Voy a insistir con este tema, porque por lo visto, ante la sistemática falta de respuestas los ánimos se están recalcitrando y existe una creciente voluntad de mirar al costado y esquivarle el bulto a las causas de fondo de los problemas que atañen al común de los bípedos oriundos de este particular reducto del mundo.
La solución oficial al descontento social ha sido siempre aplicar la violencia (ideológica y/o física).
Un rápido raconto respecto de la aprobación social hacia los responsables de guiar los destinos de la sociedad nos revela la existencia de numerosas encuestas de opinión de diversa índole que en general arrojan bolillas negras, pero el hecho más unversalmente verídico (si se quiere, para evitar la condición aleatoria y/o tendenciosa de todo sondeo) ha sido el resultado de las pasadas elecciones del 28 de julio, el análisis frío de los números en este sentido es lapidario.
Sintéticamente, el oficialismo recibió aproximadamente el 30% de los votos. Teniendo en cuenta que sufragó alrededor del 65% del padrón (lo cual denota también un creciente rechazo hacia el sistema, o en todo caso hacia la desvirtuación de los valores democráticos); si consideramos el universo electoral total (incluidos aquellos conjuntos que la última reforma constitucional excluyó, como ser votos no emitidos, en blanco, impugnados y recurridos) la aprobación a la gestión de gobierno a nivel nacional (30% del 65%) ronda el 18%, lo cual sin dudas nos pone (siempre hablando exclusivamente de gobiernos dentro del sistema democráticos) ante la gestión más impopular en la historia de la democracia argentina. Es en este contexto que mejor se entiende el marcado descontento generalizado que crece día a día y el por qué de tantas acciones oficales destinadas a intentar modificar la realidad a su antojo, incluyendo para ello el uso de metodologías violentas por todos padecidas.
De las causas de fondo ningún político habla, todos se atajan diciendo que los cortes son ilegales, obviando deliberadamente que la violación de derechos humanos también es ilegal, es más, es un crimen de lesa humanidad, verdad madres? verdad abuelas? fue dura la lucha para ustedes no? y eso independientemente de que ahora muchos consideremos que todo ese capital social está siendo vilmente dilapidado o tirado a la basura al exponerse estas nobles y dignas señoras como
escudo ético del gobierno, pero eso es "harina de otro costal" (como diría un cuate), mejor vayamos al punto...
Mientras crece la proclama oficial para que cada argentino odie a su prójimo más que a sus negligentes autoridades, logrando de esa manera que la ciudadanía, bombardeada hasta el hastío por tantos escándalos de corrupción cada vez más desproporcionadamente grandes y cada vez más ensordecedoramente seguidos, internalice que eso (ortora inconcebible) hoy necesariamente debe ser algo inherente al sistema, intrínseco al clima que debe reinar para garantizar la gobernabilidad y como tal deba ser incorporado o tolerado; y así, conforme crece la arenga de tono imperativo y violencia discursiva que subestima el sentido común del colectivo social, también lo hace el aparato represivo de los diferentes estamentos y ámbitos del gobierno (encabezados por quienes encabezan el poder ejecutivo nacional) que se despliega a lo largo y a lo ancho del país, porque en definitiva, están abocados a hacer un buen papel ante la atenta mirada del imperio que nunca ha dejado de ponernos el pie encina y nosotros nunca hemos dejado de abanicarlos y barrerles la alfombra (relaciones carnales ¿se acuerdan?), porque como idóneos y astutos cipayos, eso es funcional también a sus desmesuradas ambiciones personales y no precisamente encaja en ese esquema de sometimiento y despojo un pueblo en rebelión.
El tratamiento oficial del descontento social nunca incluyen las causas de fondo, deliberadamente éstas siempre se dejan de lado, por eso siempre terminan reprimiendo a los más desposeídos.
- En Resistencia, Chaco, desocupados y pueblos originarios que se encontraban acampando hace algunas semanas en la plaza principal frente a la casa de gobierno reclamando ayuda social, por orden del gobernador, fueron desalojados de manera violenta por la policía provincial.
- En Misiones, la gendarmería reprimió cortes de ruta efectuados por comuinidades indígenas y pobladores afectados por la Represa Yaciretá en los accesos a la ciudad de Posadas, el gobierno pidió mano dura y la represión no se hizo esperar, la Gendarmería detuvo a dirigentes sociales. En esa provincia viene siendo numerosos los hechos que evidencian el descontento social.
- En la ultra-conflictiva provincia de Santa Cruz los cortes se suceden infinitamente, como dato llamativo, hace un mes en Caleta Olivia se produjeron dos cortes simultáneos, que tuvieron tratamiento diferenciado con un criterio discrecional entendible sólo en el afán oficial por castigar a los más débiles y apañar a los que están en la trenza: uno de los cortes lo efectuaron trabajadores petroleros por una interna sindical y fue apoyado por el propio gobernador que incluso apersonó en el lugar, el otro lo llevaron a cabo familias de desocupados y fue violentamente reprimido por la policía provincial
- El modelo Das Neves, que cual nefasta coincidencia, asoma desde el sur, muestra su costado intolerante y violento en su propio suelo: En un barrio marginal de Trelew, familias humildes fueron desalojadas por la policía provincial, hasta las mujeres y niños fueron apaleados, días después trabajadores estatales fueron apaleados por la policía.
Podríamos seguir enunmerando hechos de similares características a lo largo y ancho del variopinto territorio argento, por ejemplo la interminable lista de protestas contra la minería contaminante llevadas a cabo en la totalidad de las provincias cordilleranas por las asambleas de vecinos autoconvocados y los pueblos originarios (allí donde aún no terminaron de ser exterminados) que cotidianamente son acalladas de las más diversas formas que como denominador común tienen la utilización del amedrentamiento, la intimidación y todo tipo de acciones violentas hacia todo lo que constituya una demanda popular. Resumiendo, el silogismo de estos tiempos es (como dice el título del presente escrito): descontento, crispación, irritabilidad y como contrapartida oficial criminalización, represión, judicialización de la protesta social.
Y mientras tanto, los derechos ciudadanos siguen cercenándose, consecuentemente el desasociego se generaliza, las puertas se cierran y la
tensión crece. Ustedes sabrán comprender entonces, dentro del esquema estímulo-respuesta, cuál es la salida que le queda al atosigado habitante de estas pampas, porque como dice el flaco Spinetta "...sin despertar es como te atarás..." y eso es algo que ya muchos, a fuerza de desventuras, tenemos muy bien incorporado.
Que la suerte nos acompañe...
Lubricás un poco la vista a través del oído con el Flaco en la poesía escrita y audible en La Sed Verdadera.
ResponderEliminarLa estrategia de usar y prestarse al juego de las Madres... bueno, desde su lado es perdonable. Hasta una madre facho que clama por "venganza" cuando le matan a un pibe, le perdonamos que hable zonceras. (No que el papá salga a cambiar el código penal y promover política, como Blumberg).
La violencia ideológica también está aceitada y orquestada en la cuestión de poner "Tod@s contra tod@s y contra tod@ y cada un@". Al ponerle pañuelo blanco de Madre al discurso K., te invade un sabor agridulce con respecto a qué. Al encontrarte con que Cobos es oposición, terminás sin saber qué es un antónimo. Es muy jodido. Muchos sedimentos de hijaputez acumulados que nos joden sin excepción. Es la forma de extinguir la peste. Dándoles armas a l@s infectad@s de pobreza (material y/o espiritual).
Por cierto, estoy en deuda con una foto. En vernáculo suelo-cielo y su intermedio, aparecieron unas carillas tamaño A4 pegadas con engrudo de "Cométe esta galleta" (la galleta mordida). "Terrabusi de los trabajadores". Ah, no babe, boicot!!! ¿Le compramos a ArCor-azón nos quita?
Che, mucho vínculo al Crítica, a Noticias (Perfil) y nada al Ámbito Financiero, a InfoBAE...