El Embalse El Carrizal ha perdido el 35% de su capacidad por la colmatación de lo sedimentos arrastrados por el Río Tunuyán en los últimos años, fue construido hace menos de 40 años y en pocos años más quedará obsoleto. El lugar resulta poco atractivo para el escaso turismo que actualmente visita el lugar
Pareciera que en Mendoza, a diferencia del resto del país y del mundo, hablar de la insustentabilidad económica, social y ambiental de las represas o embalses es un tabú o un pecado mortal; no obstante los ejemplos sobran y se hacen cada vez más evidentes: efecto de aguas claras con juicios multimillonarios contra el Estado que pagaremos los contribuyentes y toda su descendencia por varias generaciones, conflictos interprovinciales imposibles de resolver con los vecinos que se sienten despojados del recurso fundamental para su desarrollo, desertificación de extensos humedales ubicados en el área de divagación de cursos inferiores (Guanacache, Bañados del Atuel), embalses colmatados que ya no servirán más como reservorios para períodos de escasés, despojo a pobldores locales y éxodo forzado sólo para beneficiar el negocio inmobiliario de los perilagos, extinción de especies endémicas de la flora y la fauna, pérdida del paisaje natural, etc.
A pesar de ello se insiste en construir más y más represas insustentables (que en los países del primer mundo ya se las considera infraestructuras obsoletas y por ende están siendo dejadas de lado como alternativas de desarrollo); ahora están avanzando con proyectos como los Blancos, en el municipio "ambientalista" de San Carlos; o Las Tunas, obra ilegal desde el vamos, porque pretende erigirse dentro del Parque Provincial Tupungato; o Portezuelo del Viento, en Malargüe, que tiene como agregado la delirante idea de trasvasar agua del Río Grande al Atuel, para regar o generar más, pero yo me pregunto:¿Qué más van regar con el trasvase? Si cada vez hay más y más fincas abandonadas en el oasis del sur provincial ¿Qué más van a generar con el trasvase? ¿Están realmente equipadas las viejas centrales de Los Nihuiles para generar más? ¿Llegará el agua desde el Grande al Atuel sin infiltrarse por el camino? ¿Alguien puede garantizar la impermeabilidad en todo el trayecto del trasvase, si aún no se ha garantizado en la conducción del agua para riego que es mucho menor y más corta?
Hablan de que será beneficioso para el turismo, pero a la vista está que ninguna de las represas actuales hoy constituye un atractivo relevante para los miles y miles de turistas que visitan la provincia. No lo es de ninguna manera para el turismo internacional, porque ese tipo de turismo, que es el que más dividendos deja, viene a buscar atractivos naturales o emblemáticos del lugar y los espejos de agua artificiales no son ni uno ni lo otro. Tampoco lo es para el turismo nacional, porque su infraestrusctura y equipamiento son por demás deficientes. Sólo lo es en cierta medida para el aleatorio flujo de visitantes locales provenientes del Gran Mendoza o de los demás centros urbanos de la provincia, que depende de los vaivenes de la economía regional de un país de coyuntura igualmente aleatoria, en el que poco inciden las economías regionales, en especial la nuestra; además está demostrado que el flujo turístico local por sí solo no puede generar ningún tipo de oferta que pueda perdurar o que se precie de tal.
Hablan de que será para disponer de más energía o para reconvertir a "energías limpias", pero en Mendoza, a pesar del funcionamiento de sus numerosas centrales hidroeléctricas, históricamente sigue predominando la generación a partir de la quema de combustibles fósiles. Además se sabe que el caudal de nuestros ríos (y por ende su potencial energético) lenta pero paulatinamente ha ido disminuyendo a lo largo de los años por efecto del cambio climático y ya se sabe con certeza que seguirá sucediendo lo mismo en el futuro, por eso también sabemos positivamente que la provincia será eternamente dependiente de la energía de afuera, por eso es que nos estamos conectando al sistema nacional a través de la línea Comahue Cuyo; o será, en todo caso, para proveer desde Mendoza a los principales consumidores, como las explotaciones mineras de Veladero, Pascua Lama y Potasio Río Colorado, tal cual lo ha expresado el propio gobierno en numerosas oportunidades, consumo que obviamente estará solventado por toda la ciudadanía, de acuerdo a la legislación vigente que nuestros políticos supieron sancionar y hacer perdurar en el tiempo.
Actualmente algunos de los embalses se están colmatando, a pesar de que no ha pasado demasiado tiempo desde su construcción, como es de público conocimiento está sucediendo con El Carrizal. Ante este "turbio" panorama: ¿Nadie se puso a pensar cuánto va a durar el Dique Potrerillos con la chocolatosas aguas del Río Mendoza que permanentemente se vuelcan a su cubeta que es tres veces menor que la de El Carrizal? ¿Nadie se puso a pensar cuánto durarán Los Blancos o Las Tunas que serán embalses aún más pequeños ubicados en zonas de arrastre mayor? ¿A nadie se el ocurrió construir centrales hidroeléctricas de pasada en vez de embalses? ¿A nadie se le ocurrió optimizar los sistemas de riego en vez de regular los ríos con embalses de corta vida útil? ¿Es más el agua que se pierde por la estacionalidad de los caudales de nuestros ríos o por el efecto de las aguas claras sumado a un sistema de riego ineficiente?
Entonces, como corolario, cabría preguntarse ¿Donde está el negocio de los embalses en Mendoza? A eso sí podemos contestar con veracidad: evidentemente está en unos pocos bolsillos gordos que todos conocemos. Está claro que la sustentabilidad económica, social y ambiental no existe en los espejos de agua artificiales de Mendoza, pero como siempre hay algún negociado detrás de todo gran anuncio del gobierno, es indudable que la construcción de grandes represas seguirá adelante, a pesar de estar cláramente demostrado que históricamente sus perjuicios han sido más grandes que los beneficios que motivaron en el pasado la visión de algún astuto iluminado.
Lic. Federico Soria
Publicado en el diario "MDZ on line" de Mendoza el 05/06/09.
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