Recientemente volvió a tomar impulso el proyecto megaminero Cerro Amarillo (Malargüe, Mendoza), debido a que el Gobierno de Mendoza remitió a la Legislatura su Declaración de Imacto Ambiental para habilitar su exploración, con la expresa orden de tratarlo de manera express, aprovechando la distracción del mundial y las fiestas, tal como hicieron con la fallida ley 9.209. En esta nueva oportunidad tampoco se está informando respecto del conflicto de intereses que involucra a sus dueños, Jorge Bengochea y Lydia Espizua, y que dada la reserva que se hace de tal situación, evidentemente representa un verdadero escandalo de corrupción que se está pretendiendo ocultar.
INCONGRUENCIAS LEGALES Y ADMINISITRATIVAS:
Este proyecto megaminero ya fue rechazado por la Legislatura de Mendoza en 2014, debido a que podía afectar ambientes glaciares y periglaciares protegidos por la Ley Nacional 26.639.
Una síntesis del rechazo legislativo puede ser visualizado acá: http://federico-soria.blogspot.com/2014/10/cerro-amarillo-en-el-freezer-hasta-que.htmlhttp://federico-soria.blogspot.com/2014/10/cerro-amarillo-en-el-freezer-hasta-que.html
Sin embargo, nuevamente fue remitida la DIA de 2014, que desde ya, está vencida y debería haber sido actualizada, más allá de que fue realizada por la empresa Meryllion Resources Corporation, que hoy ya no es más parte del proyecto. Pero además de eso, no ha cumplido con los presupuestos mínimos de Estudio de Impacto Ambiental, Audiencia Pública y Consulta Pública de los expedientes, según lo establecido en la Ley Nacional 25.675.
El proyecto megaminero está inserto en un ambiente donde predominan las geoformas glaciares y periglaciares, existiendo además una gran cantidad de humedales altoandinos y lagunas de altura, junto a las cuales se pretenden realizar las perforaciones y la apertura de caminos.
Las sustancias que pretenden utilizar en esta explotación están comprendidas dentro de las "otras sustancias tóxicas similares" que menciona la Ley Provincial 7722. Tal es el caso del xantato y la poliacrilamida, que bien conviene recordar, ya fueron rechazadas por la Legislatura de Mendoza en 2011, para la explotación de Minera San Jorge.
La suma de inconsistencias legales del proyecto megaminero Cerro Amarillo y sus daños ambientales, puede ser visualizada acá: http://federico-soria.blogspot.com/2014/09/cerro-amarillo-mendoza-un-proyecto.html
Ahora, diferentes voceros de la UTE conformada por gobierno, lobbystas, medios hegemónicos y empresas, ha declarado que según el inventario de glaciares del IANIGLA no habría glaciares en Cerro Amarillo y por eso ahora pretenden avanzar. https://www.mendoza.gov.ar/prensa/cerro-amarillo-el-gobierno-enviara-un-proyecto-de-ley-de-exploracion-de-cobre-en-malargue-dentro-de-la-normativa-ambiental-vigente/
Desde ya, la afirmación de que según el inventario de glaciares no hay estas geoformas en Cerro Amarillo es falsa https://despertadorlavalle.com.ar/2022/12/07/hay-glaciares-en-cerro-amarillo-segun-el-inventario-nacional/
Por eso, después el propio Gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, tuvo que salir a decir que "las perforaciones serán lo más lejos posible de los glaciares". Esta afirmación recuerda a la desafortunadas declaraciones de la senadora Silvia Calvi (de Malargüe), cuando durante el tratamiento anterior de este proyecto dijo "Déjennos contaminar un poquito" https://marcelosapunar.com/2022/12/08/suarez-y-cerro-amarillo-las-perforaciones-seran-lo-mas-lejos-posible-de-los-glaciares/
De todos modos, bien vale aclarar que no es necesario que los glaciares figuren en el inventario para dar cuenta de la protección establecida en la Ley Nacional 26639. Además, el inventario de glaciares no contiene la totalidad de los ambientes glaciares y/o periglaciares protegidos por ley. Si hay glaciares en Cerro Amarillo, simplemente no se debería aprobar ni exploración ni explotación.
Un informe elaborado en 2014 por el CEDHA (Centro de Derechos Humanos y Ambiente) da cuenta de la existencia de glaciares y ambiente periglaciar, que posteiormente no fueron volcados al inventario de glaciares del IANIGLA. Además de ello, es de destacar en la zona la presencia de humedales altoandinos, espejos de agua y ncientes de ríos y arroyos, que de contar con una ley de humedales, también estarían legalmente protegidos, más alla de que resultaría un verdadero despropósito permitir el desarrollo de la minería a gran escala con uso de sustancias tóxicas también en este tipo de ambientes ecológicamente frágiles y estratégicamente fundamentales para la vida y la economía de Mendoza: https://media.business-humanrights.org/media/documents/files/documents/Informe-CEDHA-Cerro-Amarillo-version-24-FEB-2015.pdf
Por otra parte y para ratificar la inviabilidad ambiental de Cerro Amarillo, antes de la presentación del informe ambiental de Cerro Amarillo, fue presentado un proyecto de ley para que la zona sea declarada Parque Nacional, por sus valores ambientales excepcionales para impulsar su preservación en lugar de destinar dicho territorio al extractivismo. El proyecto de ley fue denominado Parque Nacional Pehuenche y está registrado en el expediente 8084-D-2014, en la Cámara de Diputados de la Nación. https://federico-soria.blogspot.com/2014/04/parque-nacional-pehuenche-nosotros.html
Independientemente de todo lo anterior, el expediente de Cerro Amarillo de 2014 debería ser enviado a archivo, puesto que la legislatura ya lo rechazó. Al respecto, existe un antecedente y es el expediente de DIA para explotación de Minera San Jorge, que también fue rechazado por la Legislatura de Mendoza y el Gobierno de Mendoza lo mandó a archivo definitivo, obligando a la empresa a presentar un nuevo informe de impacto ambiental, que es lo que correspondería en este caso también. En función de ello, la empresa debería remitir un informe nuevo y actualizado, tal como se procedió en aquel caso, puesto que de lo contrario, estaría existiendo favoritismo hacia los titulares del proyecto, violando el principio de igualdad ante la Ley. https://www.losandes.com.ar/la-provincia-hizo-oficial-el-rechazo-al-proyecto-san-jorge/
Como si no fuera poco con todas estas trapisondas, hay otro detalle no menor: Cerro Amarillo involucra a bienes naturales compartidos por el Estado Provincial de Mendoza con otras jurisdicciones provinciales y municipales, que al día de hoy no han sido consultadas, ni se les ha dado participación alguna en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Esta situación indudablemente ha de terminar en planteos administrativos y jurídicos, como ya ha ocurrido anteriormente,
INCONSISTENCIAS ECONÓMICAS
El proyecto megaminero Cerro Amarillo, no sólo es inviable ambiental y socialmente, también lo es desde lo económico, ya que los titulares de las concesiones mineras actualmente no cuentan con espalda financiera o garantías para llevar adelante la exploración del yacimiento y tampoco cuentan con inversores que se hagan cargo de dicha tarea. El último interesado en el desarrollo del yacimiento, la empresa canadiense Meryllion Resources Corporation, dejó de interesarse en el proyecto luego del rechazo legislativo de 2014, con lo cual (en concreto), actualmente no existe posibilidad de financiamiento privado en caso de que sea aprobada la exploración.
Esta situación ubica al proyecto megaminero Cerro Amarillo en la misma situación de desfinanciamiento operativo crónico de los ya aprobados Potasio Río Colorado y Hierro Indio, los cuales hoy está financiando el propio Gobierno Provincial con dinero de las arcas públicas, a pesar de innumerables anuncios de probables inversores externos supuestamente interesados e incontables viajes de funcionarios al exterior...
Consecuentemente, una vez más, estamos ante la posibilidad certera (teniendo en cuenta que ya ocurrió, no una, sino dos veces) de que el Estado Provincial termine subsidiando la aventura megaminera de los señores Bengochea y Espizua. Estas dos personas, no conformes con usar su chapa de profesionales del estado para constituir concesiones mineras privadas en ambientes glaciares y periglaciares protegidos por ley, que ellos mismos investigaron financiados con fondos públicos, a sabiendas (porque como profesionales que son, lo saben) de que su explotación a gran escala puede significar la destrucción de estos bienes naturales estratégicos, que involucran al colectivo de la sociedad.
CONFLICTO DE INTERESES:
De acuerdo al Boletin Oficial y al Catastro y Padrón Minero de Mendoza, las concesiones mineras del proyecto megaminero Cerro Amarillo pertenecen a Jorge Bengochea y Lydia Espizúa. Ambos son esposos, no obstante, el conjunto de concesiones está registrado a uno u otro de manera individual, tratándose de bienes gananciales que exceden la sociedad conyugal, con lo cual no se puede aludir al matrimonio como excusa para desligar a uno u ottr miembro de dicho contrato social, respecto de las responsabilidades y cuestios éticas que invilocra. Se debe aclarar también, que de acuerdo al contrato comercial suscripto entre los dueños de las concesiones mineras (los nombrados Bengochea y Espizua) y los anteriores titulares del proyecto, en el hipotético caso que la explotación se llevara a cabo, serían beneficiarios de una cifra multimillonaria de dinero que excedería al total de regalías provinciales.
Lydia Espizúa además es una renombrada y reconocida investigadora del IANIGLA, institución a cargo del Inventario Nacional de Glaciares, con lo cual indudablemente existe un conflicto de intereses de alguien que al mismo tiempo es investigador del IANIGLA y es titular de concesiones mineras localizadas en ambiente glaciar y periglaciar. El ocultamiento deliberado de este tipo de conflicto de intereses, representa para la opinión pública un acto de corrupción, no sólo por parte de los propios involucrados, sino además de las autoridades que avalan tal situación (Gobierno de Mendoza, Legislatura Provincial y CONICET).
Ver: titularidad exclusiva de Lydia Espizua en algunas concesiones del proyecto megaminero Cerro Amarillo:
https://www.mendoza.gov.ar/boletinoficial/wp-content/uploads/boletin.old/20070312-27863-edictos.pdf
https://www.mendoza.gov.ar/boletinoficial/wp-content/uploads/boletin.old/20070228-27855-edictos.pdf
Lydia Espizua ya fue denunciada anteriormente por un conflicto de intereses similar (del que nunca dio cuenta): ya que mientras era investigadora del IANIGLA, trabajó como profesional para la consultora Knight Piesold en la realización del informe de impacto ambiental de Veladero y Pascua Lama para Barrick Gold.
El caso de Lydia Espizua no es el único caso de conflicto de intereses que involucra a un investigador del IANIGLA con intereses megamineros privados localizadois en ambientes glaciares y periglaciares. En años anteriores, también se dio a conocer el caso de Viviana Rubisntein, titular (junto a su esposo, el lobbysta Marín Carotti) de varios proyectos megamineros, algunos con concesiones registradas dentro de este tipo de ambientes. http://federico-soria.blogspot.com/2012/12/martin-carotti-quien-es.html
Jorge Bengochea tiene una amplia carrera académica en la Universidad Nacional de Cuyo, más allá de que se presenta como profesional independiente de la actividad privada, con lo cual también hay un conflicto de intereses entre su cargo en una universidad pública y sus negocios privados...
Por otro lado, hay una cuestión ética: tanto Lydia Espizua como Jorge Bengochea aparecen como autores de numerosas publicaciones y papers de divulgación científica, en trabajos de investigación del IANIGLA o el CONICET en materia de glaciología, figurando además como expositores en disertaciones vinculadas y siendo referentes reconocidos públicamente en la ciencia de la glaciología. Es indudable que estos señores saben perfectamente que la megaminería puede afectar seriamente no solo los ambientes glaciares y periglaciares de Cerro Amarillo, sino además, los humedales y lagunas altoandinas, así como las nacientes de ríos y arroyos que abarcan las cuencas de los ríos Atuel y Grande, en cuyas cabeceras colindantes se localiza su área de concesión minera. Tampoco es casual el perfil bajo que han decidido adoptar ambos señores, que a esta altura no sabemos si llamarlos investigadores científicos o empresarios de la megaminería.
La deshonestidad intelectual de Bengochea y Espizua en su doble rol de investigadores científicos de la glaciología y de empresarios de la megaminería en áreas glaciares, queda en evidencia en los numerosos trabajos publicados por ambos, tanto por separado como en conjunto, que pueden ser localizados con cualquier buscador o en las citas bibliográficas de los informes del inventario de glaciares. Uno de estos informes, que es firmado por ambos, incluso revela ya no sólo la presencia de glaciares en Cerro Amarillo, sino además riesgo geológico, como procesos de remoción en masa, avalanchas de roca, criofluxión, deslizamientos de laderas y colapso de diques naturales que contienen lagunas cordilleranas.
https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/40947/CONICET_Digital_Nro.e8742b15-30d7-4176-b787-e0ac917fd67e_A.pdf?sequence=2
A requisitoria de aclaraciones al respecto, oportunamente desde el IANIGLA han declarado que la señora Lydia Espizua no ha tenido participación en el inventario de glaciares. Sin embargo, figura como directora del inventario de glaciares en algunos de los informes subidos a la página web del mismo. La prueba documental entonces demuestra que quienes dieron esa información han mentido. Por otra parte, no ha habido un comunicado oficial del IANIGLA justificando esta incongruencia, que es a todas luces un claro hecho de corrupción que debería ser investigado de oficio. https://www.glaciaresargentinos.gob.ar/wp-content/uploads/provincias/Mendoza/docs/informes/informe_final_atuel_APN_23-04-2018.pdf
El IANIGLA como institución científica debería dar explicaciones públicas respecto de los conflictos de intereses que involucra a su plantel científico, teniendo en cuenta además que el caso de Espizua no es el único. Por otra parte, también debería explicarle al pueblo de Mendoza (sin dar lugar a ambiguedades) si en Cerro Amarillo se puede o no hacer megaminería (concretamente: ¿sí o no?) y si los glaciares allí existentes van a ser afectados en caso de aprobarse el proyecto. Declaraciones poco claras y ambiguas sólo han de agregar confusión y desconfianza... https://www.elsol.com.ar/mendoza/mineria-que-dice-el-ianiglia-sobre-la-presencia-de-glaciares-en-cerro-amarillo/
Además, debemos recordar que el IANIGLA es también un instituto de ciencias ambientales, con lo cual debería estar informando a la sociedad las implicancias ambientales del proyecto (qué podría ocurrir con las nacientes de ríos y arroyos y con los humedales y lagunas altoandinas allí existentes?) y las violaciones a la normativa ambiental vigente, empezando por la ya mencionada Ley Nacional 25675. El IANIGLA debería despegarse de cualquier acto de corrupción que involucre a sus investigadores. Ya no es una cuestión de cientificismo, sino de ciencia digna, y eso significa invariablemente un pronunciamiento concreto al respecto, puesto que hasta la propios interesados (Bengochea y Espizua) refutan el inventario de glaciares en la zona del proyecto. https://mendozatoday.com.ar/2022/11/18/uno-por-uno-estos-son-los-glaciares-encontrados-por-el-ianigla-en-la-zona-del-proyecto-minero-cerro-amarillo/
CONCLUSIONES
Es legal? es ético? es moral? es aceptable? es tolerable? hasta dónde?
¿Debe la sociedad, la opinión pública, el pueblo, tolerar y/o aceptar que dos renombrados científicos de instituciones del estado expertos en glaciología, registren a su nombre concesiones mineras metalíferas en ambientes glaciares y periglaciares protegidos por ley y se los autorice a explotarlas? ¿Debe el IANIGLA seguir aceptando que parte de su plantel científico con sueldos de las arcas públicas, sean al mismo tiempo empresarios de la megaminería con intereses privados localizados en ambientes glaciares y periglaciares que ellos mismos investigaron financiados por el Estado? ¿Debe la Legislatura de Mendoza aprobar Cerro Amarillo, con todas las inconsistencias ambientales, sociales y económicas que tiene y con el agregado de este escándalo que corrupción?
En base al más elemental sentido común, es éticamente un verdadero bochorno que dos investigadores científicos expertos en glaciología y con amplia trayectoria en el CONICET y universidades públicas, como Lydia Espizua y Jorge Bengochea, sean titulares de una concesión minera de primera categoría localizada en ambientes glaciares y periglaciares. También es bochornoso que el Gobierno de Mendoza y la Honorable Legislatura se presten para avalar este contubernio inmoral. Ratifica esta condición el hecho irrefutable de haber mantenido esta situación en reserva, sin haberla informado a la sociedad (y continuar haciéndolo ahora que revive el proyecto). Esto revela que Cerro Amarillo representa un verdadero escándalo de corrupción, avalado por gobernador y legisladores, que principalmente daña severamente el prestigio del IANIGLA y de los profesionales que llevan a cabo su tarea dentro de ese organismo con verdadero sentido de vocación y servicio a la sociedad, sin estar involucrados de ninguna manera en este tipo de componendas e intereses privados particulares encontrados con el interés colectivo de la sociedad.
Estoy muy ipactado por el presente Reporte. Una investigación que debería ser ampliamente difundida y si existen personas en la Fiscalía de Gobierno, deberían actuar de oficio. Es una obligación moral y un deber público de la función. Caso contrario se actúa en complicidad
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