomado conciencia de un problema y de
los engaños orquestados desde los sectores dominantes (estado y corporaciones)
para intentar taparlo, en una cantidad suficiente como para provocar desde un
cambio en la opinión pública hasta torcer las decisiones de gobierno que van
contra los intereses colectivos de la sociedad. Esta situación es la que se
está dando dentro del debate por el rechazo al fracking en Mendoza: la gente se
está dando cuenta que el gobierno está tomándole el pelo al ciudadano,
aprovechándose de un supuesto crédito político devenido de los últimos
resultados electorales (que en esencia no es así, pues de acuerdo a los
resultados electorales en Mendoza la mayor parte del electorado votó por algún
tipo de oposición al gobierno de Alfredo Cornejo). Por eso es muy importante
que toda esa masa crítica que se está conformando no se deje engañar ni
atemorizar en ningún momento y bajo ningún punto de vista, por las estrategias
de manipulación orquestadas desde los sectores con intereses privados
particulares interesados, que pretenden controlar, no sólo el debate en sí,
sino también la información que se da al respecto y los vehículos mediante los
cuales se difunde.
Es fundamental tener en cuenta que, para evitar cualquier tipo de chicana técnica tendiente a direccionar o compartimentar el conocimiento dentro del debate, así como también para echar por tierra cualquier tipo de discurso político del lobbyng corporativo y de los estamentos del estado que responden por su cuenta y orden; el análisis del modelo extractivista en general y del fracking en particular, así como el de todos los actores involucrados en su imposición (empresarios, lobbystas, periodistas de medios hegemónicos y sus dueños, funcionarios, masa obsecuente, etc.), debe indefectiblemente abordarse desde el enfoque del conocimiento multidisciplinario y el pensamiento crítico.
Es fundamental tener en cuenta que, para evitar cualquier tipo de chicana técnica tendiente a direccionar o compartimentar el conocimiento dentro del debate, así como también para echar por tierra cualquier tipo de discurso político del lobbyng corporativo y de los estamentos del estado que responden por su cuenta y orden; el análisis del modelo extractivista en general y del fracking en particular, así como el de todos los actores involucrados en su imposición (empresarios, lobbystas, periodistas de medios hegemónicos y sus dueños, funcionarios, masa obsecuente, etc.), debe indefectiblemente abordarse desde el enfoque del conocimiento multidisciplinario y el pensamiento crítico.