1/9/10

LEY DE GLACIARES: LAS MANIOBRAS DEL "FRENTE PRO LA VICTORIA DE BARRIK GOLD" PARA IMPEDIR SU DEBATE Y SANCIÓN


Independientemente de la buena noticia que constituye la media sanción de la ley de glaciares con el texto original que miles de asambleas ciudadanas y otras organizaciones sociales de todo el país apoyaban y que fuera vetado por la presidente hace 2 años; queda claro que en los asuntos verdaderamente importantes para la vida y el futuro de la nación (como este), está perfectamente demostrado, con hechos concretos de base empírica (no con especulaciones ni apreciaciones subjetivas a las que son adictos sus referentes), reafirmo lo dicho en el post anterior: que el FPV y el PRO constituyen, políticamente hablando, una similitud ideológica de simetría absoluta, ya que a pesar de las supuestas confrontaciones meramente distractivas que pretenden meternos en la cabeza como una disputa nacional, ambas facciones defienden exactamente los mismos intereses corporativos que promueven el saqueo y la devastación del territorio.
Algún nostálgico trasnochado, de esos que solo puecen vociferar filosofía de cafetín porteño, sin conocer la realidad del resto del país, podrá especular con que la afirmación del párrafo anterior es una supina simplificación política, pero es indudable que no podrá demostrarlo con documentación veraz de ningún tipo, por lo tanto será pura elucubración infundada que no aporta ni demuestra absolutamente nada.
Los hechos concretos todo el mundo puede verlos, haciendo una no demasiado sofisticada revisión histórica, precisamente para despejar cualquier tipo de especulaciones o elucubraciones subjetivas: las caras del FPV y el PRO son las mismas que desfilaron durante el menemato, por eso el triunfo conseguido en el Congreso con la media sanción de la ley de glaciares es doble, porque es revelador, queda evidenciado que la supuesta disputa nacional entre esas dos facciones que pretenden meternos en la cabeza como una causa nacional, no es otra cosas que la interna del PJ, llevada a cabo precisamente entre las huestes del menemismo y no representa otra cosa que una muy bien orquestada maniobra distractiva, cuyo objetivo excluyente es apartar a la ciudadanía de los temas verdaderamente importantes que hacen al futuro del país, como lo es la continua extranjerización de los recursos naturales (por cierto exacerbada al extremo en los últimos 7 años) y el consecuente saqueo y devastación del territorio, propiciada por ambas facciones, como, repito, quedó plenamente demostrada en la sesión de la Cámara de Diputados del 11 de agosto.
Las sesiones anteriores donde se venía tratando este proyecto se venían cayendo en forma sistemática, gracias al “Frente PRO la Victoria de Barrick Gold” (una empresa que al parecer no funciona muy bien y por eso busca el apoyo del espectro político nacional) la nueva (o no tanto, por cierto) alianza legislativo-ejecutiva que encarnan las dos facciones principales del Partido Justicialista en el Congreso de la Nación.
Las tareas de este frente político-empresario (que tiene como principales referentes a dos socios aparentemente en pugna, como lo son Nestor Kirchner y Francisco de Narváez) tiene como norte consolidar el modelo de saqueo y devastación del territorio argentino esbozado durante la época menemista, llevado a cabo por megacorporaciones transnacionales vinculadas a los negocios de Rockefeller y otros poderosos holdings norteamericanos, las empresas que llevan a cabo la megaminería contaminante en la cordillera argentina (y del resto de América Latina, Asia y África), y conocidos bancos ingleses y suizos, entre los que se destacan:


Al ciudadano no le basta que la justicia le diga que no existe corrupción con el simple y escueto argumento de que todo es legal, cuando perfectamente entiende la escencia de todo el andamiaje de vulnerabilidad fiscal especialmente montado y aceitado para la consumación del más sutil delito de fino guante blanco. Los falsos iluminados pretenden tomar a la gente por tonta o por ingenua; y en un claro alarde de menoscabo a la inteligencia popular, sostienen el estigma de creer que el pueblo piensa o razona leyendo el diario Clarín. No cabe duda que la guerra por los medios es ideológicamente hablando una farsa total para sembrar confusión y en ese contexto, manotear lo que se pueda y salir limpios de tanto lío, pero la mugre no se puede limpiar con más mugre ni esconder debajo de la alfombra. De hecho, lo concreto en todo este embrollo es que la pareja presidencial y su séquito se sienten muy incómodos con la voz del pueblo, como por ejemplo la voz de las asambleas ciudadanas independientes, susurrándole de cerca, por eso evitan el contacto directo, y por ende reprimen y criminalizan la protesta social en toda la Argentina, donde es imperioso, para preservar los valores de la democracia, profundizar mecanismos de participación directa, algo que la generalidad de los políticos pasa por alto. Jamás los gobiernos dialogan con las asambleas, (entidades no reconocidas por el Estado que actualmente constituyen los únicos ámbitos de democracia directa que existen en Argentina), por el contrario, cada vez que pueden le mandan la gendarmería a reprimir o amedrentar o a algún oficial de justicia para notificarlos de algún procesamiento a sus miembros, cuando no alguna patota sindical para golpearlos.
Hoy más que nunca está quedando evidenciado que la gestión del gobierno nacional va en contra de los intereses del conjunto de los argentinos, la gestualidad democrática evidenciada en ciertos actos oficiales que suele seducir a más de un desprevenido, no es más que una cortina de humo para esconder todo este entramado siniestro de negociados y corrupción para despojar a la nación de patrimonio y a sus ciudadanos de sus bienes comunes.

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