15/2/14

LA ETERNIDAD Y UN DÍA

por Eugenia Segura


Cien mil años tardan en estabilizarse los desechos radiactivos, en dejar de ser peligrosos. No existe en el mundo construcción alguna hecha por el hombre que haya durado ni siquiera la décima parte de ese tiempo, dice el nodo central de uno de los mejores documentales sobre la contaminación nuclear, “Into Eternity” (Hacia la Eternidad), que podía verse por You Tube hasta que una compañía curiosamente, llamada “Magic Hour” (Hora Mágica), obstruyera con un juicio de copyright nuestro derecho a enterarnos de ese dato duro. Iba sobre una especie de descenso al infierno que el director, Michael Madsen, hizo a un cementerio nuclear llamado Onkalo (que quiere decir “oculto”), en Finlandia, que casualmente quiere decir… Mejor no les cuento el final de la peli, por si alguna vez podemos recuperar el derecho a verla, nomás les digo que es tremenda y bella. Un viaje por los pasadizos del tiempo hasta ese vértigo que es para los humanos la idea de la eternidad.

Al lado de los cien mil años que demora una barrita de material radiactivo deshechada en volverse una inerte barra de plomo, mediante la desintegración atómica que transforma elementos radioactivos inestables en otros estables;  los treinta mil años que lleva la humanidad dando muestras de que en este planeta hay vida inteligente (¿la hay? Al menos eso parece desde la escultura más antigua hecha por el hombre, en marfil de mamut, que dataría de 40.000 años), parecen cosa de nada. Un parpadeo el día en que los primeros habitantes del suelo sudamericano pusieron sus manitas sobre una piedra, y les rociaron pintura, inventando al mismo tiempo el primer graffitti y el primer sténcil del mundo, hace 10.000 años. Una verdadera pintada, que quiere decir algo así como “estos somos, esta es nuestra huella, estas son nuestras manos. Y están, simple y bellamente, unidas sobre esta tierra”. O, como se ve en la peli que comentamos recién, también la comparación con los ya más recientes 5.000 años que hace que los Antiguos Egipcios construyeron las pirámides.

La cadena de desintegración del uranio radioactivo es prácticamente eterna, el uranio agotado que es descartado de la industria nuclear puede tardar entre 100 y 300 mil años para convertirse en un elemento estable, durante ese período se transforma en diversos elementos inestables, emitiendo radiación dañina para todos los seres vivos, hasta terminar en el plomo inerte. Para saber a qué elemento representa cada símbolo químico, se recomienda echarle un vistazo a la Tabla Periódica.


Menos que un parpadeo, entonces, los 25 años que lleva en el poder el genocida Gildo Insfrán –aunque  el autoritarismo y el miedo les haga sentir a los formoseños que es un tiempo larguísimo. Genocida aquí y ahora, carga con la muerte de muchos qoms, y, con la decisión de instalar en Formosa el reactor nuclear CAREM, acaba de pasar a otra categoría: la de genocida a perpetuidad. Porque, por algo que firmó en unos segundos en un escritorio, puede llegar a seguir matando hermanos hasta cien mil años después de la hora de su muerte, que –sólo la Parca lo sabe- tipito efímero a fin de cuentas, le va a llegar algún día.

Pero volvamos a la barra radioactiva, y a las construcciones hechas por el hombre, ya que el Dr. Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM, con status consultivo en Naciones Unidas), y premio Nóbel Alternativo, se toma el trabajo de explicarnos qué es a ciencia cierta ese reactor nuclear experimental CAREM 150, del que nadie oír hablar en ninguna parte del mundo, salvo en Formosa. De todos los datos que da, hay uno que me llama la atención: en el centro del reactor hay una vasija de alta presión, con una pared de 11 metros de alto, 3,5 de ancho y “la peligrosidad  de lo que sucede en su interior puede calcularse a partir del espesor de su pared: 13 a 20 centímetros”.  Imaginemos la presión de los 61 elementos combustibles, cada uno (¡¡¡cada uno!!!) con cien (¡¡¡100!!!) barras de uranio escasamente enriquecido.  Junto al río Paraguay, sobre el Acuífero Guaraní, que es la reserva de agua dulce más grande del mundo, y nutre nada menos que al pulmón del planeta, el Amazonas. Más adelante dice que esas barras, luego de recorrer kilómetros desde Buenos Aires hasta Formosa, en camiones por rutas de provincias que tienen leyes que prohíben el traslado de material radiactivo (Chaco y Santa Fe), terminarían su recorrido en piletones con paredes aún más delgadas que las de la vasija.

Nada de cementerios nucleares subterráneos como el “Oculto” de la peli Hacia la Eternidad, lo que se oculta aquí desde hace varios años, es adónde van a poner el reactor y los piletones, esos veinte centímetros que separarían no sólo a los habitantes del Chaco, Misiones, Santa Fe y Santiago del Estero de un posible Formoshima –si ocurriera un accidente de grado 7 como el de Chernobyl- sino también, apenas 20 centímetros de pared entre la lenta e inexorable contaminación radioactiva cotidiana a formoseños y paraguayos a ambos lados del río.

Levantar la cabeza

Como nos sucede a nosotros con los uruguayos por el conflicto por la papelera UPM-Botnia en Gualeguachú, como nos sucedería con los chilenos si tomáramos conciencia de la dimensión del estrago que el proyecto Andina 244 está haciendo en un campo de glaciares, a sólo 20 km de la frontera con Mendoza-, o como se corren así como si nada las líneas divisorias con Boliva por una mina de hierro (porque,  acaso alguien puede creerse el verso de que es solamente porque quieren construir ¿¿¿una ruta y una escuela???), estas decisiones tóxicas y unilaterales producen inmediatamente alarma en las Cancillerías del país que, sin comerla ni beberla, precisamente se va a tener que comer y beber –y fumar- la contaminación de arriba. Y como por arte de magia, hermana de una forma nunca vista a los pueblos que sí o sí encaran la resistencia, porque están en juego cosas como la vida, el alimento, el aire y el agua, cosas que no se transan. La matriz en todos casos es idéntica: por algún proyecto extractivo y depredador, y por razones que no sería largo enumerar: la codicia, la sed de poder y la estupidez de unos pocos. Depende de cómo se la mire, una frontera divide o conecta. Y de esa mirada depende nada menos que la salvación del planeta y de la especie humana, o, ya lo sabemos, nos devoran los de afuera.

Un hermano paraguayo me escribe: “Necesitamos de la fuerza y el apoyo de todos los argentinos de bien  para frenar esta locura que pisotea el valor de las vidas de todos. Justo ahora, que estábamos empezando a levantar cabeza, nos vienen del otro lado de la frontera con esta obra del demonio. La tendencia en el mundo desarrollado, después de la tragedia en Japón, es desmantelar centrales nucleares, y en Formosa ¡quieren lanzar prototipos experimentales! Es demencial, habiendo tantas alternativas más baratas y saludables. Necesitamos su ayuda y pronto… un abrazo fraterno a la distancia”.

Esa frase, que vaya si los argentinos también nos la sabremos, me duele doblemente en boca de un paraguayo. Porque, si bien toda la historia latinoamericana podría sintetizarse en ella: justo ahora, que estábamos empezando a levantar cabeza… viene una fuerza extraña y nos la pisotea –llámese  imperio tal o cual, llámese trasnacionales, llámese nuevo orden mundial o como quieran- en el caso del Paraguay, no me va a alcanzar la vida para pedirles perdón por esa guerra absurda y cruenta en la que, por el solo hecho de que habían decidido crecer y desarrollarse a su modo, sin endeudarse ni depender de ninguna potencia extranjera, fueron masacrados  todos los varones y muchas mujeres y hasta niños que tomaron las armas para defenderse. Fueron destruidos sus trenes, fábricas y astilleros. Y, encima, levantar cabeza del dolor de que fueran sus propios hermanos argentinos, brasileños y uruguayos, quienes les estaban haciendo eso.

Los responsables de construir y poner en funcionamiento el reactor nuclear en Formosa no han brindado ningún tipo de información respecto de los riesgos ambientales que puede traer aparejado su funcionamiento, la población tuvo que recurrir a otras fuentes para enterarse de qué se trata y los peligros latentes. En caso de ocurrencia de accidentes tipo grado 7 (como el de Chernobyl), la contaminación radioactiva podría cubrir varias provincias argentinas y la totalidad del Paraguay. El gobierno de ese país ya viene expresando su preocupación al respecto, sobre todo por el hecho de haberse enterado del proyecto a través de los medios y no por una comunicación oficial del gobierno argentino, como correspondería…


Y ahora, viene la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) a decirles y a decirnos que esa vasija de 20 centímetros de espesor no es peligrosa, sino por el contrario muy progreso y puestos de trabajo, y la energía más rechinante de limpia que existe. Como si fuéramos tan idiotas que se nos hubiera pasado inadvertido Chernobyl, y la enorme paradoja de que en Japón primero Hiroshima y Nagasaki, y luego un terremoto y una enorme ola tragándose los autos y las play stations y los carteles de neón, y cuanto aparatito electrónico alimentaran, por un rato nomás, con los milenios de cánceres y malformaciones genéticas de Fukushima, ese sueño tecnocrático hecho pedazos.

Algo hay que decir con respecto a la CNEA, por estos lares todavía estamos esperando que se haga cargo de los desastres cometidos a todo lo largo y ancho del país:

  1. Pague las millonarias multas impuestas por la contaminación del Arroyo El Tigre (Mza, 10 años).
  2. Remedie los pasivos ambientales en la mina Sierra Pintada, la mina Huemul y las colas de uranio en la Ciudad de Malargüe (Mza,  8 años).
  3. Cierre definitivamente la planta Dioxitex (Córdoba, 6 años).
  4. Desista de efectuar minería de uranio en los Parques Nacionales de Talampaya (la Rioja) y Los Cardones (Salta).
  5. Presenten el Estudio de Impacto Ambiental de la planta de enriquecimiento de uranio de Pilcaniyeu (Río Negro, 30 años).
  6. Presenten el Plan de Contingencias del Centro Atómico Bariloche y dejen de volcar metales pesados en los efluentes cloacales que van a parar al Lago Nahuel Huapi.
  7. Cierre de la mina Cantadero, ordenado por la Municipalidad de La Rioja, porque sus “medidas de seguridad con tecnología de punta” eran un par de piletas Pelopincho  donde vuelcan efluentes de cutting y lixiviantes (La Rioja, 1 año).
  8. Se retire de todos los municipios que se han declarado No Nucleares.
  9. Reconozca las pruebas en su contra presentadas ante la justicia y remedie la contaminación en Ezeiza (Buenos Aires, hace rato).
  10. Deje de tunear las piezas obsoletas de Atucha I y II, por otras un poco menos obsoletas, y frene el experimento del CAREM 25 (Luján, Pcia de Buenos Aires).
  11. Cierre definitivamente la Central Nuclear Embalse (Córdoba), en cuyo entorno han pescado peces con tres ojos, como el de los Simpson…
  12. Desista definitivamente de instalar el basurero nuclear en Gastre(Chubut).
  13. Nos diga de una buena vez dónde corno piensan instalar el CAREM 150 de Formosa, a qué tenerlo oculto, a qué tanto misterio.


La tecnología de vanguardia que emplea la CNEA en la Mina Cantadero (La Rioja) consiste (entre otros moernosos adelantos) en utilizar piletas pelopincho como una suerte de "diques de cola" donde se depositan los lodos perforantes y el cutting. Además de ser de punta, esta tecnología pareciera ser completamente segura e inocua: nótese el cuidado puesto en esas faenas que una de las pelopincho se está desbordando y esas aguas, que vaya a saber qué contienen, escurren a raudales barranca abajo...


Probablemente, tengamos que esperar una eternidad para que la CNEA trate de remediar lo irremediable. O mejor, en vez de quedarnos sentados de brazos cruzados cien mil años a ver si se dignan, nos levantemos todos juntos un día para que desmantelen sí o sí todo lo relacionado con la energía más nociva y peligrosa que jamás haya pisoteado la cabeza de todo el planeta. Existen otras energías limpias y gratuitas, tanto o más poderosas, ya hemos escrito sobre eso: es cuestión nomás de levantar la cabeza. Nos toca a todos nosotros elegir qué mundo queremos, ahora que estamos acá, entre la eternidad y un día.
 

17/1/14

EXPANSIÓN MEGAMINERA EN CHILE, MUY CERCA DE MENDOZA


La megaminería en Chile tiene una historia muy larga y amplia y durante mucho tiempo ha sido el sostén de la economía del país. Actualmente dicha economía está bastante diversificada, debido principalmente a que la empresa más grande de ese país, la estatal CODELCO se ha convertido en una empresa privada con mayoría accionaria controlada por grandes corporaciones extranjeras. Por esta razón, la megaminería ya no es la principal fuente de ingresos del Estado, pasando a ser dicha fuente de recursos, los impuestos regresivos que se le aplican a la población (IVA, Ganancias, etc.), la cual, obviamente, termina solventando las inversiones necesarias para llevar a cabo el plan devastador del saqueo megaminero en ese país, que cuenta con facilidades extraordinarias, tal como sucede en Argentina y el resto de los países latinoamericanos.

El Proyecto Andina 244

Una de las novedades más importantes de estos últimos tiempos ha sido el anuncio de la ampliación de la Mina Río Blanco, también conocida como División Andina, bajo la denominación de "Andina 244", ubicado en la cabecera del mencionado río, en el límite entre la Vª Región y la Región Metropolitana, a unos 30 km. de la ciudad de Los Andes y a 20 km. del límite internacional y de la ruta que une Mendoza con Santiago (Ruta Nacional 7 Argentina y Ruta Nacional 60 Chile, vía conocida también como "Corredor Bioceánico"); el otro dato relevante de la ubicación es la distancia a la capital, Santiago, que es de 45 km., una ciudad de 6 millones de habitantes localizada al sur, aguas abajo y potencialmente en riesgo de recibir toda la contaminación derivada del proyecto (como se verá a continuación, se está efectuando una obra de proporciones descomunales para intentar evitar esto). El estudio de impacto ambiental ha tenido severas observaciones por parte de diferentes sectores, especialmente los ambientalistas, que destaca la cercanía del mismo al principal sector glaciario del centro de Chile: los Glaciares Olivares y el impacto que ha tenido la operación de esta mina y otra adyacente en la aceleración del retroceso de uno de ellos.
Cabe destacar que la mina Río Blanco, de CODELCO, se ubica junto a otra explotación megaminera de proporciones similares, que es la Mina Los Bronces (antiguamente denominada La Disputada), perteneciente a la megaminera Angloamerican (muy conocida en Mendoza por las trapisondas cometidas por sus representantes argentinos en la Laguna del Diamante, al momento de la ampliación del área natural protegida homónima). Las dos explotaciones adyacentes están en fase de prefactibilidad para ser ampliadas a escalas descomunales: División Andina pretende ser la mina de cobre más grande del mundo; y Los Bronces, la quinta de este tipo, también a nivel mundial.

Ubicación de las explotaciones megamineras de División Andina y Los Bronces

Detalle de las minas Río Blanco (División Andina) y Los Bronces (ex La Disputada). El aspecto "sucio" que presenta la cobertura nívea en la primera de estas revela que las faenas se continúan haciendo aún en invierno, estando activas las voladuras y el acarreo y deposición de gangas en las escombreras.

Recientemente se divulgaron fotografías respecto de que ya se está trabajando en el terreno para la ampliación de la División Andina, sin embargo lo que se ve en esas imagenes es lo que ya se viene operando desde aproximadamente el año 1970. Ambos yacimientos son históricos y comenzaron su explotación a fines del siglo XIX, obviamente, a una escala mucho menor.
Conviene recordar también que tanto CODELCO como Angloamerican vienen efectuando desde hace 10 años, trabajos de exploración en las áreas vecinas a ambas explotaciones, que incluyen la perforación de los glaciares circundantes para explorar minerales debajo de ellos y la ubicación de locaiones en las áreas protegidas vecinas: Parques Nacionales Río Blanco y Yerba Loca. Recordemos que en Chile se pueden efectuar faenas mineras en zonas glaciarias y en las ANPs, el impacto producido por la actividad minera en los glaciares ha sido tan severo que incluso ha sido estudiado a nivel científico y comprobadas en el terreno sus consecuencias ambientales.


En esta imagen (igual a la anterior) se han destacado con figuras traslúcidas, la superficie aproximada de las conformaciones actuales de las explotaciones mineras de marras y su proyectos de ampliación.

El problema de los deshechos (relaves)

La enorme cantidad de deshechos generados en las explotaciones mineras tras el proceso de separación de los minerales de las rocas que los contienen, son dispuestos en enormes superficies a la intemperie, los que son en cierta medida adecuados para tal fin con dispositivos e infraestructura no del todo confiables. Estos depósitos se denominan diques de colas o tranques de relaves, y allí termina depositada la sopa química conformada por los restos de material triturado mezclado con los lixiviantes. En Chile hay alrededor de 450 de estos sitios. La mayoría de los tranques de relave existentes pertenecen a explotaciones mineras abandonadas que no han tenido un Plan de Cierre y siguen representando el mismo peligro potencial que como si se trtara de explotaciones activas.
Debido a la intensificación del proceso extractivo en División Andina y Los Bronces, desde hace unos 15 años, ambas explotaciones comenzaron a tener problemas con la disposición de los deshechos generados durante el proceso de lixiviación, ya que los emplazamientos originales se vieron colmatados y comenzaron a haber filtraciones en las cabeceras de los ríos afluentes del Aconcagua y el Mapocho, que son las dos cuencas involucradas, donde se ubican las ciudades más importantes de ese país: Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, a las que se agregan otras como Los Andes, San Felipe, etc.
La solución propuesta por las corporaciones mineras fue construir unos diques de cola o tranques de relave en zonas apartadas de las explotacones, de un tamaño muy considerable (entre 3000 y 5000 hectáreas de superficie), diseñados como para depositar allí los deshechos durante uno o dos siglos más de explotación, según los informes técnicos.
Para llevar los deshechos desde el área de explotación hasta los nuevos tranques, se construyeron conducciones a través de túneles, canales y tuberías, denominadas "concentraductos". Estas líneas de conducción de efluentes mineros atraviesan numerosos cordones montañosos y valles, en parte entubados y en parte al descubierto, con un recorrido total de 80 km. el de Minera Andina al Tranque Ovejería y 60 km. el de Los Bronces al Tranque Las Tórtolas.
Junto a los tranques se han construido plantas de recuperación secundarias para extraer más minerales de esos deshechos, con lo cual se adiciona un factor contaminente mayor. Tanto los lechos de los tranques, así como los propios diques de contención NO POSEEN MEMBRANAS IMPERMEABLES, dependiendo este punto exclusivamente de la compactación de los materiales del propio dique y lecho

En esta imagen se observa la localización de las explotaciones mineras, los antiguos tranques colmatados y los nuevos que ya están construídos a decenas de kilómetros de distancia del sitio de extracción, con la traza de los concentraductos que llevan el material de deshecho del área de explotación al sitio de disposición final. En rojo el que une la División Andina con el Tranque Ovejería y en amarillo el que une Los Bronces con el Tranque Las Tórtolas.
 
Detalle del área donde se ubican los tranques de relaves (diques de colas) nuevos. La localización es entre las rutas nacionales 5 (carretera troncal de Chile) y 57 (Corredor Bioceánico). El Tranque Las Tórtolas está a 10 km. de la Ciudad de Colina y a 30 km. del borde del Gran Santiago, el otro está 10 km. más alejado. Los dos tranques están situados a ambos lados del valle agrícola de Chacabuco, irrigado por el Río Colina

El riesgo de contaminación que generan estos cuerpos de agua tóxica es muy grande, ya sea por infiltración, escurrimiento, localización en cabeceras de cuenca, zonas falladas y de riesgo sísmico y para la fauna, especialmente las aves migratorias que aterrizan en esos falsos humedales y se mueren intoxicadas al tomar contacto con esos líquidos.
Otro detalle no menor lo constituyen los disparatados proyectos anexos a estos cuerpos de aguas contaminadas: en el caso del Tranque Ovejería, CODELCO está desarrollando un ambicioso plan de forestación en el entorno del tranque, irrigando los predios con esa misma agua deshechada del proceso minero. Angloamerican ha construido una enorme planta junto al Tranque Las Tórtolas para seguir extrayendo metales de los deshechos transportados hasta allí, efectuando una segunda y más intensa lixiviación en el lugar.

La experiencia personal de haber estado en el entorno de estas megaexplotaciones

De tanto ir y venir por el corredor biooceánico, un día se me ocurrió recorrer en detalle el sector chileno, conociendo cada uno de los asentamientos humanos, su historia y naturaleza. Así fue como en el año 2000 ingresé desde la localidad de Río Blanco por el camino a Saladillo, que es el acceso a Minera Andina, la intención era llegar a la explotación. Obviamente, eso no pudo ser: ya en la entrada al valle explotado, apenas pasada la piscicultura de Saladillo, hay un control de acceso que impide el paso de particulares ajenos a Minera Andina. En ese lugar existe una población con varios edificios tipo monoblock que cubren el estrecho valle a modo de anfiteatro cementicio, allí residen los miles de trabajadores empleados en la explotación. El mismo año pretendí llegar a Los Bronces, entrando desde Lo Barnechea (NE del Gran Santiago) con el mismo infructuoso resultado.
En el año 2006 estuve en Lo Barnechea, invitado por ese municipio a exponer sobre turismo y áreas protegidas, y allí pude tomar contacto con varios referentes del turismo local, quenes expresaron el drama de convivir con una corporación minera transnacional que controla todos los hilos de los poder del estado y maneja los detinos de la región a su antojo, sin importarle demasiado el interés de la población.


Vista desde la cumbre del Cerro La Paloma, adyacente a Minera Andina, parte de cuyas faenas se observan en el fondo del valle, que pertenece a las cabeceras del Río Blanco (o lo que quedan de ellas). El cerro alto que se ve detrás es el Aconcagua, su cercanía (50 km. en línea recta) refleja la proximidad del problema que pueden representar para los mendocinos estas gigantezcas explotaciones. Foto: Panoramio.com

Capacidad de carga ámpliamente rebasada...

La construcción de estos enormes lagos químicos que representan los diques de colas situados a decenas de kilómetros de las explotaciones y todo su complejo sistema de conducción, constituye la prueba principal de que la megaminería en Chile ha superado con creces la capacidad de carga del ecosistema, ya no en los sitios puntuales donde se ubican las explotaciones, sino a nivel ampliamente regional o incluso nacional, generando un problema ambiental severo y un riesgo de proporciones descomunales (ambas cuencas, Aconcagua y Mapocho, concentran la mitad de la población de Chile: 10 millones de habitantes) y que la contaminación generada por la megaminería hidroquímica en ese país ya no puede ser contenida ni circunscripta de ninguna manera que no sea generando un daño aún mayor. Aún así, se proyecta ampliar estas explotaciones y su operatividad a más del doble del tamaño en que se desarrollan en la actualidad.
No se puede cejar de mencionar que estos mega-proyectos de ampliación de explotaciones que ya son de envergadura mega, han generado en la población un marcado rechazo tanto a nivel asambleario autoconvocado como así también por parte de algunas instituciones oficiales que han tomado una posición muy crítica tras años de padecer las consecuencias ambientales, sociales y económicas de la megaminería hidroquímica.
 

7/12/13

RETORNANDO DEL AISLACIONISMO

 
Estuve dos semanas afuera, casi sin contacto con el mundo in-civilizado y he vuelto... Yo ya había escrito sobre esto, cuando me pasó lo mismo hace unos 4 años atrás, pero sin más que haciendo un raconto sobre todo lo que había pasado durante mi ausencia. Ahora es distinto, quiero reflexionar sobre el hecho en sí de irse y volver...
La circunstancia de que hayan transcurrido cuatro años de haber pasado por una situación similar y mucha agua bajo el puente, tal vez me haya hecho olvidar de lo que había sido esa sensación en el plano sicológico de una persona... El otro punto importante es que con el avance de la tecnología y los servicios en todo el mundo (hasta en los parajes más recónditos), uno no se podría imaginar que esa situación pudiera volver a repetirse, particularmente yo ¡ni siquiera hice las averiguaciones del caso, ya que lo descartaba de plano!
Mi reacción inmediata después de haber llegado (y re-tomado conocimiento) fue pensar en el lugar hermoso donde estaba y sus connotaciones: "El Chaltén, Capital Nacional del Trekking, visitada anualmente por cientros de miles de turistas de todo el mundo, para admirar sus paisajes y conocer las historias de las proezas de quienes poblaron estas remotas regiones y treparon esos interminables paredones de piedra, en ambos casos, bajo condiciones extremadamente hostiles" ¿como pensar que el progreso hace de las suyas, aunque de manera recortada?
El Chaltén, Santa Cruz
El pueblo pequeño es relativamente nuevo (data de fines de los '80s) y a pesar de sus condiciones ya expuestas, vive una situación de aislacionismo importante, que sólo quiebra en parte la televisión satelital. No se pueden usar celulares, los teléfonos fijos funcionan cuando tienen ganas y la internet anda en carreta o a pedal (no todas las páginas web abren y enviar un posteo en feisbuc puede demandar varios minutos). Para hablar por teléfono hay un sólo locutorio que también funciona cuando quiere y sus pícaros dueños (o las corporaciones franquiciantes, vaya a saber) manejan unos costos muy elevados, de tipo monopólicos (comunicarme con mis seres quieridos, cuando conseguía hacerlo, podía llegar a demandar entre $ 50 y 100 diarios).
En definitiva ese es un detalle y la solución pasa por adaptarse a ese momentáneo trance sicológico, pensando en que esa condición es méramente temporal, se trata de un escollo a superar y que al regreso todo volverá a su cauce, aunque puede ocurrir también que eso no sea así (depende mucho de la confianza y el amor propio). El otro problema es mantenerse informado... para quienes estamos involucrados en la lucha social, pasar por estas situaciones puede llegar a ser un verdadero problema... de todos modos, esta vez me dí cuenta, comprendí y aprendí (porque me lo hicieron notar), que pase lo que pase, uno puede descansar de eso y recargarse las pilas para volver y encarar mejores estrategias de resistencia, porque hay compas que van a seguir con la lucha aunque uno no esté y (como pasó ahora) van a conseguir importantes logros... En el buen sentido, nadie es imprescindible, a pesar de la grandiosa, emotiva y célebre frase de Bertolt Brecht "hay hombres que lucha un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos; pero hay quienes luchan toda una vida: esos son los imprescindibles"

Mientras tanto, también hay que involucrarse en los problemas locales

Como todos saben, la provincia de Santa Cruz es cuna del "modelo" y eso se siente in situ: la corrupción y el despojo se percibe en cada centímetro de este territorio tan remoto y hostil (como maravilloso paisajísticamente), condiciones que lo han vuelto el más despoblado rincón de la Argentina. La misma sensación he tenido cada vez que visité esa provincia durante los últimos 20 años...
Los chaltenenses (en su mayoría por opción) saben de eso y en ocasiones se han resistido al embate de los megaemprendimientos turísticos que amenazaron ese tesoro natural, en parte asegurado por la existencia del Parque Nacional Los Glaciares; fuera de él, es todo privado, de los amigos del poder, que no quieren curiosos ni intrusos en sus "propiedades privadas" que precisamente incluyen bosques, lagos, ríos y glaciares, que por ley son públicos (excepto, claro, en la provincia de Santa Cruz, donde todo lo público es privado, tal como lo determina implícitamente una de las premisas del "modelo")
Desde hace unos años la amenaza sobre El Chaltén es mucho más grande que la de los mega-emprendimientos turísticos, se trata de una concesión minera para explorar y explotar oro en el Lago del Desierto (distante 35 km. aguas arriba por el Río de Las Vueltas).
Lago del Desierto, Santa Cruz
¿Se acuerdan del Lago del Desierto, aquel del diferendo limítrofe con Chile? Bueno, ese lugar es un verdadero vergel, un tesoro natural único y maravilloso. Ciertamente es que quien le puso ese nombre al sitio, careció en su momento del más elemental sentido de la percepción (o como ocurrió con muchos sitios de la patagonia, la toponimia surgió mirando un mapa desde los escritorios porteños), puesto que el agua y la belleza es precisamente lo que sobran allí y las hay abundantemente en todos los estados: bosques, lagos, ríos, glaciares, nubes...
Hoy ese hermoso lugar se encuentra amenazadompor el negocio espurio de la megaminería hidrotóxica, y... ¿a que no saben quien tiene al Lago del Desierto dentro de su lista de sitios a destruir como parte de su plan devastador? Ni más ni menos que la empresa FOMICRUZ, la empresa estatal provincial megaminera creada por "Él" cuando era gobernador" que entre otras cosas está asociada con la genocida sudafricana Anglo Gold Ashanti, en la explotación de Cerro Vanguardia, cuyos niveles exponenciales de depredación son visibles desde el espacio. Con estos datos y antecedentes, más otros que pueda recabar, el lector ya podrá imnaginar los niveles de destrucción al que actualmente se encuentra expuesto el Lago del Desierto...
En teoría las concesiones mineras de la Provincia de Santa Cruz localizadas al oeste de la Ruta Nacional 40 se encuentran caídas por disposición de la ley provincial 3105, y su decreto reglamentario Nº 1327, sin embargo, la propia empresa minera provincial informa que no sólo sigue manteniendo derechos mineros en esas áreas vedadeas por ley (incluido el Lago del Desierto); sino que, además de eso, la propia autoridad minera provincial (que en teoría debería aplicar la ley) se encuentra promocionando en el portal oficial la búsqueda de inversores a los cuales asociarse para desarrollar estos pedimentos.
Mientras esta situación persista, la comunidad de El Chaltén y los parajes aledaños (en especial aquellos localizados dentro de la cuenca del Río de las Vueltas) tendrán en ciernes la amenaza de que la megaminería hidrotóxica termine para siempre con sus modos de vida. Ojalá tengan la dicha y el acierto de organizarse y resistir...


22/11/13

LA TETA ASUSTADA

(por Eugenia Segura)

Como si a Monsanto no le bastara con alterar nuestros cuerpos a través de los alimentos genéticamente modificados, ni con patentar las semillas de cuanto ser vivo pueda sembrarse en estas tierras, ni con fumigar de prepo poblaciones inocentes con glifosato, cáncer y malformaciones genéticas, ahora Mondiablo, ha demostrado que existe un más allá del carajo adonde puede irse: acaba de patentar la leche materna humana. Se cierra así la trilogía espeluznante por la que las mujeres tenemos el útero legislado por el estado, rosarios en nuestros ovarios por las iglesias, y ahora encima las TETAS PATENTADAS POR EL MERCADO GLOBAL DE LAS TRASNACIONALES SINIESTRAS

Leche humana privatizada: ¿tetas inventariadas?
Sobrevolemos por un instante el cuerpo femenino, esa Terra Incognita que, más allá –o mejor, más acá- de cualquier esencialismo, nos muestra un simple dato de la realidad: las mujeres solemos tener ovarios.  Cuerpos femeninos hipersaturados de luchas discursivas, y heridas muy concretas y reales. Territorios que contienen el misterioso, tremendo poder de fabricar seres humanos, y alimentarlos con los primeros sorbos de vida; a la larga cadena de intervenciones, formateos y atropellos a los que han sido sometidos en la historia, se añade ahora esto que supera cualquier cosa que la ciencia ficción o el cine de terror más bizarro hubieran podido concebir en sus peores pesadillas. Ya sé que suena a loco, a desmesurado, a “nah, no se van a atrever a llegar a tanto”, pero pensemos un toque: algo así deben haber sentido las primeras que se enteraron que en alguna lejana ciudad se estaban escribiendo leyes para regular el uso de sus úteros, y de ahí a la mujer china que yace en la cama de hospital con el feto de su segundo hijo al lado, como escarmiento, hay legalmente un solo paso. O de las primeras a las que les llegó el rumor de que estaban quemando por brujas a las sabedoras de los poderes curativos de las hierbas. O de que iban a tener que abandonar la complicidad de las comadronas, por los bisturís, jeringas y demás gélido aparataje de las salas de parto de los hospitales: habrán dicho tal vez el mismo nah, y ya ven, aquí estamos. Con las tetas patentadas en una lejana oficina yanqui, bajo el  Nº 8012509, y un enorme signo de pregunta: ¿hasta dónde pueden llegar las biopolíticas de control social en nuestros cuerpos?

“Vos sabés que, cuando tuve a la nena en el hospital  Lagomaggiore, cuando la fui a ver, lo primero que me dijeron es que tenía que reponerle al banco de leche la que le habían dado, y cuando les pregunté –imagináte, indignada- por qué habían hecho eso si yo tenía leche, me dijeron que era porque no le habían puesto ese cartelito donde dice la alimentación. No me quedó otra y tuve que ir a los sacadores de leche, que son como esos de las vacas, me puse a llorar ahí, de la bronca…” me cuenta Ro cuando le cuento esto de las patentes de la leche materna, y algo de ese llanto le vuelve quebrar la voz y a mojar la mirada. La entiendo por los ojos, no es para menos: en los primeros sorbos de la vida de su niña, ya se mezcló la prepotencia del sistema, y quién sabe qué más. Como una de sus estrategias es hacerte dudar, hacer que lo tuyo parezca un caso aislado, y así cortar la conexión con otras que puedan haber pasado por lo mismo, se los cuento por si saltan otros testimonios semejantes.


Lo cierto es que la patente de Nestlé-Monsanto sobre nuestras tetas, y en especial el calostro –que así le dicen en la jerga científica a la primer leche materna - ya está ahí, en el sitio oficial de patentes, a sólo un link de distancia. La misma Nestlé, en el lacónico comunicado emitido al respecto, niega pero admite que les han dado dos patentes sobre la proteína Osteoprotegerin,  bajo la excusa de “también está en otras leches”, con lo que seguimos en lo mismo, el meollo de esta cuestión: ¿quién les dio el derecho de apropiarse de los fluidos y el material genético de los seres vivos, para ponerles una marca registrada?

Cualquiera que haya seguido un rato las huellas de Monsanto en el espacio y en el tiempo, se habrá asomado varias veces al abismo de hasta dónde puede llegar la perversidad: desde la India, donde los campesinos algodoneros envenenados y emprobrecidos se suicidan en masa tragándose el mismo pesticida que la trasnacional les obliga a echar en sus campos, hasta las enfermedades y malformaciones genéticas que producen las fumigaciones de glifosato sobre las poblaciones inocentes acá nomás, en toda la pampa húmeda y el norte argentino. Desde la fabricación en las plantas de Monsanto del gas sarín, el agente naranja, el napalm y el gas mostaza utilizado en las guerras del siglo XX, hasta el acampe que está sucediendo ahora-ya en la localidad de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, donde resisten la instalación de una planta procesadora de semillas transgénicas, en un pueblo de 15.000 habitantes donde ya el 80% de los niños tiene agrotóxicos en la sangre, por los cultivos de soja y maíz. O hasta este preciso instante, donde estamos luchando para que el Congreso rechace la ley de semillas, esos paquetitos genéticos del mundo vegetal que Mondiablo quiere modificar a su antojo para tener el control total de los alimentos que todos nos llevamos a la boca.

La vía láctea

Pero Monsanto sabe que tiene una mala imagen, y recurre al viejo truco de apelar a empresas que forman parte de su monopolio y sus trust, y que todavía son bien vistas por la opinión pública, como es el caso de Nestlé y de, por ejemplo, Prolacta Biosciences. Aunque el logo del nido con los tres pajaritos ya no esté tan limpio, y haya sido denunciado por sus intentos de apoderarse de las mejores fuentes de agua del planeta –acusaciones a las que su presidente responde sin despeinarse que  sí,  que habría que privatizar el agua para que no la desperdiciemos los tontos seres humanos, nada mejor que el mercado y el verde dólar para custodiarla, para que todos los brutos sudacas aprendamos de una buena vez cuál es su valor. No es de extrañar entonces, a la luz de estas declaraciones de Nestlé, que las trasnacionales simultáneamente estén tratando de avanzar en una Reforma del Código Civil, en la que se omite precisamente, deliberadamente, el artículo que garantizaba nuestro derecho al acceso al agua potable.

Sin irnos por las ramas (¿será de leche, será de agua la gota que colme el vaso de nuestra bronca, hasta que nos decidamos todos juntos a echarlos de nuestros pagos?), lo cierto es que ya hay más de 2.000 patentes de Nestlé sobre la leche que producen nuestras tetas, según denuncia la Organización Netzfrauen –y recordemos el escueto comunicado donde Nestlé admite 2 patentes, como para recurrir a otro viejo truco: uy, error de tipeo, se les cayeron tres ceros.


Lo que nos conduce a otro gran signo de pregunta: ¿para qué hacen esto? ¿Irán a vendernos siliconas con alguna maquinita tipo expreso, que largue chorros de leche transgénica cuando se deposite una moneda en la ranura? ¿Se viene una campaña para poner medidores en los pezones de las embarazadas, para cobrar algo así como un impuesto a la teta más IVA? Difícil es estar en la cabeza de Monsanto o del presidente del grupo Nestlé, para saber exactamente adónde son capaces de llegar con estas movidas, habría que ser psicópatas para entenderlos. Pero sí podemos deducir algo, si nos detenemos a observar páginas como el sitio oficial de Prolacta Biosciences (que curiosamente, al día de la fecha, tiene 666 likes).

Y esto nos lleva por otra vía, la rama farmacológica del asunto, al ver cómo promocionan leche materna en frasquitos de 10 a 50 mililitros, bajo el nombre de Prolact+ y PremiLact, con el circulito arriba de marca registrada. Y si abrimos las ventanas de las donaciones, elija un banco de leche y conviértase en donante de leche materna. Y aquí llegamos a otra vía, la que lleva al escalofrío por la espina dorsal del que de repente lo vea.

Es obvio, jamás van a mostrarte el lado oscuro de sus negociados, siempre van a venderte con algún verso altruista o de avance medicinal-tecnológico sus productos, y los dispositivos que utilizan para instalarlos, como los bancos de leche. Donde muchísimas mujeres, con las mejores intenciones, de buena fe –o por la fuerza, como mi amiga- donan el excedente que les sale del  pecho, pensando que es para los bebés prematuros pobres y sudamericanos, poniéndose en el lugar de las madres que pierden su leche, porque acá si algo nos sobra es solidaridad y amor. Y sí, te entiendo, yo también veía con buenos ojos los bancos de leche, hasta que me encontré con esto.

Porque si seguimos la vía farmacológica, podemos llegar hasta Pfizer, Roche,  Bayer (¿te suena a “es bueno”?), que además de aspirinas, produce glifosato para fumigar maíz y soja transgénica, y también, claro, medicamentos. Y sí, detrás de algún verso como la lucha contra el cáncer -que ellos mismos producen fumigándote o haciéndote tragar los alimentos genéticamente modificados que desbordan las góndolas de su hipermundo- justifican el hecho de aislar los distintos componentes curativos que posee nuestra primera panacea universal: la leche de nuestras tetas.

 
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¿A qué o quién entonces estamos entregando inocentemente nuestra información genética? ¿A Nestlé y sus leches maternizadas o fortificadas con tal y cual cosa? ¿A Prolacta y sus frasquitos para bebés del primer mundo? ¿A Monsanto y su largo prontuario de modificar seres vivos genéticamente, y donde hay guerra, si se me permite considerar el agente naranja o el gas sarín como armas químicas, matar callando a millones de seres humanos? ¿A Pfizer, que ya tiene un historial de experimentación con seres humanos sin su consentimiento? ¿A Bayer  que, si nos remontamos a la Segunda Guerra Mundial, tenía sus laboratorios al lado del campo de concentración de Auschwitz, donde ponían a trabajar a los prisioneros en fabricar el mismo ácido cianhídrico –gas Zyklon B, como bautizaron a este en principio, oh casualidad! pesticida- que utilizaban para exterminarlos a ellos y a sus familias? Como bien anota Walter Graziano, en su libro “Hitler ganó la guerra”, curiosamente ni una sola bomba de los aviones aliados le hizo siquiera una gotera en el techo a los laboratorios de Bayer.

Volvamos entonces al primer “nah, no se van a atrever a tanto”, y repensémoslo un segundo. Mujeres, pongámosle el pecho a esta causa. Que va mucho más allá de los géneros y los devenires identitarios que quieras. Porque, seas quien seas, contáme ¿qué fue lo primero que comiste cuando llegaste a este mundo?
 

10/10/13

EL ABRAZO AL RÍO LIMAY


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El pasado martes 8 de octubre se realizó el 19º Abrazo al Río Limay, en el lugar de su nacimiento, donde el inmenso y azul Nahuel Huapi se hace inmenso y azul Limay, un acto que se realiza todos los años en repudio a la construcción de la represa Segunda Angostura, proyectada en el lugar donde se ubica el “anfiteatro”, aguas debajo de ese punto.
Fueron momentos muy emotivos los vividos en ese lugar tan emblemático para la memoria de los barilochenses y la resistencia a las renovadas formas de despojo y devastación territorial impuestas por mega-corporaciones transnacionales y gobiernos locales facilitadores.
El acto se llevó a cabo en el lugar denominado “Puente Viejo” donde se encuentra el cartel de madera recordatorio del primer abrazo, que se colocó allí en el año 2000, a 5 años del abrazo original que se realizara en 1995.
Este año la concurrencia estuvo conformada por algunos de los participantes de aquel primer abrazo, integrantes de la Comunidad del Limay (que son quienes organizan todos los años esta movida), vecinos de Bariloche y Dina Huapi, alumnos y docentes de la escuela cercana al paraje y representantes de la Municipalidad de Dina Huapi y de la Administración de Parques Nacionales.
Luego de entonarse el Himno Nacional Argentino y leerse el manifiesto original redactado en 1995 con motivo del primer abrazo al Río Limay (reproducido textualmente a continuación), algunos de los integrantes de la Comunidad del Limay dijeron palabras alusivas.
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(Izq a der) los compas Jorge Vienni, Concepción Mohana y Carlos Videla Dorna


Jorge Vienni, recordó que la defensa del Limay fue “una profunda construcción de base con un importante aporte de los maestros que trabajan la memoria de los pibes”. También criticó a los dirigentes que oportunamente se comprometieron con la defensa del río pero terminaron cajoneando la iniciativa, ya que al día de la fecha nunca se concretó la puesta en marcha del área protegida del Limay, cuya ley de creación nunca fue reglamentada ni implementada.
Carlos Videla Dorna, advirtió que “el proyecto Segunda Angostura se suspendió en 1995 por la presión popular, pero ningún gobierno hasta la fecha lo eliminó, sigue latente esperando que algún funcionario trasnochado pretenda ponerlo en vigencia”, recordando que “hace tres años intentaron reflotarlo, por eso nos reunimos cada 8 de octubre, para recordar el movimiento que produjo el pueblo para salvarle la vida al río, acá se concentraron 5.000 personas de todos los sectores sociales de Bariloche y fue la primera movilización del país en defensa de la naturaleza
Concepción Mohana, señaló que “todos los años resignificamos la lucha y la renovamos por todas estas formas de saqueo que hay en Latinoamérica, como la megaminería o el monocultivo de la soja, entre otros; y creemos que lo único que puede parar estas cuestiones es la movilización activa de la gente participando y defendiendo el terruño, el arraigo de los lugares en donde elegimos vivir se defiende estando atentos y participando”. Además hizo hincapié en el daño ambiental que provocará la construcción del tendido eléctrico que conectará Villa La Angostura con el sistema interconectado Nacional. “Sabemos que no hay otra solución para que esa localidad deje de generar electricidad con combustibles fósiles, pero es necesario que la comunidad sepa que las torres y el tendido van a atravesar el Parque Nacional y afectar a los pobladores de algunos parajes”.
Cabe destacar que el acto se desarrolló con normalidad a pesar de las condiciones climáticas adversas, con intenso viento, frío y una llovizna que por momentos se hacía notar bastante.

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"El Anfiteatro", lugar donde está planeada la construcción de la represa Segunda Angostura

Manifiesto original

Cuando el perito Francisco Pascasio Moreno entregó las tierras para su conservación dijo: "Les he dado una llave y no se han dado cuenta. La exteriorización más pura de la esencia divina del hombre es su respeto por la naturaleza, es el principio del respeto por sí mismo y por su prójimo. Así como las formaciones graníticas son el esqueleto de la tierra, las plantas sus pulmones, los océanos reguladores de su temperatura, el agua de los ríos es su sangre y sus cauces sus venas. Todo está maravillosamente coordinado, es un movimiento perpetuo y perfecto que se ha modificado a sí mismo a lo largo de milenios para mantener el equilibrio en beneficio del conjunto. El hombre, algunos hombres, con la soberbia de quien se siente omnipotente interfiere en el proceso y modifica la esencia, entonces las generaciones venideras recibirán una tierra arrasada, artificial y sin vida".
Los habitantes respetuosos, los habitantes conscientes que la tierra no les pertenece sino que ellos pertenecen a la tierra, que la tierra no la heredaron, la han tomado prestada de sus hijos, reaccionan y se ponen de pie para oponer su energía a una nueva agresión mortal. El último hálito de vida que le queda a nuestro río Limay está en nuestras manos. De la firmeza que pongamos en su defensa depende su vida. Nuestra misión es una sola, conservarlo como lo recibimos de los antiguos. Que la semilla gestada por todas las gentes, todas, beba de este río la sabiduría contenida y germine así la planta más poderosa del pueblo, su arraigo. Que sea honra del hombre proteger la vida.
Río Limay, domingo 8 de octubre de 1995. Comunidad de la Cuenca del Nahuel Huapi."

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Primer Abrazo al Río Limay del 08/10/95. Foto sacada del Boletín 1998 de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca

El efecto simbólico del abrazo

El 8 de octubre de 1995 se reunieron alrededor de 5.000 personas en la embocadura del Río Limay para rechazar la construcción de la represa y central hidroeléctrica Segunda Angostura. El proyecto pretendía intervenir el único tramo que este río aún conserva en estado natural y levantar la cota del Lago Nahuel Huapi, hecho que alteraría la dinámica hidráulica de la cuenca que preserva los sistemas naturales integrados por los lagos Moreno, Espejo, Correntoso, Gutiérrez y Frías, entre otros. También tendría un importante impacto socioeconómico sobre las propiedades privadas y fiscales próximas a la ribera y la infraestructura existente en Bariloche y Villa La Angostura. Para este cometido se pretendía dinamitar los paredones rocosos del paraje conocido como “El Anfiteatro” para trasladar la responsabilidad de regular el caudal del conjunto integrado por el Lago Nahuel Huapi y el Río Limay, actualmente en manos de la naturaleza, para ponerla en manos de los operadores de las represas.
Esta gran movilización popular conocida como "Abrazo al Río Limay" (una de las primeras protestas ambientalistas de Argentina), determinó la suspensión de la obra que ya estaba licitada, así como la posterior sanción de la ley provincial 2946 de creación del área natural protegida Río Limay, norma que lamentablemente al día de la fecha continúa sin ser implementada por parte del Gobierno Provincial.
El proyecto de represamiento nunca se canceló definitivamente, de hecho en 2008 el Gobierno Nacional, a través de la empresa Enarsa, volvió a anunciarlo, recibiendo como respuesta el mismo rechazo de parte de los barilochenses. La Comunidad del Limay pone énfasis en que mientras la obra no sea definitivamente cancelada, los abrazos al Limay se seguirán haciendo todos los años.
Siempre conviene recordar de dónde venimos, para tener claro a dónde queremos ir; que otros lucharon antes que nosotros por el ambiente que hoy podemos gozar y hoy nos están dejando la posta para que hagamos lo mismo por nuestros hijos; y que un pueblo sin arraigo y sin memoria es como un árbol sin raíz...


Un abrazo de esperanza (por Edgardo Lanfré)

Sugiero leer el escrito a continuación escuchando esta música...

Aquí estamos tus paisanos, para defenderte, Limay. Allá arriba, al borde de la barranca, un gaucho de a caballo mostraba el cartel y abajo, en la ribera, niños y adultos, mujeres y hombres, paisanos de civil o de uniforme abrazaban al río. Pasaron años y el peligro sigue latente.
La inmensa lagrima que resbala y se escapa de la boca del lago, va por el cauce de piedra. Solo el río habla. Hay un inmenso silencio solemne, es un grito que por la vida clama.
Aquí estamos hoy tus paisanos para defenderte Limay. Y allá, en las sombras están quienes decretan tu muerte, tan lejos de tu gloria, encerrados en cuatro paredes sin siquiera haber sentido tu voz cristalina,  sin siquiera haber bautizado el alma, rozando su piel con tus aguas.
Es tan desigual la batalla. Aquí, la emoción en las gargantas, corazones que palpitan por el futuro y la esperanza. Allá, el delirio, la represa, la falta de inteligencia, la alternativa de destruir. Aquí hay un alto valor, allá un alto precio.  Aquí, por sobre todo, lo vivo. Allá, la fácil conveniencia de lo muerto.
De eso se trata, de destruir en horas lo que la vida construyó por siglos. Es naturaleza contra moneda. Es justificar la conveniencia de unos pocos, hipotecando el futuro de todos. Sostener un proyecto de vida, cuya únicas variables son la suntuosidad y el consumismo de lo cotidiano, financiados con demenciales ocurrencias cuyo único beneficio es el cobro de prebendas.
“Canta mi dulce río, canta dulce Limay...” Y como ese río, enancadas en una zamba, se elevan las voces claras como tus aguas, ariscas como tu cauce, que son suaves remansos y también pueden rugir, como tu lo haces en las piedras.
“Llora la cordillera blanca como una novia...” Allá viene desde la boca del lago, el viento anda en la alameda y un Condor celoso, vigila en lo alto y aquí, de pié en la ribera, estamos parados tus paisanos para defenderte Limay.

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