A veces la realidad no deja de sorprendernos: si bien la campaña sistemática encarada por el Grupo Benetton con el objetivo de quedarse con territorio de los Pueblos Originarios (despojo mediante y teniendo a su disposición la totalidad del aparato represivo del Estado, cuyo punto cúlmine es sin dudas la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado) ha sido lo peor que ha exhibido esta corporación en la República Argentina; ahora nos encontramos con otro negocio millonario de esta corporación, basado en el lucro particular por el usufructo de un bien protegido que pertenece a todos los habitantes del país, que lamentablemente cuenta con todos los avales del estado: la cacería de guanacos y la comercialización de su carne, a pesar de tratarse de una especie de la fauna autóctona (y por lo tanto, patrimonio de todas y todos) y protegida por CITES (Concención Internacional contra el Tráfico de Especies Silvestres). Entendemos que el objetivo de esta acción no es el aprovechamiento de la especie en sí, sino eliminarla de sus propiedades.
El Grupo Benetton no quiere guanacos en sus propiedades |
A modo de tener un contexto previo para encarar la lectura de esta nota, sugiero echarle un vistazo al trabajo de investigación que realizamos en este espacio de expresión sobre el Grupo Benetton en Argentina haciendo click acá.
Para llevar adelante el negocio de la cacería de guanacos y la comercializacón de su carne en el país y el exterior, Benetton (una corporación transnacional que ya cuenta con un enorme imperio tan sólo en Argentina) primero armó un andamiaje de empresas nuevas y luego realizó acciones de lobbying corporativo ante el gobierno nacional y el de la provincia de Santa Cruz, para obtener las autorizaciones para realizar esta actividad que está prohibida en todo el mundo.
Los últimos balances de las empresas del Grupo Benetton revelan en total un capital neto de casi € 13.000.000.000.- (trece mil millones de euros), con lo cual estamos hablando de una de las corporaciones más grandes del mundo, nucleadas en el holding Edizione.
Desde ya, la campaña de difamación pública lanzada oportunamente por Benetton contra los Pueblos Originarios (a través de los medios hegemónicos de la República Argentina y el aparato comunicacional del Estado en todos sus ámbitos) ha tenido como finalidad quedarse con sus tierras y generar una cortina de humo para ocultar las maniobras que realizan sus lobbystas locales para dar un marco legal a este tipo de negocios espurios; como lo es el tráfico de especies protegidas de la fauna nativa, uno de los negocios ilegales más redituables del mundo, después del narcotráfico y la venta de armas.
En el medio, se cruza el debate por la hegemonía de la ganadería ovina en Santa Cruz y su lobbyng corporativo, algo respecto de lo cual existe abundante material escrito, tanto respecto de su imposición histórica como actividad económica preponderante, mal llamada economía regional (ya que se trata de una explotación de tipo enclave que incide muy poco en las estadísticas de empleo y fuga la casi totalidad de sus ganancias), que solamente beneficia una selecta oligarquía local descendiente de los colonos ingleses que financiaron la "conquista del desierto"; y que hoy únicamente está amenazada por el avance irrestricto de la megaminería y el fracking en las zonas ganaderas de Sata Cruz y no por el guanaco, como pretenden infundadamente hacer creer los empresarios latifundistas.
Ganadera Cóndor
La Estancia El Cóndor (Benetton) tiene 220.000 hectáreas de superficie, 30 kilómetros de costa en el Océano Atlántico y 80 kilómetros de frontera con Chile, incluido un paso por ruta. |
Ganadera Cóndor (GC) es una suerte de empresa fantasma, que en pocos meses apareció como una PYME y luego se capitalizó mil veces (diez mil por ciento), para convertirse en una de las corporaciones ganaderas más grandes de la Patagonia. En el medio cambió dos veces de directorio y de propósitos empresariales.
Según una publicación del Boletín Oficial de la República Argentina (BORA) del 21/11/2016, el grupo Benetton, a través de sus representantes locales, registró formalmente una nueva sociedad denominada "Ganadera Cóndor" (GC) con un capital de $ 120.000.- monto que resulta a todas luces excesivamente exiguo en relación a las millonarias inversiones del Grupo Benetton.
El agente local no es otro que el argentino Diego Perazzo, el máximo representante del Grupo Benetton en Argentina y apoderado legal de la Compañía de Tierras del Sud Argentino (CTSA), quien se presenta en representación del holding Edizione, la corporación madre que controla todas las empresas del Grupo Benetton en el mundo. No obstante, la sociedad que se inscribe es argentina y originalmente está constituida por argentinos. Perazzo aparece al principio como presidente de esta nueva sociedad.
Un mes después, la sociedad GC se inscribe en AFIP. Lo curioso es que según el BORA, la sociedad formalmente constituida tiene como objetivo explotación de establecimientos agroganaderos, industrialización de productos y subproductos de este origen y comercialización de los mismos. Sin embargo, en su inscripción tributaria, la empresa declara además de lo anterior otras actividades como caza, silvicultura, pesca, explotación de minas y canteras, servicios empresariales y transporte de sustancias refrigeradas. Hasta donde se puede saber, todos estos cambios no aparecen en las actas de la sociedad.
Meses después, una publicación del BORA del día 03/05/2017, da cuenta de la conformación un mes antes del directorio de GC, donde vuelve a aparecer Perazzo como presidente y dos directores argentinos que
también están en CTSA: Guillermo José Ryan, Gabriel Andrés Levy y Alberto Muzzachelli.
En otra publicación del BORA, del día 05/04/2017, aparece que CTSA realiza una transferencia extraordinaria de dinero a GC por un total de $ 124 millones
(aproximadamente el 22% del total de su capital declarado que es de $ 590 millones), en una maniobra que multiplica el capital de la nueva sociedad por mil (o sea, un diez mil por ciento). El otro detalle es que las dos firmas tienen el mismo
domicilio.
Finalmente, el 02/07/2018 aparece una nueva publucación en el BORA (esta vez con
tres meses de retraso), respecto de cambios en el directorio de GC. En
este caso, aparece como presidente Carlo Benetton y como vice Perazzo,
además está Leone Benetton (hijo de Carlo) como director titular. Lo
loco de todo esto es que Carlo Benetton murió días después, el 10/07/2018.
Con
todos estos datos surge el interrogante respecto del motivo que ha llevado al Grupo Benetton a dividir sus inversiones ganaderas en Argentina, en dos empresas conformadas prácticamente por las mismas personas extranjeras y argentinas.
Una posible causa podría ser que Ganadera
Cóndor es una empresa fantasma creada para dividir los activos de CTSA
ante la posibilidad de que sea alcanzada por las leyes antimonopolio de
Argentina o por la legislación que restringe la tenencia de tierras a
extranjeros en zonas de frontera. En las publicaciones del BORA sólo se
habla de montos de dinero, desconociendo concretamente cómo fue la
división de bienes entre CTSA y GC.
De cualquier manera, el nombre es muy sugerente: la
Estancia El Cóndor (la última adquisición de CTSA) está en gran parte rodeada por la frontera con Chile y el Océano Atlántico,
donde ningún extranjero debería ser propietario sin autorización del Estado Argentino, previa rigurosa evaluación. Para
sortear esto, es que pudieron haber transferido este bien a GC, una
sociedad conformada en los papeles por argentinos y una vez anotada la
Estancia El Cóndor en el Registro Nacional de la Propiedad, Benetton
pasa a presidir la sociedad. Aunque por el tiempo transcurrido desde la compra hasta la conformación de GC, esta maniobra aparentemente no tendría sentido...
Recordemos
también que en el escrito anterior sobre el Grupo Benetton se dio cuenta que Lázaro Báez (testaferro de la familia Kirchner y ex-amigo de Carlo Benetton) realizó numerosas transacciones comerciales con el grupo italiano, entre las que se cuentan la adquisición de 3 de las 25 estancias que poseía hasta ser procesado por la justicia. Luego de estas adquisiciones, en 2015, quiso
comprarle la Estancia el Cóndor a CTSA, resultando que ante la negativa inicial terminó realizando diversas maniobras
extorsivas contra Benetton e incluso operetas de prensa donde se afirmaba que ya la había adquirido, cuando en realidad eso no era así. Es probable también que los magnates italianos quisieron asegurarse que esto no
volviera a ocurrir...
Recordemos además que esta operatoria de la empresa Ganadera Cóndor y sus maniobras de transferencia de activos y cambios repentinos de directorio, ya ha ocurrido varias veces en la historia empresarial de Argentina. Sin ir más lejos, tenemos el caso del británico Joseph Lewis en los años '90, que adquirió el campo que
rodea el Lago Escondido en zona de frontera: la sociedad que hizo la
compra estaba conformada por argentinos y una vez realizados los
trámites de legitimación ante la Dirección de Zonas de Frontera y erl Registro Nacional de la Propiedad, los
miembros de la sociedad cambiaron para pasar a ser él directamente el titular.
De todos modos, hay otro motivo para dividir la sociedad, que es este nuevo y prometedor negocio del Grupo Benetton en Argentina. Y para corroborar ello, una nota periodística de estos días da cuenta que es Ganadera Cóndor (y no CTSA) la empresa de Benetton que está directamente involucrada en este negocio específicamente.
Frigorífico Faimali
Este establecimiento (con sede en Río Gallegos y sucursales en Tierra del Fuego) fue creado a mediados de los '80 por la familia Jamieson (terratenientes y grandes productores ovinos locales descendientes de los primeros colonos ingleses de esa provincia) para faenar corderos. La crisis en la ganadería ovina generada por las erupciones del Volcán Hudson casi hace desaparecer a la empresa. En ese entonces, parte del capital accionario del frigorífio es adquirido por la familia Kirchner y su crecimiento comenzó a ser sosotenido y exponencial desde que Nestor fue presidente. Es en estas circunstancias en que curiosamente por decisión del Gobierno Nacional, la exportación de carne ovina quedó exenta en su totalidad de las retenciones impuestas al resto de las exportaciones de carne durante las gestiones kirchneristas, que rondaba el 15%. En aquel entonces el Frigorífico Faimali era el principal exportador de esta producción, que rondaba las 3200 toneladas de carne ovina, siendo además el que procesa toda la producción de otra exportadora que es Estancias de la Patagonia. La capacidad operativa del establecimiento está montada para faenar 450.000 ovejas por año. Además, es el único que procesa en escala industrial carne de liebre, también para exportación en su totalidad.
No se tiene el dato exacto de cuándo fue que el grupo Benetton ingresó como accionista del Frigorífico Faimali, pero se sabe que ya en el 2008 poseía el 33% y para el año 2015 ya tenía el 62%. Tampoco se sabe cuándo y cómo se retiró la familia Kirchner de la empresa, ya que hasta donde se pudo averiguar, hoy no están en el directorio ni poseen acciones de la firma, por más que han tenido vínculos muy estrechos con la familia Jamieson, fundadores de la firma que aún son parte de la misma...
Actualmente, la web del Frigorífico Faimali directamente dice que la empresa pertenece a la Compañía de Tierras del Sud Argentino (CTSA), del Grupo Benetton, sin dar detalles respecto de su real composición accionaria. Sin embargo, nuevamente en este caso el Boletín Oficial es un instrumento público revelador de este tipo de información que normalmente los canales institucionales de las empresas mantienen en reserva.
En este caso, tenemos el Boletín Oficial del Gobierno de Santa Cruz, en su edición del 2 de octubre de 2014 (pag. 15), que da cuenta que en ese entonces el capital dela firma era de 12 millones de pesos (aproximadamente 1,5 millones de dólares al cambio oficial de ese entonces), lo cual representa una parte muy ínfima del negocio del Grupo Benetton en Argentina. Desde ya, el negocio de la exportación de carne ovina representa cinco veces más que ese monto, a eso hay que agregarle los beneficios de este nuevo negocio del guanaco, aún no determinados. Con esto, tenemos al menos una pista de que esos números están dibujados...
En el mismo documento público se da cuenta que el directorio de la firma se conforma de miembros de CTSA y de la familia Jamieson. Nuevamente aparecen los nombres de Diego Perazzo, Alberto Muzzachelli, Gabriel Levy y Oscar Longhi; personas estas que aparecen, como ya dijimos, en los directorios de las otras empresas de Benetton en Argentina, como ser la CTSA, la nueva empresa Ganadera Códor, la minera canadiense Minsud y su subsidiaria local Minera Sud Argentina. Por la familia Jamieson figuran dos representantes. Además de ello, el presidente y vice de la firma son Marcelino Díaz y Miguel O'Byrne, representantes locales de Benetton en Santa Cruz.
La ruta comercial de la producción del frigorífico Faimali es bastante extraña: la producción va en camiones 800 kilómetros desde Río Gallegos hasta Puerto Deseado, donde se embarca al exterior. Esta operatoria para desplazar por tierra toda su producción al puerto de aguas profundas más alejado de la provincia implica un desplazamiento que requiere de aproximadamente 1.000 viajes en camión por año, 1600 km. ida y vuelta, por la ya colapsada Ruta Nacional 3, única vía troncal asfaltada de esa provincia. Aparentemente, esta modalidad fue acordada hace años atrás para hacerse beneficiarios del no cobro de retenciones a las exportaciones.
Contaminadores seriales...
Vertidos del frigorífico Faimali en la Ría de Gallegos |
Desde que el frigorífico Faimali se expandió de la mano del grupo Benetton, empezaron a haber problemas ambientales en Río Gallegos, donde se ubica su planta, precisamente a la vera de la "ría" (brazo de mar que entra al continente, donde se mezclan las aguas oceánicas saladas con las dulces provenientes de los ríos que allí desembocan). Concretamente las denuncias datan de 10 años atrás y dan cuenta del vertido de grandes cantidades de sangre proveniente de la faena a través de cañerías que vuelcan a la Ría de Gallegos. Estos vertidos contaminan el agua de la ría, producen olores nauseabundos y generan malestares respiratorios en la población circundante.
El frigorífico Faimali además está acusado de realizar quemas ilegales de sus deshechos sólidos, cuyas emanaciones son percibidas por los vecinos de la planta.
Desde ya, la empresa no se hace cargo de gestionar sus vertidos, así como tampoco el gobierno de Santa Cruz de sancionarlos por la contaminación que generan. Es el Estado quien con fondos públicos y créditos tomados en el exterior que paragemos todas y todos, está montando la infraestructura necesaria para llevar adelante esta tarea.
Desde ya, las sanciones para Benetton no caben en este sentido, al menos en la actual gestión provincial de Alicia Kirchner; ya que por la participación en el pasado de la ex-familia presidencial en los negocios de la empresa y el actual impulso del gobierno provincial a su negocio particular de la cacería de guanacos y comercialización de su carne, eso prácticamente sería imposible.
Los mandamás de Benetton en Santa Cruz
Marcelino Díaz y Miguel O'Byrne, representantes de Benetton en Santa Cruz |
De la poca información que se tiene de esta persona se sabe que es un reconocido dirigente ruralista de Río Gallegos, con destacada participación en la Federación de Entidades Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS). El actual presidente de esta entidad es Miguel O'Byrne, que también es representante de Benetton en GC y FF.
El otro dato concreto que se tiene es que Marcelino Díaz está inscripto en AFIP como empleador dueño de una empresa transportista de cargas refrigeradas en camiones. Con esto queda claro también que la operatoria de sacar la mercadería de expotación por Puerto Deseado, atravesando toda la provincia de Santa Cruz por tierra, es un costo que queda entre socios comerciales: Benetton contrata a la empresa de camiones de la misma persona que es su mandamás local.
El rol de Marcelino Díaz es fundamental en la operatoria previa de desinformación publica respecto del guanaco, para generar las condiciones propicias con la finalidad de abrir el negocio de su cacería y la comercialización de su carne por parte del Grupo Benetton; así como el lobbyng ejercido por este individuo en los diferentes estamentos del estado provincial y nacional, con el fin de obtener las autorizaciones para esta actividad prohibida a nivel internacional.
El mismo rol cumple Miguel O'Byrne, aunque esta persona es más bien la encargada de defender los intereses de Bentton ante el Estado y las entidades ruralistas que integra: la ya mencionada federación y la Sociedad Rural de Río Gallegos. Además de esto, tiene un cargo de "consejero regional" en el INTA sede Regional Patagonia Sur, y una consultora empresarial particular.
Un negocio basado en la mentira
En Santa Cruz hay un mito infundado respecto de que el guanaco "representa una plaga", el cual está basado exclusivamente en supuestos de particulares vinculados al negocio de la ganadería ovina y replicada por funcionarios provinciales y medios pautados, no habiendo ningún dato científico de base empírica respecto de cuánta es verdaderamente la población de esta especie naitva y menos aún, si realmente incide en esta actividad; que vale bien aclarar, se trata de una modalidad comercial que impacta negativamente en el medio natural y que jamás fue sometida al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, tal como lo exige la Ley Nacional 25.675.
Conviene tener en cuenta que numerosas publicaciones del CONICET dan cuenta de que la dieta del guanaco es en buena parte diferente de la del ganado ovino y mucho menor en cantidad: una oveja consume más del doble de alimento que un guanaco: de acuerdo a los diversos estudios que hay, las ovejas pueden comer en promedio hasta 530 kg de forraje por año; en cambio, los guanacos como mucho llegan a consumir 240 kg de forraje por año.
Además de esto, el guanaco con sus dientes aflilados corta las plantas por su follaje (como si fuera una podadora), en lugar de la oveja, que con su dentadura roma, las arranca de raiz, provocando la desertificación de los campos, tal como se puede constatar en vastos sectores de la provincia depredados por la ganadería ovina.
Conviene aclarar que (contrario a lo que sostienen infundadamente funcionarios y empresarios ganaderos) en todos los ámbitos científicos nacionales (e incluso a nivel internacional) hay un indudable consenso respecto de que el principal factor de desertificación y destrucción de la vegetación y el suelo en toda la Patagonia es la ganadería ovina. Además de ello, la Patagonia constituye la región de la República Argentina con mayor índice y cantidad de hectáreas desertificadas, con lo cual estamos en condiciones de afirmar que la ganadería ovina en la Patagonia es el mayor aportante la desertificación en todo el territorio nacional. El problema del sobrepastoreo ovino en la Patagonia es histórico y recurrente y ha sido motivo de numerosos estudios científicos que lo han demostrado de manera sistemática con datos fehacientes.
Estos datos están corroborados en el Mapa de la Desertificación de la República Argentina, en donde la provincia de Sata Cruz es la que mayor superficie desertificada presenta en todo el país (tanto en cantidad de hectáreas como en porcentaje respecto al total), siendo notable además que dentro del grado de desertificación, en Sata Cruz predomina la de tipo severa.
El otro dato no menor, es que (según el mapa anterior) la zona donde se localiza la Estancia El Cóndor es la que menos problemas presenta de defertificación y sobrepastoreo, con lo cual no existen fundamentos de índole técnico-científico para justificar la eliminación del guanaco en este establecimiento.
Con esto queda claro que el guanaco no arruina los campos ni los desertifica (sino que lo que lleva a esa situación es la propia ganadería ovina) y lejos está de poder ser considerado una plaga, ya que se trata de una especie natva que ocupa su propio hábitat de donde es originario. Tampoco se lo puede considerar estrictamente un competidor con las ovejas, puesto que la dieta en ambos casos es diferente y sólo compiten en caso de sobrecarga ganadera, un tema del cual en Santa Cruz "no se habla".
Mapa de la desertificación en la Republica Argentina (click acá para ampliar) |
Los censos de camélidos americanos realizados con metodologías científicas avaladas internacionalmente, basadas en el conteo directo y sistemático de individuos a través de transectas periódicas efectuadas en el campo, dan cuenta de que en toda la Provincia de Santa Cruz la población ronda entre los 250.000 y 300.000 individuos.
Teniendo en cuenta que este dato es de hace 8 años y que en el supuesto caso que el guanaco no sea cazado y su habitat se encuentre en condiciones (ninguna de las dos cosas ocurre actualmente), el crecimiento vegetativo de la población podría llegar a ser de entre 10 y 12 % interanual (muy lejos del 15 a 20 % que sostienen los empresarios ganaderos y funcionarios de Santa Cruz). Con estos números, el cálculo más optimista que nos puede dar esta metodología para inferir la verdadera población actual de guanacos es de 700.000 individuos y el menos optimista de 500.000 individuos. Tomando este número y teniendo en cuenta que el hábitat de esta especie
actualmente abarca las dos terceras partes de la provincia, estamos
hablando de una densidad de un guanaco cada 30 hectáreas en el mejor de los casos.
Tomando el promedio de este rango y la superficie de la Estancia El Cóndor (220.000 has.) en relación al total del hábitat del guanaco en la Provincia de Santa Cruz, en dicho establecimiento deberían haber como máximo 7.000 guanacos. Este sería el dato más aproximado que se puede obtener, ya que hasta donde se pudo averiguar, en ese establecimiento jamás se hizo una transecta; de todos modos, como se verá más adelante, este número casi coincide con la cantidad autorizada para la cacería, lo cual da cuenta de que, como concluimos al final del trabajo, el objetivo final de Benetton con respecto a esta especie nativa en el fondo no es el aprovechamiento económico, sino, lisa y llanamente, la eliminación de la misma dentro de sus propiedades...
En contraposición a los datos de la población de guanacos, se dispone de las estadísticas oficiales respecto de la cantidad de ovejas que hay en esa provincial: rondando entre 2.800.000 y 3.100.000 ovejas, según el INTA, dato que se va a corroborar cunado finalice el censo nacional agropecuario que se está llevando a cabo en este momento. Este dato se contrapone a lo expuesto por las entidades rurales que afirman que las ovejas en esa provincia no llegan a 1.200.000 cabezas. No es una novedad en el ámbito rural que históticamente los dueños de los campos retaceen esta información o la den de manera parcial, ya que de estos números dependen en gran medida los impuestos que pagan...
Según datos extraoficiales, en la Estancia El Cóndor habrían 80.000 ovejas.
Si se aplicara la fórmula de capacidad de carga ganadera para el tipo
de forraje que presenta ese establecimiento (uno de los de mejor calidad
de la Patagonia árida) que sería de aproximadamente 0,3
ovejas/hectáreas, el campo podría soportar con holgura una dotación de
68.000 ovinos; con lo cual, la estimaión anterior está dentro de los
parámetros lógicos. Consecuentemente, en dicho latifundio hay 10 veces
más ovejas que guanacos... ¿cuál de los dos es la plaga entonces?
De esta manera, temos por un lado el dato de las estadísticas oficiales y los censos realizados por instituciones científicas que dan cuenta que en Santa Cruz la población de guanacos es aproximadamente 8 veces menor que la de ovejas; y por otro lado el dato inventado por los lobbystas de Benetton, que dicen (infundadamente, claro está) que hay el doble de guanacos que de ovejas en esa provincia.
Sin embargo, cuando se habla de negocios, para el gobierno y los medios hegemónicos la palabra calificada es la del dueño de ese negocio, la sus representantes o la de sus voceros de prensa, por más que ésta sea infundada, intentando expresar una erudición en materia de ecología y medio ambiente que en verdad no tienen, y descartando de plano cualquier tipo de consideración científica al respecto...
Algo que
tampoco se informa, pero que se sabe extra-oficialmente, es que en la
Estancia El Cóndor hay una gran cantidad de locaciones petroleras. Es más, en
algunos medios se ha filtrado solapadamente que el pago
de las petroleras por el usfructo de su propiedad resulta ser más
rentable para el Grupo Benetton que la ganancia que percibe por la
actividad ganadera que se desarrolla en el establecimiento. Desde
ya, hasta un principante en las ciencias del ambiente, pude determinar
que la actividad hidrocarburífera intensiva (como la que se desarrolla
en ciertos sectores de la Estancia El Cóndor) puede incidir negativamente mucho
más en la ganadería ovina que cualquier factor
natural.
Los accidentes en las rutas
Una de las excusas que se han puesto para justificar la cacería del guanaco es la ocurrencia de accidentes viales en las rutas de esa provincia, algunos de ellos fatales. Al respecto, conviene considerar dos puntos:
El primero es que la infraestructura vial de esa provincia no cuenta con ninguna medida como las especificadas internacionalmente para la salvaguarda de la fauna nativa y la preservación de sus corredores biológicos; así como tampoco existe en la mayoría de las rutas señalización que advierta respecto de las precauciones a tomar respecto de la posibilidad de cruzarse con ejemplares de la especie.
El segundo es que en esa provincia no existe ningún tipo de restricciones a la velocidad máxima recomendada para aquellas rutas que atraviesan zonas con cruce de fauna nativa, que es entre 60 y 80 Km/h, según las densidades y topografía del terreno. Más allá de esto, tampoco hay en esa provincia controles viales en estas zonas.
Con esto, se demuestra sin más, que la responsabilidad por accidentes viales provocados por colisiones a guanacos es exclusivamente por falta de infraestructura adecuada en las obras viales de esa provincia, falta de señalización y/o advertencia en esas zonas, así como de imprudencia de los conductores al circular a muy altas velocidades en zonas con cruce de fauna.
Como se sabe, en diferentes lugares del país donde habita el guanaco se han realizado experiencias exitosas de uso sustentable de dicha especie, que a su vez ha permitido su monitoreo efectivo. Desde ya, estas alternativa no entran en los parámetros de Benetton
Quien suscribe ha participado en una experiencia de silvestría de guanacos, consistente en el arreo, esquila y suelta, realizada anualmente por pobladores originarios en la Reserva La Payunia, Provincia de Mendoza, desde hacen ya 15 años. Esta experiencia consiste en arrear los guanacos hacia una manga especialmente montada, por donde son llevados hasta corrales en donde se los tiene por dos días y son esquilados, mientras se les hace estudios biológicos y genéticos y se los individualiza y marca para luego seguirlos en sus rutas migratorias. Además de ello, los mismos puesteros realizan el hilado de la lana, ya sea de manera manual, con técnicas tradicionales o procesándola en una planta con maquinaria especial montada en la zona, que también es de ellos. Esta experiencia en particular (además de preservar la especie) ha sido diseñada y subsidiada por el Estado para beneficiar directamente a la población local (nucleados en una cooperativa) y no a los terratenientes. Por este motivo reúne los tres requisitos para ser considerado una actividad en el marco del desarrollo sustentable: económico, social y ambiental.
En el caso de la cacería de la especie propiciada y realizada por Benetton, no hay sustentabilidad (a pesar de que ellos insisten en decir que sí), ya que en el plano ambiental se está apuntando sin más al exterminio de la especie dentro de un campo particular (con el eufemismo de un supuesto "control de la población), exclusivamente para beneficiar a otra actividad más depredadora del medio natural, como lo es la ganadería ovina. En la faz económica, el beneficio es sólo para las empresas de Benetton: Ganadera Cóndor y Frigorífico Faimali. En el plano social tampoco hay sustentabilidad, ya que las empresas de Benetton son las que menos cantidad de empleados tienen, ya sea si se mide el porcentaje de trabajadores por cantidad de hectáreas, cantidad de ovejas o tamaño de la inversión o emprendimiento.
El Plan Nacional del Manejo del Guanaco y los incumplimientos del Gobierno de Santa Cruz
En el año 2006 la entonces Secretaría de Ambiente de la Nación publica el documento del Plan Nacional del Manejo del Guanaco, el cual posteriormente fue aprobado por la Resolución 477/2006 de ese organismo.
A su vez, en el mismo documento, se reconocen (entre otras) como amenazas indirectas para la conservación de la especie, la debilidad institucional para el control y monitoreo, la estructura y tenencia de la tierra (como factor clave del sobrepastoreo ovino y la consecuente degradación del suelo y la flora, así como del avance de la desertificación) y la falta de áreas naturales protegidas necesarias para la adecuada conservación de la especie, tanto en cantidad y proporción de superficie. Actualmente la Patagonia Árida presenta menos del 1% de su superficie bajo este estatus legal de protección y con gestión efectiva en el terreno, constituyendo en números aproximados unas 700.000 hectáreas dentro de un total de 80.000.000 de hectáreas.
Asimismo, el documento destaca claramente que una amenaza concreta para la conservación del guanaco es la percepción negativa por parte de los productores ganaderos, que lo consideran un competidor con el ganado ovino, aclarando dicho escrito oficial que siempre este sector ha sobredimensionado la población existente.
Ninguna de estas amenazas han sido analizadas y/o estudiadas por el Gobierno de Santa Cruz en su territorio, y menos que menos aún, abordadas por el esatado provincial. Los funcionarios sólo se han dejado llevar por las consideraciones de los empresarios ganaderos (especialmente los grandes), los cuales evidentemente tienen una visión sesgada por sus negocios particulares, que evidentemente son contrarios al interés general representado por la protección del ambiente y la conservación de la naturaleza.
El Gobierno de Santa Cruz incluso (por pedido expreso del empresariado de la ganadería ovina al que se le suma el lobbying corporativo de la megamineria) promueve la aberración de prohibir por ley la creación de nuevas áreas naturales protegidas en su territorio provincial. Desde ya, esta medida es contraria a los Principios de la Política Ambiental establecidos en la Ley Nacincial 25.675, al Convenio Internacional de Diversidad Biológica (aprobado por Argentina mediante Ley Nacional 24.375), a los postulados más básicos de protección ambiental a nivel mundial, establecidos en documentos de amplio consenso internacional, como por ejemplo los Objetivos del Milenio o los Objetivos del Desarrollo Sustentable. Desde ya, el Plan Nacional de Manejo de Guanaco está advirtiendo que las áreas naturales protegidas existentes en el hábitat del guanaco son escasas y recomienda su amplicación en cantidad y sobre todo en superficie, con lo cual esta medida descabellada del Gobierno de Santa Cruz es también contraria a los postulados del Plan para conservar la especie.
El Plan de Manejo del Guanaco de la Provincia de Santa Cruz
Las autoridades nacionales en materia de protección ambiental jamás exigieron a Santa Cruz regularizar todos estos incumplimientos y por el contrario, allanaron el camino para autorizar la cacería comercial de guanacos, exclusivamente como parte de un negocio de Benetton, basándose en un documento denominado Plan de Manejo del Guanaco en la Provincia de Santa Cruz, elaborado en 2014.
Curiosamente, de acuerdo a lo que informan los medios locales, este documento (no disponible en la web) no tuvo intervención de ninguna autoridad de aplicación en materia de protección ambiental y/o conservación de la naturaleza a nivel provincial y sólo intervinieron en calidad de observadores algunos técnicos del Ministerio de Ambiente de la Nación y del Conicet.
De la misma fuente se confirma que el documento fue redactado exclusivamente por los propios interesados en el negocio de la cacería del guanaco: representantes del Consejo Agrario Provincial y de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (entidad privada que nuclea a todas las sociedades rurales de esa provincia). De hecho, la presentación oficial del mismo estuvo a cargo del presidente de esa entidad, Miguel O'Byrne, quien a su vez (como ya se dijo) es miembro del directorio de las empresas de Benetton en Santa Cruz. El resto de los que fuguran sólo intervinieron en la validación del mismo.
Con esto se infiere que el contenido de dicho documento responde específicamente a los intereses particulares de quienes lo redactaron o a sus socios comerciales. El propio Miguel O'Byrne en la presentación del mismo dijo que el objetivo de este plan provincial es viabilizar el aprovechamiento comercial de la carne y la fibra de guanaco...
Conviene aclarar que en este documento se estima que la población del guanaco en Santa Cruz era de un millón de individuos. Desde ya, se trata de una cifra determinada con un alto grado de impresición y metodología no sistemática. No obstante, esa cifra (aún con todo lo tendenciosa que es) resulta ser la mitad de lo que expresan públicamente los mismos representantes de Benetton que participaron de la elaboración del mismo, como excusa (infundada, calro está) para justificar su eliminación de sus latifundios.
Se lanza la cacería...
Una de las excusas que se han puesto para justificar la cacería del guanaco es la ocurrencia de accidentes viales en las rutas de esa provincia, algunos de ellos fatales. Al respecto, conviene considerar dos puntos:
El primero es que la infraestructura vial de esa provincia no cuenta con ninguna medida como las especificadas internacionalmente para la salvaguarda de la fauna nativa y la preservación de sus corredores biológicos; así como tampoco existe en la mayoría de las rutas señalización que advierta respecto de las precauciones a tomar respecto de la posibilidad de cruzarse con ejemplares de la especie.
El segundo es que en esa provincia no existe ningún tipo de restricciones a la velocidad máxima recomendada para aquellas rutas que atraviesan zonas con cruce de fauna nativa, que es entre 60 y 80 Km/h, según las densidades y topografía del terreno. Más allá de esto, tampoco hay en esa provincia controles viales en estas zonas.
Con esto, se demuestra sin más, que la responsabilidad por accidentes viales provocados por colisiones a guanacos es exclusivamente por falta de infraestructura adecuada en las obras viales de esa provincia, falta de señalización y/o advertencia en esas zonas, así como de imprudencia de los conductores al circular a muy altas velocidades en zonas con cruce de fauna.
Como se sabe, en diferentes lugares del país donde habita el guanaco se han realizado experiencias exitosas de uso sustentable de dicha especie, que a su vez ha permitido su monitoreo efectivo. Desde ya, estas alternativa no entran en los parámetros de Benetton
Quien suscribe ha participado en una experiencia de silvestría de guanacos, consistente en el arreo, esquila y suelta, realizada anualmente por pobladores originarios en la Reserva La Payunia, Provincia de Mendoza, desde hacen ya 15 años. Esta experiencia consiste en arrear los guanacos hacia una manga especialmente montada, por donde son llevados hasta corrales en donde se los tiene por dos días y son esquilados, mientras se les hace estudios biológicos y genéticos y se los individualiza y marca para luego seguirlos en sus rutas migratorias. Además de ello, los mismos puesteros realizan el hilado de la lana, ya sea de manera manual, con técnicas tradicionales o procesándola en una planta con maquinaria especial montada en la zona, que también es de ellos. Esta experiencia en particular (además de preservar la especie) ha sido diseñada y subsidiada por el Estado para beneficiar directamente a la población local (nucleados en una cooperativa) y no a los terratenientes. Por este motivo reúne los tres requisitos para ser considerado una actividad en el marco del desarrollo sustentable: económico, social y ambiental.
En el caso de la cacería de la especie propiciada y realizada por Benetton, no hay sustentabilidad (a pesar de que ellos insisten en decir que sí), ya que en el plano ambiental se está apuntando sin más al exterminio de la especie dentro de un campo particular (con el eufemismo de un supuesto "control de la población), exclusivamente para beneficiar a otra actividad más depredadora del medio natural, como lo es la ganadería ovina. En la faz económica, el beneficio es sólo para las empresas de Benetton: Ganadera Cóndor y Frigorífico Faimali. En el plano social tampoco hay sustentabilidad, ya que las empresas de Benetton son las que menos cantidad de empleados tienen, ya sea si se mide el porcentaje de trabajadores por cantidad de hectáreas, cantidad de ovejas o tamaño de la inversión o emprendimiento.
El Plan Nacional del Manejo del Guanaco y los incumplimientos del Gobierno de Santa Cruz
En el año 2006 la entonces Secretaría de Ambiente de la Nación publica el documento del Plan Nacional del Manejo del Guanaco, el cual posteriormente fue aprobado por la Resolución 477/2006 de ese organismo.
A su vez, en el mismo documento, se reconocen (entre otras) como amenazas indirectas para la conservación de la especie, la debilidad institucional para el control y monitoreo, la estructura y tenencia de la tierra (como factor clave del sobrepastoreo ovino y la consecuente degradación del suelo y la flora, así como del avance de la desertificación) y la falta de áreas naturales protegidas necesarias para la adecuada conservación de la especie, tanto en cantidad y proporción de superficie. Actualmente la Patagonia Árida presenta menos del 1% de su superficie bajo este estatus legal de protección y con gestión efectiva en el terreno, constituyendo en números aproximados unas 700.000 hectáreas dentro de un total de 80.000.000 de hectáreas.
Asimismo, el documento destaca claramente que una amenaza concreta para la conservación del guanaco es la percepción negativa por parte de los productores ganaderos, que lo consideran un competidor con el ganado ovino, aclarando dicho escrito oficial que siempre este sector ha sobredimensionado la población existente.
Ninguna de estas amenazas han sido analizadas y/o estudiadas por el Gobierno de Santa Cruz en su territorio, y menos que menos aún, abordadas por el esatado provincial. Los funcionarios sólo se han dejado llevar por las consideraciones de los empresarios ganaderos (especialmente los grandes), los cuales evidentemente tienen una visión sesgada por sus negocios particulares, que evidentemente son contrarios al interés general representado por la protección del ambiente y la conservación de la naturaleza.
El Gobierno de Santa Cruz incluso (por pedido expreso del empresariado de la ganadería ovina al que se le suma el lobbying corporativo de la megamineria) promueve la aberración de prohibir por ley la creación de nuevas áreas naturales protegidas en su territorio provincial. Desde ya, esta medida es contraria a los Principios de la Política Ambiental establecidos en la Ley Nacincial 25.675, al Convenio Internacional de Diversidad Biológica (aprobado por Argentina mediante Ley Nacional 24.375), a los postulados más básicos de protección ambiental a nivel mundial, establecidos en documentos de amplio consenso internacional, como por ejemplo los Objetivos del Milenio o los Objetivos del Desarrollo Sustentable. Desde ya, el Plan Nacional de Manejo de Guanaco está advirtiendo que las áreas naturales protegidas existentes en el hábitat del guanaco son escasas y recomienda su amplicación en cantidad y sobre todo en superficie, con lo cual esta medida descabellada del Gobierno de Santa Cruz es también contraria a los postulados del Plan para conservar la especie.
El Plan de Manejo del Guanaco de la Provincia de Santa Cruz
Las autoridades nacionales en materia de protección ambiental jamás exigieron a Santa Cruz regularizar todos estos incumplimientos y por el contrario, allanaron el camino para autorizar la cacería comercial de guanacos, exclusivamente como parte de un negocio de Benetton, basándose en un documento denominado Plan de Manejo del Guanaco en la Provincia de Santa Cruz, elaborado en 2014.
Curiosamente, de acuerdo a lo que informan los medios locales, este documento (no disponible en la web) no tuvo intervención de ninguna autoridad de aplicación en materia de protección ambiental y/o conservación de la naturaleza a nivel provincial y sólo intervinieron en calidad de observadores algunos técnicos del Ministerio de Ambiente de la Nación y del Conicet.
De la misma fuente se confirma que el documento fue redactado exclusivamente por los propios interesados en el negocio de la cacería del guanaco: representantes del Consejo Agrario Provincial y de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (entidad privada que nuclea a todas las sociedades rurales de esa provincia). De hecho, la presentación oficial del mismo estuvo a cargo del presidente de esa entidad, Miguel O'Byrne, quien a su vez (como ya se dijo) es miembro del directorio de las empresas de Benetton en Santa Cruz. El resto de los que fuguran sólo intervinieron en la validación del mismo.
Con esto se infiere que el contenido de dicho documento responde específicamente a los intereses particulares de quienes lo redactaron o a sus socios comerciales. El propio Miguel O'Byrne en la presentación del mismo dijo que el objetivo de este plan provincial es viabilizar el aprovechamiento comercial de la carne y la fibra de guanaco...
Conviene aclarar que en este documento se estima que la población del guanaco en Santa Cruz era de un millón de individuos. Desde ya, se trata de una cifra determinada con un alto grado de impresición y metodología no sistemática. No obstante, esa cifra (aún con todo lo tendenciosa que es) resulta ser la mitad de lo que expresan públicamente los mismos representantes de Benetton que participaron de la elaboración del mismo, como excusa (infundada, calro está) para justificar su eliminación de sus latifundios.
Se lanza la cacería...
Una vez redactado, presentado y validado el Plan de Manejo del Guanaco en la Provincia de Santa Cruz, el gobierno provincial procede a autorizar la cacería comercial en la temporada 2016, sin contar todavía con aval de la autoridad de aplicación nacional. conviene aclarar además que ya desde hace unos años estaba autorizada en esta provincia la "cacería deportiva", aunque con una serie de requisitos que la limitaba bastante.
La autorización nacional llega un año después, mediante la Resolución 711/2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, mediante la cual se habilita un cupo de 200 individuos para la comercialización y transporte nacional e internacional de productos o subproductos cárnicos.
Unos días después de aprobada esta resolución, se aprueba otra, la Resolución 766/2017, del mismo organismo del gobierno nacional, que habilita un cupo adicional de 6.000 ejemplares. Lo curioso de esta resolución son dos cosas:
Por un lado, el crecimiento exorbitante del cupo fijado apenas días antes de la primera resolución, instancia previa reciente que además no figura ni en el articulado ni en los considerandos de la nueva resolución.
Por otro lado la conformación de una "mesa interinstitucional sobre el manejo del guanaco" en donde se incluye a reparticiones del Ministrio de Ciancia y Tecnología, el Ministerio de Agroindustria, el Ministerio de la Producción, el INTI, el SENASA y el CONICET, dejando afuera a dos autoridades de aplicación fundamentales en este tema: el COFEMA (Consejo Federal del Medio Ambiente) y la Secretaría de CITES (Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), a los que solamente se las notifica de la novedad.
El dato no menor de todo esto, es que el cupo de 6.200 guanacos autorizados a cazar casi coincide con la estimación de la población de esta especie en la Estancia El Cóndor mencionada con anterioridad en el presente escrito, con lo cual se vuelve a ratificar que el propósito verdadero de Benetton es exterminar esta especie de sus peopiedades, que en definitiva es a la conclusión que se arriba tras este extenso y fundamentado análisis.
Si bien las mencionadas resoluciones son en lo concreto genéricas, la movida estuvo en un todo planificada y direccionada por los representantes de Benetton en Argentina, siendo que, además son prácticamente los únicos que pueden llevar adelante el procedimiento conpleto: cacería, faenamiento, distribución interna y exportación. Los otros interesados en la cacería comercial de guanacos (pero que no participaron en la elaboración del programa) son los dueños de La Anónima (familia Braun Menendez), que también tienen estancias con guanacos en Santa Cruz; pero desde ya, tendrían que compartir el cupo autorizado...
En el fondo, la intención de Benetton es deshacerse de la especie
A un año de implementada la comercialización de carne de guanaco a nivel nacional e internacional, con toda la movida realizada por el estado provincial y nacional (tan sólo para beneficiar a un grupo empresario que no da empleo, no incide para nada en las economías regionales y fuga al exterior absolutamente todo lo que produce y que gana), los capitostes locales de Benetton salieron a decir que no les resuta rentable el negocio, sin respaldar con ningún dato concreto tales afirmaciones. No obstante, no presentaron ninguna solicitud para dejar sin efecto las autorizaciiones que tienen para matar esos 6.000 guanacos de la segunda resolución, cupo que empezarán a usar este año, luego de los 200 de la primera resolución que mataron el año pasado, como "prueba piloto" de la cual, desde ya, no se ha dado a conocer ningún resultado.
Con esto queda claro que el fin exclusivo de toda esta puesta en escena montada por Benetton, definitivamente es hacer desaparecer los guanacos de sus propiedades en Santa Cruz, en nombre del "desarrollo sustentable", de la misma manera que están haciendo con los Pueblos Originarios en Chubut, aparato represivo estatal mediante.
La autorización nacional llega un año después, mediante la Resolución 711/2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, mediante la cual se habilita un cupo de 200 individuos para la comercialización y transporte nacional e internacional de productos o subproductos cárnicos.
Unos días después de aprobada esta resolución, se aprueba otra, la Resolución 766/2017, del mismo organismo del gobierno nacional, que habilita un cupo adicional de 6.000 ejemplares. Lo curioso de esta resolución son dos cosas:
Por un lado, el crecimiento exorbitante del cupo fijado apenas días antes de la primera resolución, instancia previa reciente que además no figura ni en el articulado ni en los considerandos de la nueva resolución.
Por otro lado la conformación de una "mesa interinstitucional sobre el manejo del guanaco" en donde se incluye a reparticiones del Ministrio de Ciancia y Tecnología, el Ministerio de Agroindustria, el Ministerio de la Producción, el INTI, el SENASA y el CONICET, dejando afuera a dos autoridades de aplicación fundamentales en este tema: el COFEMA (Consejo Federal del Medio Ambiente) y la Secretaría de CITES (Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), a los que solamente se las notifica de la novedad.
El dato no menor de todo esto, es que el cupo de 6.200 guanacos autorizados a cazar casi coincide con la estimación de la población de esta especie en la Estancia El Cóndor mencionada con anterioridad en el presente escrito, con lo cual se vuelve a ratificar que el propósito verdadero de Benetton es exterminar esta especie de sus peopiedades, que en definitiva es a la conclusión que se arriba tras este extenso y fundamentado análisis.
Si bien las mencionadas resoluciones son en lo concreto genéricas, la movida estuvo en un todo planificada y direccionada por los representantes de Benetton en Argentina, siendo que, además son prácticamente los únicos que pueden llevar adelante el procedimiento conpleto: cacería, faenamiento, distribución interna y exportación. Los otros interesados en la cacería comercial de guanacos (pero que no participaron en la elaboración del programa) son los dueños de La Anónima (familia Braun Menendez), que también tienen estancias con guanacos en Santa Cruz; pero desde ya, tendrían que compartir el cupo autorizado...
En el fondo, la intención de Benetton es deshacerse de la especie
A un año de implementada la comercialización de carne de guanaco a nivel nacional e internacional, con toda la movida realizada por el estado provincial y nacional (tan sólo para beneficiar a un grupo empresario que no da empleo, no incide para nada en las economías regionales y fuga al exterior absolutamente todo lo que produce y que gana), los capitostes locales de Benetton salieron a decir que no les resuta rentable el negocio, sin respaldar con ningún dato concreto tales afirmaciones. No obstante, no presentaron ninguna solicitud para dejar sin efecto las autorizaciiones que tienen para matar esos 6.000 guanacos de la segunda resolución, cupo que empezarán a usar este año, luego de los 200 de la primera resolución que mataron el año pasado, como "prueba piloto" de la cual, desde ya, no se ha dado a conocer ningún resultado.
Con esto queda claro que el fin exclusivo de toda esta puesta en escena montada por Benetton, definitivamente es hacer desaparecer los guanacos de sus propiedades en Santa Cruz, en nombre del "desarrollo sustentable", de la misma manera que están haciendo con los Pueblos Originarios en Chubut, aparato represivo estatal mediante.