A pesar de haber pasado varios días del agravio perpetrado a Evo Morales, hubo mucho discurseo subido de tono y amagues, pero en su país ni siquiera se le pidió credenciales a los representantes diplomáticos de los países agresores...
El pasado día 2 de julio se produjo un hecho diplomático tan insólito como vergonzoso, cuando fue denegado el aterrizaje y tránsito aéreo del avión
presidencial de Bolivia por los territorios de Francia, Italia, España y
Portugal, en una clara bajada de línea del gobierno de EEUU hacia sus socios (o vasallos) de la OTAN. Ante
estas negativas, la comitiva altiplánica, encabezada por su presidente, Evo
Morales, tuvo que aterrizar y permanecer varias horas en Austria, donde también
fueron revisados y demorados por cuenta y orden del Tío Sam. El pescado podrido de los organismos de inteligencia norteamericanos era que en esa aeronave pudiera
estar oculto el exagente secreto Edward Snowden, apodado "El Topo", actualmente célebre por ser el
prófugo norteamericano más buscado.
A pesar de la gravedad del suceso, las respuestas de los
afectados y sus vecinos del continente fueron más bien tibias, temperatura
resultante de mezclar lo caliente en lo discursivo y lo frío en los hechos
concretos: hubo una catarata de declaraciones y acusaciones, pero en lo formal
y concreto, hasta el momento no fue convocado ningún embajador o representación
diplomática de los países agresores con asiento en Bolivia y menos aún: ningún
interés económico norteamericano o de los países agresores en Sudamérica fue
cuestionado o puesto en duda.
La lectura de los hechos:
Mas allá de no estar de acuerdo con la idealización
exagerada que se hace de la figura de Evo Morales, lo que le hicieron a él y a
su comitiva es ilegal, inadmisible y repudiable. De todos modos, la reacción de
los demás presidentes de los países vecinos (y de las propias autoridades
bolivianas) es muy laxa y hasta payasezca: parecen niños quisquillosos
despotricando contra una reprimenda de sus padres, se los ve muy empeñados en
teatralizar internamente o entre ellos, pero con cero ganas de responder con
medidas concretas, en función del oprobio internacional al cual se vieron
sometidos... De tocar los intereses del imperio en latinoamérica (megaminería,
uranio, fracking, represas, soja, agrotóxicos, transgénicos, etc.), nada, ni
mu, silencio absoluto...
En Argentina, por ejemplo, hace unos días, la Procuradra General
de la Nación,
por pedido exclusivo de la Casa Rosada,
defendió encendidamente el interés norteamericano más grande que hay en Argentina:
la empresa Chevron, del mega- magnate Rockefeller, ante un embargo impuesto por
la justicia, a raíz de una catástroe ambiental perpetrada por esta corporación en
Ecuador. Esta empresa pretende llevar a cabo la extracción a gran escala de gas
y petróleo mediante el método de fracking (fractura de roca).
Así defienden nuestras autoridades, con hechos concretos, el
ataque perpetrado contra Evo Morales… A Chevron lo embargan en Ecuador y
Argentina le levanta el embargo. A Barrick Gold la paralizan en Chile y acá, el leguleyo de la casa Rosada, José Luis Gioja, oculta el desastre ambiental. Ante tanta hipocresía
no puedo decir otra cosa que mucho UNASUR y mucho ALBA, pero en los hechos
concretos, a contracorriente del discursito de barricada, Argentina la va a
favor del imperio y en detrimento de sus "hermanos". En cada país le
abren de par en par las puertas al imperio, de diversas formas y hasta se pelean
entre vecinos para ver quien les hace la puerta más grande y los deja entrar
más rápido y por más tiempo, pareciera que de eso se trata la tan mentada
cooperación de países hermanos.
A ver, volvamos al principio: el ataque a la comitiva
presidencial boliviana es un acto agraviante importante y no se debe pasar por
alto, hasta ahí todo bien, pero de ahí a que nosotros tengamos que hacernos eco
de una mascarada apócrifa de la liberación latinoamericana, no, porque se da de
bruces con la realidad: el resultado de estos años y estos líderes es que, por ejemplo, la
soja RR de Monsanto y su agente letal Round-up, se comercializan de la misma
manera y sin restricciones tanto en Bolivia, Venezuela, Brasil o Argentina. En
todos los casos, las normativas que autorizan esos negocios tienen las firmas
de los actuales presidentes y en mi caso particular, no voy a salir a defender
a revolucionarios de cartón que en el fondo se comportan como cipayos de las
transnaconales, como si fueran un revival cibernético Malinche.
El origen de Evo Morales no tiene nada que ver con su
presente: ayer fue un sindicalista de raigambre humilde y hoy está al frente de
un estado que se hace llamar "plurinacionacional", pero que en el
fondo, no ha abandonado la escencia neocolonial de lo que es concretamente un estado moderno servil al corporativismo internacional tejido en Wall Street y las otras granes bolsas mundiales. Este presidente, al igual que el resto de los de Sudamérica,
fue poclamado en elecciones democráticas bajo la legalidad de sus respectivos
países, en mi caso, el voto popular no está en discusión (menos aún el sistema eleccionario
boliviano, que si se implementara en Argentina terminaría con el acarreo, el clientelismo y los
punteros del FPV). De todos modos, el voto popular no habilita a hacer
cualquier cosa y menos a eludir responsabilidades: implica deberes éticos, como
la defensa de la soberanía de los pueblos, que ningun presidente de estos está
cumpliendo.
Está claro que la elección y proclamación de Evo Morales
como presidente de Bolivia fue un hecho novedoso y sus primeros anuncios fueron
en pos de revertir el despojo colonial al cual se vio sometido el pueblo de esa
nación desde su origen mismo. Pero también
está claro que no se puede hacer un paralelismo con Argentina, porque no
es lo mismo que Bolivia: el proceso descolonizador es mucho más fuerte allá que
acá, donde no sólo no existe, sino que es inverso: Monsanto, Barrick,
Rockefeller y demás tienen más concesiones otorgadas por el estado y más
excenciones impositivas que hace 10 años. De todos modos, en ciertos aspectos, el proceso descolonizador de Bolivia tampoco ha salido demasiado de la proclama: en los hechos concretos, Bolivia es uno de los países latinoamericanos más extranjerizado en el aspecto económico.
Está correcto repudiar el hecho porque es repudiable, ahora,
de ahí a inventar una teatralización y ponerse de aplaudidor es parte de la
mediocridad que constituye la bajada de línea inapelable del poder. Tampoco se
le está pidiendo que se vaya, lo único que les pedimos a Evo Morales y a los
demás presidentes de la región es que se saquen la careta, y que dejen de ser, por acción u omisión,
cipayos, entregadores, represores y asesinos... Ellos, están montando
toda esta mascarada libertaria y despotricando contra el imperio, pero ni siquiera han empezado por lo básico: no sólo
no le han revocado las crecenciales diplomáticas de los embajadores, sino que
ni siquiera han pedido explicaciones a los países agresores... Son hipócritas y
mentirosos: para descolonizarse no basta con un disfraz, también son
indispensables actitudes y hechos de parte de los líderes, que hoy por hoy,
brillan por su ausencia.
Hay mucho de mito en torno a la figura de Evo Morales: un ejemplo de ello fue una versión que circuló hace un año en torno a la supuesta expulsión de Coca Cola y Mc Donalds de Bolivia, ordenada por el gobierno de ese país. La versión tuvo una repercusión tan grande que el propio gobierno boliviano tuvo que salir a desmentirla: Coca Cola no sólo no se fue, sino que incrementó sus ventas en Bolivia más en los últimos 10 años que desde que comenzó a comenrcializarse en ese país hasta antes de ese período y Mc Donads había retirado su franquicia boliviana antes que asumiera Evo Morales; incluso ahora la quieren hacer volver, junto a una avalancha de franquicias norteamericanas que están inundando de más capitalismo consumista recargado ese país, con la venia total de sus autoridades que les abren las puertas, olvidándose, porsupuesto, de aquellas proclamas libertarias de los pueblos originarios que ungieron a Evo Morales, hoy tan distantes ante la veracidad de los hechos concretos. Recordemos, además, que todo el negocio de la Coca Cola en Bolivia, está dirigido por una empresa de Chile (archienemigo usurpador de Bolivia que le quitó su salida al mar), que, como dijimos antes, ha incrementado sus ventas más durante la presidencia de Evo Morales que en cualquier otro período de la historia de ese país.
El triste papel de la UNASUR
La reunión de presidentes que se realizó de emergencia en
Cochabamba, Bolivia, emitió una declaración que engloba muchas de las
cuestiones que refleja, desde lo discursivo, el pensamiento libertario que
muchos compartimos, hasta ahí todo bien; pero como dije antes, no hubo la más
mínima intención de esbozar con hechos concretos una verdadera descolonización:
los ya mencioados Monsanto, Barrick, Rockefeller y otros intereses mega-corporativos del imperio
siguen teniendo vía libre para depredar, saquear, contaminar, reprimir y matar,
de la mano de los propios entregadores locales que les abren las puertas y les
proveen insumos, mano de obra y toda clase de desgravaciones impositivas para
llevar adelante su plan devastador.
Un detalle no menor al cual no hacen mención los medios (tanto oficialistas
como opositores), es que los presidentes no pudieron sesionar como"UNASUR" por falta de quorum y firmaron la declaración como
"Encuentro de presidentes suramericanos". Sin lugar a dudas este
hecho constituye un verdadero papelón internacional del cual los europeos y los
yanquis se deben estar meando de risa, porque en definitiva, "acá no ha
pasado nada": las economías del "1er mundo" se seguirán
surtiendo con nuestros bienes comunes y fuerza laboral (matriz del despojo
intacta), mientras nuestros presidentes no tienen poder de convocatoria y/o
convencimiento ni siquiera para desagraviar a un miembro del bloque...
La respuesta a esta situación pasa únicamente por la esencia
del “modelo”: los países sudamericanos actualmente basan sus economías en los
“commodities” (mercancías primarias). Esto implica la adopción del extractivismo a ultranza por parte de los gobieros locales, para sostener la impunidad y la corrupción que implica sostener ese "modelo"; y la imposición, de parte de los
gobiernos locales hacia su población, de un régimen de dependencia irrestricta
para con las corporaciones trasnacionales que vienen por esas “mercancías”,
cuya explotación implica inevitablemente aniquilar las economías regionales,
las pautas culturales ancestrales e incluso desplazar y/o eliminar aquellas poblaciones situadas
en las áreas a explotar.
Por eso, la protesta social no se basa sólo en criticar a las
corporaciones transnacionales que vienen a despojarnos, sino también al
andamiaje político-partidario y burocrático que gobierna; y como gobierno
permite que este bio-geo-etno-genocidio ocurra; y para peor, no cambie nada de
la matriz del saqueo vigente, aún con varios años atornillados al poder. Y esto
es así, más allá de la retórica y la mística apócrifa del "modelo"
progre, indigenista, bolivariano, etc. La idea del “modelo” que baja desde el
discurso ofcial es en definitiva una impostación ideológica apócrifa desde su
génesis, porque no va más allá de una suerte de proclama de barricada o medidas
muy puntuales dirigidas a los núcleos fidedignos cautivos, ya que los sectores
más desposeídos son los primeros y más directos afectados del plan devastador
que llevan adelante las corporaciones procedentes de los mismos países que
agraviaron a Evo Morales, proceso que únicamente puede concretarse con la
inestimable colaboración que les prestan las propias autoridades locales,
abriéndoles las puertas y concediéndole todas las exigencias que ponen para
llevar adelante el saqueo.
Las excusas del “modelo” para mantener y exacerbar la matriz
de saqueo vigente es la generación de empleo, planteándose una falsa dicotomía
de clase: para los gobiernos pareciera que la única alternativa de generar
empleo y divisas es aplicar el modelo extractivista, que en el fondo fue
diseñado y legislado por los gobiernos neoliberales que los antecedieron: los
gobiernos “progres” que los sudcedieron sólo aplicaron con matices esa
legislación y planes ya diseñados. Allí donde no los había o donde estos habían
sido suprimidos (Ecuador x ej.), estos planes fueron rediseñados y
reimplementados. En contraposición, para los gobiernos no existen vías de
autodeterminación y autosuficiencia, por eso mismo, cuando estas alternativas se plantean y dejan en
evidencia la monumental farsa que representa su discurso, procuran de cualquier
manera eliminarlas, empleando para ello todo el aparato mediático y represivo
de los Estados.
Yendo a las fuentes ¿qué dice UNASUR del “modelo”?
A ver, para no dejarse llevar por las versiones es necesario
ir a las fuentes primarias de la información: Ingresando a la propia web deUNASUR y explorando su contenido, podemos desentrañar un montón de cosas y
teminar de convencerse de que este organismo "de integración" no es
otra cosa que una herramienta más del neocolonialismo, más allá del maquillaje
de ocasión:
1) Al ingresar, lo primero que vemos es un scroll que pasa 6 imágenes rotativas
que destacan las cualidades del continente, una de ellas es la de una
explotación megaminera a cielo abierto.
2) La frase que abre la presentación de UNASUR es el mismo slogan marketinero
con la cual se presentan los países sudamericanos en las grandes exposiciones
internacionales y rondas de negocios: "una región plena de recursos"
y no representa otra cosa que abrir las puertas al saqueo y la devastación...
3) El esquema organizacional de UNASUR no dedica ninguno de los 12 consejos
sectoriales que conforma el organismo, a la temática ambiental, a pesar de que
Sudamérica todavía posee la mayor reserva de agua dulce del mundo en estado
líquido, también posee la mayor cantidad de bosques en pie y en estado natural
del planeta (por ende es reconocida como el pulmón verde del mundo) y como si
fuera poco, tambieín alberga la mayor parte de la biodiversidad existente en
todo el globo.
4) En cambio, sí hay objetivos claros en pos de mantener o más bien incrementar el esquema de sometimiento internacional vigente en nuestros países, a través
de la mercantilización de los bienes comúnes (commodidies). Esta condición se
ve claramente evidenciada con algunos de los objetivos de los Consejos
Sectoriales, que como ejemplo plantean "incorporar al IIRSA en su marco de
trabajo" (sic), incluyendo su cartera de proyectos y subordinando el
desarrollo social y la preservación del ambiente y los ecosistemas al
planeamiento de la infraestructura, la demanda mundial de materias primas y el
rumbo de la economía internacional.
En el caso de UNASUR, ocurre igual que con la imágen de los presidentes sudamericanos: también hay una idealización exageradamente extrema de su figura, a veces impulsada desde la propia usina del poder de los gobiernos de turno de los países miembros, para esconder los verdaderos fines de esta supuesta integración política. Estas idealizaciones que tienen mucho del mito artístico latinoamericanista libertario (imágenes superiores) quedan completamente desvirtuadas y revelada su falsedad al ir a las propias fuentes (imagen inferior tomada de la propia web de UNASUR), donde desde el propio encabezado del portal, se "invita" a las corporaciones del imperio para que vengan a saquear los bienens comúnes de nuestros territorios. Un detalle no menor (que dejo para un análisis posterior) es que en ninguno de los mapas de la UNASUR y el ALBA figuran las Islas Malvinas...
El discurso oficial intenta hacerle creer a la gente que se
está generando contrahegemonía para enfrentar al imperio y que estamos imbuidos
en un proceso tranformador histórico. Sin embargo, en los hechos concretos, la
construcción de poder contrahegemónico en los países sudamericanos no va más
allá de la retórica, mientras el imperio entra a
nuestros países, saca hace y deshace a su regalado antojo. A pesar de ello, los propaladores de dicha retórica algo de razón tienen, el proceso tranformador es verdaderamente histórico: hoy estamos mucho más deforestados y sojizados que hace
10 años, más fumigados, más contaminados, más inundados de alimentos transgénicos, la
tierra cada vez más en manos de extranjeros, más desplazados y desposeídos que
engrosan las kilométricas villas de las grandes ciudades (el gran Caracas, el
Gran Santiago, el Gran La Paz,
el Gran Buenos Aires, las mega-favelas, etc.), más cianuro y uranio para todos y
todas, hasta Uruguay y Paraguay se han vuelto países megamineros, algo nunca imaginado hace menos de 10 años atrás... vaya transformación...!!! Y esta farsa de la UNASUR, que no es otra cosa
que un brazo ejecutor de las políticas extractivistas coloniales de Europa y EEUU en Sudamérica. Los únicos que están igual son los mismos desposeídos de
siempre, y los muertos del terrorismo de estado, que como están en estado cadáver,
ya no van a poder cambiar...
El triste papel de la UNASUR ante el episodio ocurrido con Evo Morales,
no es otra cosa que un fiel reflejo de lo que es el “modelo”. Por eso luchamos,
para cambiarlo y que no sólo estos agravios vuelvan a ocurrir, más allá de la retórica y lo anecdótico, tampoco queremos
seguir siendo saqueados ni despojados por ninguna potencia extranjera ni por
ningún cipayo entregador local.
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