En la provincia del gobernador minero, las autoridades no saben como hacer para que los pobres dejen de comer basura.
Dicen que van a buscar la forma de que ellos no puedan acceder a la comida podrida, enterrándola o impidiendo su acceso, medidas erróneas propias de funcionarios encandilados por el sórdido reflejo de los espejitos de colores, cuando lo más efectivo sería darles de comer a todos ellos, reteniendo para ello al menos una ínfima parte del producido por el saqueo minero perpetrado en esa provincia.
Es por demás obvio que la ceguera oficial pasa por negarse sistemáticamente a reconocer que las multinacionales que depredan la cordillera, se llevan absolutamente toda la riqueza y, en el más crudo y empírico sentido literal, sólo le dejan la basura a la gente del lugar.
Evidentemente el modelo de ¿desarrollo? mega-minero es indigno para la población local porque no garantiza en absoluto la vigencia de los derechos humanos que debería existir en un estado de derecho, ya que, además de saquear y contaminar, no genera ningún tipo de oportunidad para el crecimiento y limita el goce de las garantías constitucionales a la ciudadanía; en definitiva, no tiene ningún tipo de estrategia para frenar el empeoramiento de la calidad de vida de la población que él mismo genera.
De la evidencia anterior se desprende que el modelo de desarrollo instaurado por la megaminería a cielo abierto no es sustentable o sostenible, como pretenden ilustrar falsamente el propio empresariado que lo lleva a cabo y sus lobistas cipayos, mediante las más burdas fórmulas discursivas, que no hacen otra cosa que ideologizar conceptos que son estrictamente del ámbito técnco o científico, como lo es el concepto de desarrollo sustentable o sostenible.
Continuando la cadena de evidencias, se llega a una sola contundente conclusión: la bandera de los derechos humanos izada a media asta es la principal patraña oficial para continuar, cortina de humo mediante, con el despojo del patrimonio nacional y el sometimiento del pueblo.
La nota de referencia ha sido tapa del principal diario de San Juan que, como era de esperar, está regenteado y cooptado por el propio capital minero. Prueba irrefutable de ello ha sido el reciente y resonado episodio de censura a la Revista Rumbos, llevado a cabo por la dirección de ese diario por una nota que trataba el tema minero,a pesar de sus frívolas excusas que no hacen más que evidenciar esa situación, intentando justificar lo injustificable.
"A diario en el basurero de Rivadavia se repite una postal angustiante: muchas personas revuelven las montañas de basura para rescatar restos de alimentos, sucios y en mal estado, y comérselos. Y los protagonistas son los propios cirujas que trabajan en el lugar. Aprovechan la ocasión para alimentarse con los restos de comida que vienen junto a los residuos que descargan tanto los camiones municipales de diferentes departamentos como los contratados por los grandes supermercados. Ante esta situación, el subsecretario de Medio Ambiente, Raúl Tello, contó a DIARIO DE CUYO que ya tomó las primeras medidas para "solucionar en parte este problema": desde la semana que viene enterrarán los restos de alimentos ni bien sean descargados en el predio, para evitar que la gente los coma". (extracto del artículo de referencia).
Fotografías: Diario de Cuyo, edición del 30/07/09
A la espera. Ni bien llega un camión al basural para descargar los residuos, los cirujas se avalanzan sobre la compuerta para juntar toda la comida que puedan.
Refrigerio. De tanto en tanto los cirujas que trabajan en el basural de Rivadavia, paran para tomar mate con algo de la comida encontrada entre la basura. En este caso, unas papas fritas.
Mientras todo esto pasa, Barrick sigue embolsando...
"Hemos comprobado que, por aplicación de la legislación minera y por dádivas extras del Estado, han beneficiado a la Barrick en estos cinco años que llevan con $ 50.000.000.000 (Cincuenta mil Millones de dolares) en solo 5 años, o sea $ 10.000.000.000 por año. Si este beneficio lo hubiesen dado a cada sanjuanino debería cobrar $ 296.106,79 en esos cinco años, o sea, le hubiéremos solucionado el problema a cada uno de ellos. Si yo fuese Gobernador de San Juan lo hubiera echo de inmediato, porque si lo habrían echo, y las ganas de hacerlo lo hubiesen echo, pero claro, eso no, no esta en los planes de Gioja, como van a beneficiar a 170.000 familias sanjuaninas y digo por familia no por los 675.432 habitantes que somos, creo que yo hubiese terminado con toda la pobreza en San Juan. Mi pregunta es: ¿A que bolsillo fue a parar todo este dinero? Porque no creo que todo haya sido beneficio para la Barrick" (Andrés Merenda, Red Provincial de O.N.Gs. de San Juan).
Es obvio que hay otros beneficiarios con el saqueo de Barrick, porque también es obvio que saqueo minero argentino no se sostiene por obra y gracia del espíritu santo, como algunos trasnochados nostálgicos despistados creen... Y... entre obviedad y obviedad, la justicia (amordazada por el poder político y económico) se puso a investigar los misterios que rodean al veto presidencial a la Ley de Glaciares, donde la presidente de los argentinos pone argumento principal que "la protección del ambiente frena el desarrollo minero" Para cualquier bípedo pensante no deja de llamar la atención que una ley sancionada por unanimidad de ambas cámaras haya sido vetada de un plumazo sin el más mínimo debate y sin la más racional explicación.
Los movimientos seudoprogresistas en Latinoamérica no han hecho otra cosa que continuar con los postulados escenciales del neoliberalismo, maquillado con cierto populismo, de ahí surge el concepto de "ladriprogresismo" que hace referencia a aquellos dirigentes que se dicen "de izquierda" y nos corren con medidas de la más rancia derecha.
Por eso la justicia citó al cipayo Daniel Filmus, en el marco de la investigación iniciada por el veto a la ley de glaciares, por que él sabe perfectamente cómo hizo Barrick para lograrlo y deberá responder por ello.
Huaqueros
En el argot de la arqueología, se denominan huaqueros a aquellos que extraen artefactos arqueológicos (vestigios de culturas pasadas) de los yacimientos para llevárselos, sin autorización de las autoridad de aplicación y sin responder a ningún programa de investigación de las instituciones investigativas correspondientes. Esta práctica es considerada un delito por el Código civil y al parecer es llevada a cabo también por las empresas mineras, lo cual no debería sorprender demasiado, ya que el espíritu saqueador es una patología que suele evidenciarse en todos los ámbitos.
No conformes con el saqueo ambiental, económico y social, las empresas mineras se llevan el patrimonio. Denunciaron que operarios que trabajan en la Mina Gualcamayo encontraron elementos arqueológicos durante la etapa de exploración, que no fueron entregados a las autoridades correspondientes y se los quedó la empresa.
Se trata de unas bolsas hechas de “cuello de guanaco” llenas de monedas de oro que unas monjas habrían enterrado en la época de los Federales, cuando huían de los Unitarios que buscaban a todos los partidarios de Facundo Quiroga. Cuando encontraron estas bolsas, los de la firma se las habrían llevado y nunca las entregaron a las autoridades correspondientes, como corresponde. Además, también denuncian que habrían destruido ruinas arqueológicas durante la construcción de la mina.
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