7/3/10

LOS POLÍTICOS DE MALARGÜE ESTARÁN SALADOS DE LA VERGÜENZA

  
Gracias a la minera extranjera que va a extraer sales de potasio y se los va a llevar, con la inestimable  complicidad del gobierno local para convertir la Amazonia en un “verde” océano de soja[1], nos va a chupar la energía, y nos dejará por los siglos de los siglos una estéril e inútil montaña de sal, algo que podría calificarse como un saqueo nunca visto. Ahora también se supone que los siempre postergados puesteros de los más recónditos parajes de Malargüe tendrán posibilidad de acceder al servicio eléctrico; un anuncio por demás alentador para la postergada esperanza de un puñado de patriotas que sobreviven en la vastedad de la estepa del sur provincial, un gran anuncio, si proviniera de una iniciativa propia del Estado, responsable del bienestar general, pero lamentablemente esto no es así.

Cubiertos de sal: en la imágen satelital se ve la Laguna Mar Chiquita, de Córdoba (más de 2 millones de hectáreas de superficie). Allí, en época de bajante el viento desplaza los depósitos de sal a más de 200 km. de distancia (foto extraída de una publicación de la Academia de Ciencias de Córdoba). Hasta el momento nadie puede garantizar que en Malargüe no vaya a ocurrir lo mismo, siendo que allí habrá más sal para que se vuele y disperse, esa sal estará en una montaña muy sobresaliente y todos saben que el viento del sur mendocino es más fuerte y frecuente.

Nefastas obviedades

Inevitablemente y con una alta dosis de negligencia oficial, asistimos a una demostración más de que el ¿desarrollo? de Malargüe está supeditado exclusivamente a las ocurrencias de una empresa extranjera, eso quiere decir que los ámbitos locales del Estado (o más bien los ímprobos que están a cargo de ellos) son obsoletos, porque no son capaces de generar oportunidades sustentables de crecimiento que permitan sacar a esa región de su eterno estado de postración; en lugar de eso apuestan a iniciativas caducas (arenga extemporánea mediante) que sólo benefician a unos pocos, permitiendo la entrega de los recursos naturales y la fuga de las ganancias (y no hablemos del asistencialismo y demás metodologías de la ortodoxia política que en Malargüe se viene llevando a cabo al menos desde que una minoría de la aristocracia local están a cargo de la intendencia, destinando el esfuerzo y recursos del erario en eso en vez de planificar su desarrollo para el futuro en armonía con el entorno natural).
Qué vergüenza debe ser para el intendente que la electrificación rural de su departamento dependa exclusivamente de las decisiones de una empresa extranjera; pero bue, cara de piedra tendrá (además de suculentos bolsillos) para que no se le mueva ni siquiera un pelo ante semejante demostración de sumisión. Que vergüenza también para el Gobernador de Mendoza que es malargüino y hasta hoy (pasada más de la mitad de su gestión) poco y nada pudo hacer por su departamento y ahora encima esto. Qué vergüenza para ellos, porque de esa manera se manifiesta su impericia en brindar oportunidades para todos, acotándolas deliberadamente a un círculo vicioso de intereses particulares mezquinos. En definitiva, el desprestigio político no es algo que llega de un momento para el otro, sino la suma de negligentes omisiones y desaciertos, consecuencia de entender a la gestión pública como vehículo de incremento patrimonial propio, olvidándose del bienestar y el futuro de la sociedad, que es por lo que debieran ¿trabajar?

Vaya a saber quién habrá sido el cretino que les dijo a los puesteros que podrán acceder al servicio eléctrico…

…Aunque no es demasiado difícil suponer quién debe haber sido!
Ya les dijeron antes y así se justificó, que la línea eléctrica Comahue Cuyo (diseñada para llevar la energía de la Patagonia a las mineras que saquean y contaminan la Cordillera de los Andes) pase por los parajes del sudeste mendocino, impactando con desmontes y movimientos de suelo monumentales el entorno de la Reserva La Payunia, en vez de hacerla paralela a la Ruta Nacional 151, donde el impacto ambiental hubiera sido prácticamente nulo, ya que ese es un antiguo corredor que desde hace tiempo está presente en el árido ecosistema del monte austral. Obviamente, a nadie se le ocurrió explicarles a los puesteros cómo tienen que hacer para bajar la corriente de una línea de alta tensión a consumo domiciliario.
Ahora es más de lo mismo: la minera ordenó a algún representante del gobierno decirles a los puesteros que tendrán posibilidad de acceder al servicio eléctrico con la derivación que van a construir desde la línea Comahue Cuyo hasta su explotación. Pero del pequeño detalle de las bajadas de 132 KW a consumo domiciliario tampoco ni hablar… ahí la minera tiene otra fuente de financiamiento y campaña de marketing servidita en bandeja…!

¿Desarrollo? ¿Cuál desarrollo?

En Malargüe más de uno pareciera jactarse, quizás de sobremanera, de supuestas sobradas muestras de desarrollo:
  • Cruzará por su extensa geografía la línea eléctrica-minera Comahue Cuyo.
  •  Tendrán una de las explotaciones mineras más grandes del mundo y junto con ella, una gran montaña de sal (a donde ir a buscar para cuando les falte para la ensalada…!).
  •  La fibra óptica llegará muy pronto.
  •  La mina de uranio que dicen se reactivará, antes incluso de ser remediada.
  •  El petróleo que está debajo de la Laguna Llancanelo brotará a borbotones.
  •  El Pieroyer y el Planetario, que siguen siendo varios los que se preguntan para qué corno sirven, no porque fueran obsoletos, sino porque hasta el momento nadie se tomó el trabajo de explicárselo a los malargüinos.
  •  El nuevo Super Vea, linda paliza para las pymes locales.
  •  La plaza nueva inaugurada con bombos y platillos por el actual gobernador, donde se murió una nena y la plata que deben poner los vecinos para indemnizar a sus padres, culpa de funcionarios que no funcionan.
  • El cura censurador e intolerante que reivindica a la dictadura.
  • La Torre del cincuentenario que parece un cohete...(ahora pueden verla en 3D!)
¡Por favor, cuánta demostración de progreso!
Ejem, pero a pesar de semejante desborde futurista hay ciertos pequeños detalles que parecen haberse omitido en el remanido discurso oficial:
  • Llegar a Cañadón Amarillo y al yacimiento de potasio desde la ciudad cabecera sigue siendo (y es obvio que así lo seguirá) una verdadera odisea tortuosa para cualquier osada anatomía y tren delantero que se anime a semejante travesía.
  •  Todos los caminos de ese departamento siguen siendo un desastre y su planificación idem; por ejemplo, siguen construyendo la ruta por el Pehuenche, una ruta nueva muy cara que antes de que pueda ser amortizada será sumergida por el embalse portezuelo del viento (otra represa insustentable, y van…), además se olvidaron del desastrozo tramo entre el Chihuido y Baredas Blancas (pueden ir a verificarlo, aunque no les garantizo que vuelvan).
  •  La planificación turística es fantástica: las más importantes bellezas naturales que constituyen sus principales atractivos turísticos están privatizados (Laguna de la Niña Encantada, Pozo de las Ánimas, Valle Hermoso, Termas del Azufre y de Cajón Grande, Laguna Blanca, Laguna Carilauquen, Laguna Negra, Castillos de Pincheira, Cascadas del Chihuido, los fósiles de Llano Blanco, los bañados en el entorno de la Laguna Llancanelo y la mayoría de los atractivos de la Payunia). Ninguna de estas bellezas, a excepción de la Caverna de las Brujas, está administrada y en manos del Estado, reportando beneficios a toda la ciudadanía, como debiera ser.
  •  Otra perlita de la planificación turística local: los hoteles y demás alojamientos están llenos de empleados de las petroleras y mineras que pronto se irán, en vez de estar llenos de turistas.
  •  Los puesteros no tienen perspectivas de crecimiento, más que depender exclusivamente de la cría de chivos y el municipio contribuye atándolos aún más a eso: construye un mega-frigorífico en vez de impulsar su diversificación económica.
  •  La pobreza sigue aumentando en el radio urbano al mismo ritmo que avanza el paco y el asistencialismo de la municipalidad.
  •  Las colas de uranio (modelo de gestión ambiental) siguen inoculando vaya a saber qué cantidad de radiación a cuanto bípedo se desplace por cualquier lugar de esa ciudad, porque nadie sabe cuánta es esa dosis, en realidad nadie querrá saberlo, porque es más fácil hacer la del avestruz y meter la cabeza debajo de la tierra, algo que los políticos locales saben hacer muy bien, en especial cierto ex guardaparque que tiene inversiones mineras en la Reserva La Payunia (ups, se me escapó!).
Qué fácil es hablar de millonarias inversiones cuando la plata es ajena

Sabido es que las empresas mineras no ponen un centavo de su avaro bolisillo para invertir en infraestructura, sencillamente porque todo el dinero que “inviertan[2]” en este tipo de gastos será deducido de los impuestos que no pagarán, a diferencia del resto de la ciudadanía argentina, en especial el impuesto a las ganancias.
Vaya interpretación que hace el gobierno de lo que debiera ser la redistribución de la riqueza: en Argentina los que más ganan no pagan impuesto a las ganancias.
Pero las inverosimilitudes del reino del revés no terminan ahí, porque de acuerdo a la bendita legislación argentina que privilegia a las elites por sobre a la sociedad, la deducción es doble, ya que está prevista en la Ley de Inversiones Mineras y en la Ley de Impuesto a las Ganancias y a diferencia de la generalidad de los casos, la legislación no se solapa sino que se aplican las dos leyes independientemente de que se legisle dos veces sobre el mismo punto.
Esto quiere decir que la minera va a invertir 60 millones de dólares en esta obra eléctrica (que será exclusivamente para abastecerse de materia prima para su proceso), dinero que al ser deducido de sus estados contables, indudablemente es plata del Estado regalada a las empresas extranjeras; pero la deducción que la minera le pasará al Estado será de 120 millones de dólares (al cambio de moneda de hoy, el “confort[3]” de la minera le cuesta al Estado alrededor de medio millón de pesos).
Hay que tener en cuenta que el impuesto a las ganacias es coparticipable, o sea que la Provincia de Mendoza se perderá de una jugosa cantidad de dinero por permitir que, en definitiva, la plata del Estado sea administrada por las empresas extranjeras.


[1] Para qué servirá la nueva “Agencia del Cambio Climático” tan anunciada con bombos y platillos, si no puede prevenirnos sobre cómo las decisiones de los políticos locales aportan en esta materia.
[2] Vaya “inversión” que resulta poner un monto y recibir el doble a cambio, ningún mecanismo de inversión semejante está disponible en el mercado para el común de la ciudadanía, pero el estado “redistribuidor” lo pone a disposición de quienes más tienen.
[3] Se habla de confort, porque contar con una línea eléctrica propia en un lugar donde jamás hubo para nadie acceso al  servicio de distribución eléctrica es una verdadera situación de confort digno de la más elitista aristocracia. En este caso, como en la referencia anterior, indudablemente estamos ante otra acción “redistributiva” del gobierno.

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