Hace unos meses, el Diputado Nacional Guillermo Carmona presentó un proyecto de ley en el Congreso de la Nación, para la creación de un parque nacional en la Provincia de Mendoza, al que denomina "Parque Nacional Pehuenche". El proyecto de ley de marras, está identificado como
expediente 8084-D-2014 y fue iniciado el 27 de diciembre de 2013.
A pesar de que un proyecto de ley de creación de un parque nacional en la Provincia de Mendoza (la única del país que hasta ahora no cuenta con esta importantísima figura legal), puede llegar a constituir un hecho relevante, el mismo no tomó trascendencia pública, hasta que un sector bastante reducido de la sociedad malargüina expresó, con bastante dureza, su rechazo al mismo, apoyados por el intendente del Departamento.
En este sentido, cabe mencionar dos cuestiones, sobre las que se ahondará en el presente escrito:
1) El flojo basamento político e institucional que presenta el proyecto de ley, a pesar de ser en esencia, una inciativa muy interesante, legal y técnicamente sustentada. Esta falencia puede terminar matando de cuajo la idea, que a priori parece excelente. Recordemos que el autor del proyecto de ley fue hace unos años Secretario de Ambiente del Gobierno de Mendoza, teniendo como uno de sus principales logros de gestión, el haber aprobado la explotación megaminera de San Jorge, que por suerte y merced a la movilización popular, finalmente no pudo llevarse a cabo.
2) La insustentada oposición de algunos sectores de Malargüe, como ser la Cámara de Comercio y etc. de esa ciudad, a la cual el eterno intendente (Mario Agulles, un sanjuanino amigo de Gioja) siempre le lleva el apunte, en detrimento del progreso de su ciudad y el bienestar de la población local. Esta cámara, en conjunto con las autoridades municipales, ya han dado sobradas muestras de ineficiencia gestiva para mantener indefinidamente al Departamento de Malargüe en un eterno estado de postración, el cual sólo beneficia económicamente a quienes, precisamente, ocupan esos cargos in-eternum, en detrimento del resto de la población.
Maravillosos paisajes a proteger: de izq. a der. y de arr. a abajo: 1) Cascada en las cabeceras del Arroyo Trolón; 2) Laguna del Negro, en los cerros de Las Loicas; 3) Laguna del Cajón, aguas arriba de Valle Noble; 4) Glaciares del Volcán Peteroa, visto desde las vegas del Río Valenzuela. Fotos: panoramio.com.
EL PROYECTO DE LEY: FORTALEZAS Y DEBILIDADES
a) Fortalezas
La propuesta legislativa tiene un importante basamento técnico, y tiene apoyo de algunos sectores del ámbito científico (fundación Biota, por ejemplo) y de ambientalistas, con quienes
Guillerno Carmona se habría reunido el 31 de enero de 2014, para diseñar el proyecto y darle fundamentación desde el punto de vista técnico, siendo este un aspecto positivo del proyecto: tiene una fundamentación que aunque escueta, es bastante firme desde lo técnico.
Es meritorio recordar que el proyecto de ley abarcaría unas 400 mil hectáreas del área cordillerana de Malargüe, desde el Paso Vergara hasta el Límite con Neuquén, donde se localizan glaciares, nacientes de ríos y arroyos, vegas y un importante número de especies endémicas y amenazadas de la flora y la fauna autóctona.
Debe recordarse también que el territorio en cuestión es de interés para la conservación para el propio Gobierno de Mendoza, condición que así se encuentra expresada en los mapas que acompañan al
documento preliminar del Plan de Ordenamiento Territorial de la Provincia de Mendoza (pag 226), que actualmente se encuentra terminándose de diseñar, según lo establecido en la
Ley Provincial 8051. Debe tenerse en cuenta también, que la "declaración de interés provincial" de esta iniciativa es automática por imperio de la
Ley Provincial 5961 en sus artículos 2 y 3, por lo tanto la misma tiene solidez y respaldo legal; y sólo puede ser descartada justificando con argumentos técnicos de base empírica, que expliquen por qué esa porción de territorio no debe ser protegida y refuten la justificación del proyecto de ley.
Cabe mencionar, además, que el área propuesta como Parque Nacional
Pehuenche es la misma que la autoridad ambiental provincial propone
como futura Área Natural Protegida Sistema Pehuenche, dentro del Plan Porvincial de Ordenamiento Territorial, con lo cual es de destacar
que existe una coincidencia entre el proyecto de ley que se tramita en
el Congreso Nacional y los planes del Gobierno de Mendoza en materia de
Conservación de la Naturaleza.
b) Debilidades
La fundamentación técnica no es el único requisito que necesita un parque nacional para ser creado: falta una pata política y otra institucional (ambas de caracter interjurisdiccional), que se activen, accionen y pongan las firmas para que finalmente se concrete.
Recordemos que los parques nacionales son territorios federales, por lo tanto para poder establecerlos, primero la provincia debe ceder su jurisdicción al estado nacional, para lo cual hace falta que la legislatura sancione una ley a tal efecto. Esto quiere decir que entre Nación y Provincia debe haber un acuerdo previo, al menos en el plano de lo verbal-político, para que esto se concrete. Sin estos acuerdos previos, los poyectos son inviables desde el principio. El proyecto de ley nacional, indefectiblemente debe hacer mención y basarse en la ley provincial que cede la jurisdicción, esto no existe en el proyecto de Carmona.
Cabe mencionar también que esta iniciativa no figura en la agenda de la Administración de Parques Nacionales, que es el organismo del Gobierno Nacional autoridad de aplicación en esta materia y que decide cuáles son las nuevas áreas protegidas nacionales a establecerse. La única propuesta existente para Mendoza en la actualidad y que no ha pasado más allá de anuncios discursivos hechos en algunas oportunidades por el Presidente de la APN, es la creación de un Parque Nacional en los campos militares de Uspallata. Esto quiere decir que el proyecto de Carmona ni siquiera tiene el aval de la institución responsable, la cual sabemos que actualmente se encuentra en franca expansión, dado el boom turístico que actualmente registran los Parques Nacionales en toda la República Argentina y la necesidad de poner en protección diversos ambientes naturales existentes en el país que hoy se encuentran amenazados por diversos factores.
En el Mapa "oficial" de la Conservación de la Naturaleza en Mendoza (pag 226 del documento preliminar del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial) figura el "Sistema Pehuenche" como una de las áreas naturales a crear para completar el sistema provincial. Los límites de este área proyectada por el Gobierno de Mendoza son coincidentes con los del proyecto de ley del Parque Nacional Pehuenche.
Los antecedentes del autor
Como ya se dijera en la introducción, Guillermo Carmona fue Secretario de Ambiente del Gobierno de Mendoza, entre fines de 2007 y fines de 2011, ocupando un cargo de una jerarquía tal que dependía directamente del Gobernador de Mendoza, en aquel entonces Celso Jaque, participando por ende de todas las reuniones de gabinete... Lamentablemente Carmona terminó en una encerrona política en esta cuestión de la defensa del ambiente contra los intereses corporativos transnacionales, y es recordado por las medidas que tomó en detrimento de lo que debería haber estado defendiendo en uso de sus funciones, que es precisamente, el ambiente.
Siendo Secretario de Ambiente Guillermo Carmona, se aprobó la explotación a cielo abierto de la Mina San Jorge: el Estudio de Impacto Ambiental fue aprobado por la Secretaría de Ambiente a su cargo, en 2009, a pesar de la fuerte oposición en la localidad de Uspallata, hecho que quedó demostrado en la masiva audiencia pública donde la mayoría de la concurrencia se expresó en contra, y en la gran cantidad de objeciones técnicas y legales planteadas por la Comisión de Impacto Ambiental Minero, que nunca fueron respondidas por la empresa y/o el propio gobierno, pero que algunas de ellas se plasmaron en la Declaración de Impacto Ambiental. Por suerte la movilización popular en Mendoza determinó que la Legislatura, que debía ratificar dicha aprobación, según lo establecido en la Ley Provincial 7722,
finalmente no lo hizo. Con este problema acuestas terminaba su gestión y se iba silbando bajito, caminito al Congreso Nacional.
Recordemos, además, que en donde se localiza el Proyecto Minero San Jorge, existe un proyecto de ley para crear un área natural protegida, el Parque Provincial Uspallata-Polvaredas. Dicho proyecto fue sistemáticamente ignorado por los organismos a su cargo durante todo el proceso de Estudio de Impacto Ambiental de la Mina San Jorge, con lo cual, más allá de lo bien o mal que Carmona haya llevado adelante su gestión como Secretario de Ambiente de Mendoza, lo cierto es que cuando tuvo la oportunidad de optar por buscar opciones de desarrollo más amigables con el entorno natural, no lo hizo...
Más paisajes increíbles a proteger dentro del futuro Parque Nacional Pehuenche: de izq. a der. y de arr. a abajo:
1) Veranada de Villar en las cabeceras del Arroyo Montañés; 2) Termas de Cajón Grande; 3) Alto Río Barrancas, extensas vegas junto a la Laguna de las Mariposas; 4) Laguna Negra vista desde la Sierra de Hastetez. Fotos: panoramio.com.
La oposición de algunos actores sociales de Malargüe
Antes de que el proyecto de ley tomara estado público, la Cámara de Comercio, Industria, Minería, Agricultura, Ganadería y Turismo de Malagüe (en adelante "Cámara de Comercio y etc.") comunicó su oposición al mismo, luego de mantener una reunión a puertas cerradas con el Intendente y la Cámara de Empresarios Mineros de Mendoza. Entre todos estos actores
pretenden tirar abajo el proyecto sin siquiera analizarlo.
Al respecto, cabe destacar que no representa acto desacreditable alguno oponerse a una iniciativa política de esta naturaleza, sin embargo para que esta postura sea tenida por evaluable, se requiere un mínimo de argumentos de base empírica. Veamos qué dice el titular de la Cámara de Coercio y etc. de Malargüe para oponerse a la creación del Parque Nacional Pehuenche, extractadas de
una entrevista que le hizo un medio local: “tiene graves inconvenientes, un parque de estas características impediría, por ejemplo, el proyecto de Portezuelo del Viento, así como hacer desarrollos productivos, sobre todo mineros, igualmente los puesteros del departamento deberían migrar, porque no podría vivir ninguna persona, es algo que no tiene sustento”
LA FALACIA DE LOS ARGUMENTOS DEL INTENDENTE Y LA CÁMARA DE COMERCIO Y ETC. DE MALARGÜE
1) No es verdad que se afecte al proyecto Portezuelo del Viento: Los límites mencionados en el proyecto de ley dejan afuera al embalse Portezuelo del Viento, y en el supuesto caso de que no fuera así, simplemente se corren (tal como se hizo con el Proyecto Los Blancos, que está dentro del ANP Portillo-Piuquenes), por lo tanto es falso que no se pueda construir esta obra. Por el contrario, la existencia del Parque Nacional garantizaría que el Embalse Portezuelo del Viento contenga agua libre de contaminación y la producción de los cultivos que se rieguen con ella podrán certificar Denominación de Origen Protegido. Esto sería particularmente beneficioso si se tomara la decisión política de promover el desarrollo de un área agrícola en las extensas tierras cultivables que existen en el Valle del Río Grande, entre Bardas Blancas y El Zampal, donde hay más de 50 mil hectáreas con suelos que, según el
Mapa de Mendoza del Atlas de Suelos del INTA, poseen las mismas características edáficas que los suelos de los actuales oasis agrícolas provinciales. Esta condición
también es reflejada en algunas publicaciones científicas. Lamentablemente, en los actores políticos dominantes de Malargüe (cámara de comercio, municipio, mesa minera, etc) no hay predisposición ni iniciativa para llevar adelante programas de desarrollo productivo a largo plazo y que sean amigables con el medio natural, y por eso es que proyectos como estos ni siquiera son formulados.
2) No es verdad que se afecte a la actividad minera: en la mayor parte del área que abarcaría el Parque Nacional Pehuenche sería imposible de desarrollar para la minería, puesto que se encuentra en ambiente glaciar y periglaciar, protegido por la
Ley Nacional 26639, que prohíbe expresamente esta actividad. Tampoco sería posible llevar adelante megaminería metalífera hidrotóxica (como pretenden algunos) porque está prohibido por la
Ley Provincial 7722, que es una ley vigente y como todas, debe ser cumplida. Con respecto a los derechos mineros existentes en ese área, por las razones anteriores, no pueden ser ejercitados; tampoco pueden ser endilgados como derechos adquiridos, puesto que al día de la fecha ninguno de ellos se otorgó evaluando previamente las condiciones ambientales del sitio donde se encuentran, y en ningún caso se ha hecho estudio de impacto ambiental, consulta pública ni audiencia pública (todos estos presupuestos mínimos vigentes en todo el territorio de la Nación Argentina, según la
Ley Nacional 25675). La propia carta magna de la actividad, que es el
Código Minero, es muy categórica al respecto en su artículo 233, ya que sujeciona la actividad minera al cumplimiento del
artículo 41 de la Constitución Nacional, y precisamente las leyes de presupuestos mínimos (como la ley general del ambiente o la ley de glaciares), reglamentan ese artículo. El tema de la improcedencia de considerar estas concesiones como derechos adquiridos tiene amplia justificación también en la jurisprudencia, el caso más conocido les ha tocado de cerca a los Malargüinos y es el amparo ambiental interpuesto por Oikos contra el Gobierno de Mendoza y YPF (en ese momento en manos de Repsol), cuyo
fallo judicial ordenó ampliar el ANP Llancanelo a los límites biológicos del ambiente a proteger y reducir el área de la concesión petrolera. En síntesis, por razones ambientales y legales, es imposible llevar a cabo un desarrollo minero en el área proyectada como Parque Nacional Pehuenche y por lo tanto es falso hablar de que se estaría perjudicando a la actividad, puesto que allí la minería (concretamente la megaminería metalífera hidrotóxica) es inviable.
3) No es verdad que se afecte a los puesteros de Malargüe: También es falso que los puesteros tengan que irse o no puedan desarrollar su actividad, porque como es harto conocido, en la mayoría de los Parques Nacionales hay pobladores que desarrollan ganadería de trashumancia, siendo esta una actividad permitida, de acuerdo a la categoría de conservación que presente el área. En los parques nacionales donde hay pobladores,
éstos son reconocidos en su derecho a la tierra y sus modos de vida ancestrales, e incluso la propia Administración de Parques Nacionales los asiste técnicamente y colabora para que su producción sea al mismo tiempo beneficiosa para ellos y amigable con el ambiente. Cabe mencionar además que algunos de estos señores de la Cámara de Comercio y etc. de Malargüe, tienen extensos campos en donde
han procedido a desalojar a los puesteros o cobrarles arriendos usurarios a cambio de no hacerlo, por lo tanto en los hechos concretos, lejos están de defender a los puesteros, sino todo lo contrario. Lamentablemente
la Legislatura de Mendoza se tuvo que ocupar de impedir los desalojos de los puesteros, en algunos casos promovidos por socios de la Cámara.
4) De eso no se habla: el tema del desalojo o usura hacia los puesteros, indefectiblemente deriva en otro, que es la marcada extranjerización de la tierra en Malargüe, tema del cual estos señores, como era de esperar, evitan hablar. Según el "Registro Nacional de Tierras Rurales"
Malargüe figura en el top-ten del ranking nacional como uno de los departamentos con mayor cantidad de tierras en manos de extranjeros. O sea, para los señores de la Cámara de Comercio y etc. de Malargüe, no debería haber áreas protegidas (uno de los más genuinos actos de ejercicio de soberanía), pero sí permitir la entrega de gran parte del territorio al capital extranjero. Recordemos que el más grande terrateniente de Malargüe (y uno de los más grandes a nivel nacional) es el grupo inglés Walbrook (que en Argentina opera bajo la denominación "Nieves de Mendoza"), que es dueño de los campos Las Leñas, Valle Hermoso, Los Molles, Los Amarillos, El Álamo, Agua del Toro y dos propiedades más en el Río Colorado, totalizando 600 mil hectáreas. Este grupo se ha apropiado de una gran cantidad de atractivos turísticos que antes eran de acceso libre para todo el mundo y ahora, ante la actitud pasiva del municipio y la "cámara", los manejan a su antojo, sin ningún tipo de intervención del Estado e impidiendo el ingreso a quienes no le abonen. Ninguno de estos señores salieron a decir nada ante la privatización del Valle Hermoso, el Valle de Las Leñas, las vertientes termales de Los Molles, la Laguna de la Niña Encantada, el Pozo de las Ánimas y todas las quebradas, arroyos, cerros y glaciares cordilleranos de una gran parte de Malargüe. la Cámara no ha salido a pronunicarse cuando el ámbito universitario de Mendoza puso a Malargüe como el mayor y más drástico ejemplo de la pérdida del patrimonio natural (ver "
Marco Estratégico 2003-2012"). En cambio, ponen el grito en el cielo, cuando se pretende que otros atractivos como la Payunia, Llancanelo, y ahora el futuro Parque Nacional Pehuenche, que abarca la otra gran parte de los valles, ríos, montañas y glaciares de Malargüe que aún está a salvo de la rapiña extranjera, queden definitivamente en manos del estado, para beneficio y goce de todos los mendocinos,sus verdaderos dueños.
En 2003, la Universidad Nacional de Cuyo realizó el Diagnóstico Físico Ambiental del Marco Estratégico para la Mendoza del Futuro, muchos de los postulados de este trabajo de investigación hoy forman parte del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial. En este documento, hay un capítulo que habla sobre la venta de grandes extensiones de tierra con alto valor ecológico a corporaciones transnacionales; allí se pone a Malargüe como ejemplo de la pérdida del patrimonio natural, situación que al día de hoy no se ha revertido, a no ser por la ampliación de las ANP La Payunia y Llancanelo y ahora también con el proyecto del Parque Nacional Pehuenche.
Lamentable: El interés particular por encima del general
Evidentemente esta ponderación de lo privado y en especial lo extranjero y mega, por sobre lo estatal, no tiene otra explicación que el interés particular que persiguen algunos actores sociales de Malargüe. Evidentemente, estos señores, no conocen (ni quieren conocer) absolutamente nada de
lo que es un parque nacional, cómo funciona y qué beneficios deja en la
comunidad, hablan con un desconocimiento absoluto del tema, parecen
fundamentalistas a los que nada
les viene bien; y justifican su postura con toda clase de falsedades, sólo para cuidar
su quintita, cuando resulta que hay muchísimos municipios a lo largo del país que están pidiendo
parques nacionales para diversificar y reactivar su economía y hacerla
sostenible en el tiempo...
La Cámara de Comercio y etc. de Malargüe ya ha demostrado reiteradamente una actitud negligente para tratar estos temas: ya pasó cuando se proyectó ampliar las áreas protegidas provinciales Laguna Llancanelo y La Payunia. Finalmente y por suerte, contra lo que estos señores pretendían, estos proyectos se convirtieron en ley y ninguna de las predicciones apocalípticas que anduvieron vociferando por entonces (muy similares a las que están profiriendo hoy) se cumplieron.
Pareciera que, con este tipo de declaraciones,
el intendente y esa cámara (que no
representan a nadie más que a sus propios bolsillos), pretenden seguir sumiendo a Malargüe en el eterno estado de postración en el
que se encuentra y que nada cambie, que todo en ese extenso feudo continúe igual, por siempre.
Hay que reconocer como algo positivo, que gracias al "oportuno" pataleo de la Cámara de Comercio y etc. de Malargüe, el tema fue puesto en el tapete y lentamente nos estamos enterando que hay un proyecto para crear un parque nacional en Mendoza, que el proyecto en sí es medio traído de los pelos y que quienes lo diseñaron lamentablemente no se han encargado de difundirlo, pero que está por demás justificado desde el punto de vista técnico-científico.
NO TODAS SON PÁLIDAS...
El sector científico de Mendoza sostiene que "la creación de este Parque no es un capricho para limitar la actividad
minera, sino la culminación de un trabajo exhaustivo de planificación de
la conservación de la Biodiversidad de Mendoza. La preservación de la riqueza natural, paisajística y cultural de la
zona debería ser la prioridad principal de todo gobierno, en especial
para Malargüe, un departamento que posee los paisajes naturales más
atractivos de la Provincia."
La conclusión del trabajo realizado por los científicos en el área del futuro Parque Nacional Pehuenche es que "Un Parque Nacional con un paisaje único de ríos caudalosos, volcanes,
aguas termales y extensas vegas altoandinas invitaría a que sea visitado
por mucha gente, generando una actividad turística sostenida en el
tiempo, además de ayudar a preservar una biodiversidad única que los
mendocinos apenas conocemos".
Con esto, queda claro que estamos lejos de que el proyecto "no tiene sustento", como dicen algunos.
Dentro del trabajo de investigación realizado por los científicos de la Fundación Biota, está este mapa que refleja en gamas de rojo claro y naranja las zonas de alto valor para la biodiversidad que aún quedan sin proteger dentro del Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas, las que se ven como polígonos de color rojo más intenso. Se aprecia perfectamente que en el suroeste de la provincia la alta concentración de estas áreas de interés para la conservación, coinciden con el área propuesta como Parque Nacional Pehuenche, por lo que el proyecto está ampliamente justificado técnicamente desde el punto de vista biológico, que es el criterio que lleva a establecer nuevas ANP, y no el freno a la minería, como algunos creen.
Sin embargo no es suficiente, el proyecto de Carmona, así planteado como está, no va a caminar, qué podemos hacer, entonces?
La única posibilidad de que haya un Parque
Nacional en Malargüe es que los propios habitantes de Mendoza lo pidan y las autoridades locales
hagan las gestiones correspondientes ante el gobierno nacional para que eso finalmente se concrete. Si bien, a primera vista el proyecto podría decirse que es ambicioso, el diálogo político entre las diversas instacias del Estado podría rápidaente viabilizarlo. Está visto
que la hay unos pocos sectores de las elites malargüinas que harán lo imposible para que eso no suceda, pero no por ello hay que bajar los brazos.
El primer paso que hay que dar es conseguir el acuerdo político entre nación, provincia y municipio (sobre todo entre los dos primeros), para llevar a cabo la cesión de jusrisdicción y dominio, visibilizando también cómo han de repartirse los recursos que genere el área y analizando cómo se va a solventar su gestión. Una vez sellado este acuerdo, se deberá reclamar en la legislatura que sea sancionada la ley de cesión de jurisdicción y dominio. Posteriormente el reclamo será a nivel nacional, para que finalmente se sancione la ley de creación del mismo, la cual, desde ya, tiene que estar bien redactada por los especialistas en el tema.
El proyecto del Parque Nacional Pehuenche tiene un buen sustento técnico y respaldo legal, además es un hecho público y notorio que allí donde se han creado Parques Nacionales, las economías locales han repuntado considerablemente, por lo tanto el proyecto es viable, pero para eso hay que trabajar mucho y hacer las cosas bien...