UNA SUERTE DE PATOLOGÍA CRÓNICA

La lógica para quienes manejan los hilos poder (y por ende, el destino de Argentina) sigue siendo que los sectores más pobres tengan una existencia cada vez más cara y comprometida, sólo así se entiende la injustificada desidia oficial ante el avance de la pobreza. Existen varios ejemplos concretos que sostienen esta concepción, uno de ellos es la exorbitante diferencia que hay entre el valor del gas envasado (consumido por los sectores más carenciados y por ende más desprotegidos por el Estado) y el gas natural. Dentro de esta lógica, el modelo socio-económico vigente en países como el nuestro deja para los más carenciados la sufrida tarea de sobrevivir (evitar la muerte) a toda costa, sin llegar a entender que ello implica necesariamente el aporte de prebendas compulsivas para que el modelo siga funcionando. Ese pareciera ser el estigma que significa ser una pieza más que alimenta la ascendente horda de desposeídos en las sociedades supuestamente modernas; de esta manera, su esfuerzo está destinado a cumplir con ese diezmo y no a pensar...

La indigencia y la pobreza son estructurales, también la frivolidad. Durante los últios años hemos tenido la oportunidad de apreciar con creces cómo la persistencia de aquellas está íntimamente ligada a la irrupción de esta en la clase política argentina y a su exteriorización a traves de diferentes modos y conductas.
Así, por ejemplo, los pobres e indigentes, que cada día son más y cada vez tienen más problemas para comer, podrán ver fútbol gratis por los canales estatales, gracias a que de ahora en más la plata del Estado va a estar destinada a eso y no a darles de comer. Por supuesto que esta movida es una bravuconada más de un personaje fascinado por la verborragia, subido a la más enconada obsecación de negar y tapar, tapar y negar, (un cliché que en mayor o menor medida caracteriza a casi toda la clase político-dirigencial) pero que tiene a su favor el temor organizado de sus adversarios (narcotizados por una extraña dosis de ingenuidad e inmersos en la diáspora total), sumándole a ello el desinterés generalizado de la ciudadanía (caldo de cultivo para urdir cualquier tipo de tropelías) y cierta subestimación hacia los límites que puede saltarse con tal de alcanzar algún objetivo para campear el temporal, porque a pesar de que se le desmorona el feudo, insiste con serguir montado en la cresta de la ola en este período de decadencia política.

El clima enrarecido pareciera ser pasto para las fieras, en un contexto de confusión el modelo de saqueo del patrimonio nacional avanza... "la grasa inunda cual fugazzetta..."

● Lo más irritante del modelo "ladriprogresista" actual es ese jingle con el que te bombardean permanentemente: "seguí participando" Ahora trascendió que Nestor Kirchner es un jubilado de privilegio: pese a su ascendente riqueza, cobra una pensión de $27.000 por haber sido presidente.

● Que bueno sería que cada uno de los ciudadanos laburantes pudiera fijarse su propio sueldo, por ahora ese es un privilegio del cual abusa una exclusiva elite: pese a trabajar esporádicamente, los senadores y diputados nacionales se aumentaron el sueldo a $ 21.700 y 19.000, respectivamente. No me cabe ninguna duda que esta disposición ha sido aprobada con "quorum propio" y por "mayoría automática"

Lo mío es mío y lo tuyo es mío: En definitiva, echar mano en forma indiscriminada a estrategias distractivas viene funcionando muy bien en el escenario político de estos días. Tranquilamente y sin mayores sobresaltos se están apropiando del esfuerzo popular y la riqueza nacional, hay una vocación enquistada, una carrera alocada por acaparar más y más, una ambición irrefrenable que pareciera no tener límites: ya lo dijimos hace poco en estas páginas, pero insistiremos a modo de ejemplo para graficar cuál es el punto: No está claro el límite entre los intereses del Estado y de los protagonistas de la operación millonaria que significa apoderarse de un cuarto de YPF. Viene bien recordarlo, porque muchos se sorprendieron cuando les aumentaron de manera exorbitante las tarifas de gas, pero todo tiene una explcación, y no es precisamente las que se dan desde el ámbito oficial, porque es lógico que detrás cada puesta en escena del gobierno hay un negocio para cerrar con el capital financiero del cual ellos mismos forman parte; información a la cual, por supuesto, no es para nada fácil acceder. Suena como una fea carajada reciclada, pero es obvio que si las cosas están como están es por algo ¿no?

“ A pesar de que habitamos ancestralmente un suelo rico en recursos naturales como el gas y el petróleo ya que por nuestras tierras cruza un gasoducto y estamos cercados por sembradíos de soja, nuestras comunidades se extinguen día a día por falta total de trabajo remunerado, nuestras viviendas son enteramente precarias de ramas y plástico o nylon, sin agua potable domiciliaria, ni cloacas, ni gas ” (Eduardo Paliza, cacique de la comunidad wichi de General Mosconi, Salta, que lleva dos meses efectuando la toma de una válvula del gasoducto NOA, solicitando el acceso a condiciones dignas de vida)

El aumento de la pobreza y la indigencia en la Argentina no es una casualidad, es efecto directo de una clase política que es demasiado egoísta, egocéntrica, autista e ignorante como para ponerse a pensar en las necesidades del otro; gobierna según sus intereses, obrando con desenfreno, sobre todo, los que se atornillan tantos años al poder. La pobreza y la indigencia seguirán siendo un fenómeno estructural en la Argentina, que al parecer tiene garantizado un largo período de continiudad, al menos hasta que no cambie la estructura mental de nuestros políticos, de los votantes, de los ciudadanos. Escandalizarse no alcanza, hay que aplicar soluciones drásticas, porque la pobreza estructural es consecuencia de la frivolidad estructural de nuestros gobernantes.
Algunos ironizan: "quieren tanto a los pobes que los multiplican", otros caminan en corrillos de interminables devaneos filosóficos para esquivarle al bulto, mientras queda flotando una duda: allí, en la cuna del poder, donde deben tomarse decisiones fundamentales pareciera que a nadie le importara la verdad, o sí, tal vez por eso la maquillan o la esconden debajo de la alfombra, pareciera ser una compañía que incomoda, esa es la única explicación lógica que tiene la estrategia tan trillada de dibujar la realidad.
Mientras la gente no entienda la escencia de los negocios entre la oligarquía y el poder político, mientras no haya una vocación ciudadana por desentramarlos, las cosas seguirán como hasta ahora, como dice U2: "sin línea en el horizonte..."