Versiones encontradas en los últimos días respecto a si el Estado Nacional desaloja o no a la empresa El Azufre de las tierras que le mal regaló el gobierno de Mendoza, incrementan la podredumbre que involucra a este negocio sucio a costa de la destrucción de la naturaleza y el patrimonio de todas y todos.
Parece que para la Casa Rosada sólo es una cuestión partidaria, puesto que lo único concreto que revela su pronunciamiento es que se reserva el derecho de accionar contra el Gobierno de Mendoza y a la empresa la deja en condiciones de negociar con la Nación (incluso abriendo la puerta a una venta de tierras), quien a su vez patea la pelota respecto de esta decisión a la gestión que viene...
https://elotro.com.ar/huele-a-azufre-desalojo-o-riesgo-de-venta/
El Azufre huele a podrido desde su génesis, puesto que siendo una empresa en ese entonces insolvente en los papeles, el Gobierno de Mendoza le regaló 12.000 hectáreas de tierras fiscales enclavadas en el medio la Cordillera de los Andes, conteniendo glaciares, ambiente periglaciar, humedales altoandinos y nacientes de ríos y arroyos, que dejaron de ser patrimonio público y pasaron a ser propiedad privada.
http://federico-soria.blogspot.com/2022/02/el-gobierno-de-mendoza-privatizo-una.html
Las tierras en cuestión eran ocupadas por Pueblos Originarios, dedicados a la trashumancia, quienes de un día para el otro se vieron privados de llevar a cabo su modo de vida ancestral y fueron ninguneados por el Gobierno de Mendoza.
La empresa ha provocado daño ambiental en una zona prístina, mediante el montaje de construcciones e infraestructura, sin haber realizado previamente el informe de impacto ambiental que exige la ley, interviniendo humedales altoandinos con el levantamiento de terraplenes, desvío de cursos de agua, apertura de caminos, excavaciones de pozos y zanjas y vertido de efluentes en los humedales altoandinos, introduciendo maquinaria pesada en ambiente glaciar, realizando vuelos en helicóptero en zona de hábitat de monumentos naturales provinciales protegidos por ley, y demás formas de daño ambiental.
Además, la empresa ha introducido maquinaria pesada en ambiente glaciar, donde está prohibido por ley. El grado de impunidad ambiental de la empresa y sus empleados es tan grande que se jactan de ese tipo de actitudes y lo publicitan en redes, haciéndolo ver como si fueran proezas heroicas.
Los dueños de El Azufre son parte de la elite empresarial porteña de más alta alcurnia y están involucrados en diferentes casos de corrupción y acciones de lobbying corporativo. Uno de ellos es CEO del Grupo América-UNO, otro es CEO de Torneos y Competencias, otro es parte del conglomerado letrado e inmobiliario Beccar Varela...
https://elotro.com.ar/huele-a-azufre/
La sucursal de Malargüe donde supuestamente esta empresa dice en los papeles tener sus oficinas en el ámbito local, es una casa fantasma.
https://elotro.com.ar/huele-a-azufre-la-casa-fantasma/
Después de 3 años de estar operando sin ningún tipo de autorización, El Azufre primero obtuvo una habilitación trucha de la Municipalidad de Malargüe
Posteriormente, se le concedió aprobación ambiental del Gobierno de Mendoza, en un procedimiento de evaluación de impacto ambiental verdaderamente bochornoso.
El Azufre obtuvo aprobación sin tener certeza científica respecto de sus implicancias ambientales actuales y futuras, cuestión que fue advertida por la vía formal previo a la Audiencia Pública y a la Declaración de Impacto Ambiental
https://www.mendoza.gov.ar/wp-content/uploads/sites/81/2023/06/Dictamen-Sectorial-IANIGLA.pdf
Actualmente, el complejo volcánico Planchón-Peteroa (a cuyos pies y laderas se localiza El Azufre) ocupa el primer puesto en el Ranking de Peligrosidad Volcánica Argentina, en el cual se tiene en cuenta el análisis del área que podría ser afectada por un proceso natural con cierta intensidad y frecuencia, Y se dispone en el segundo lugar en el Ranking de Riesgo Volcánico Relativo del SEGEMAR, que contempla la peligrosidad y los elementos que se encuentran en áreas susceptibles de ser afectadas por un peligro, incluyendo población, infraestructura y medio ambiente- Obviamente que, de emplazarse una ciudad en su entorno inmediato, como lo sería El Azufre, por el riesgo de miles de vidas humanas allí presentes ante una erupción repentina y de gran magnitud, pasaría también al primer lugar de este ranking, que hoy no ostenta por tratarse de un área remota y deshabitada. Se debe mencionar que El Azufre no cuenta con protocolo de emergencias ante erupciones volcánicas.
El patrimonio natural involucrado en El Azufre, hoy severamente impactado por el daño ambiental que este proyecto provoca, debería estar preservado como patrimonio público para beneficio y goce de las presentes y futuras generaciones. Lamentablemente el proyecto de creación del Parque Nacional Pehuenche fue volteado por el lobbying extractivista y como era de esperar, acto seguido este territorio natural excepcional quedó a expensas no sólo del megadesarrollo el Azufre, sino también del proyecto megaminero Cerro Amarillo...
http://federico-soria.blogspot.com/2014/04/parque-nacional-pehuenche-nosotros.html
POR QUÉ EL AZUFRE ES ILEGAL, HUELE A PODRIDO Y SU HABILITACIÓN ES TRUCHA?
Texto de mi oposición a El Azufre presentado al gobierno de Mendoza:
1) La entrega gratuita y por decreto de más de 12.000 hectáreas de cordillera, que dejaron de ser patrimonio público y pasaron a ser propiedad privada, tierra que mientras era pública yo particularmente pude ingresar libremente en varias oportunidades y hoy me veo impedido por la colocación de tranqueras y alambrados por parte de la empresa. Exijo que las mismas vuelvan a ser públicas y sin restricciones para la libre circulación de las personas. Además de ello, exijo que en toda la zona se cumpla con la Ley Nacional 27.665 (Ley de fomento del Montañismo).
2) Resulta innecesario (y hasta sospechoso) la entrega de tanta tierra para un proyecto cuya superficie prevista (de acuerdo a los números que da el proponente en su informe) es una fracción muy menor de la misma.
3) Estas tierras contienen bienes naturales estratégicos de interés público y protegidos por ley, entre los que destacan aproximadamente 4.000 hectáreas de humedales altoandinos, 2.000 hectáreas de glaciares descubiertos y una superficie no determinada de ambiente periglaciar protegido por la Ley Nacional 26.639, además de ríos y arroyos protegidos por el Código Civil y Comercial (tanto los propios cursos de agua como sus riberas). O sea, estamos hablando de que para al menos la mitad de la superficie entregada, el Estado debería haber hecho reserva de aquella conformada por los bienes públicos contenidos en ella, pero no obstante fueron entregados sin más y sin el menor asiento de restricciones al dominio. Exijo que el Estado haga reserva de los mismos, de acuerdo a las prescripciones del Código Civil y Commercial de la República Argentina.
4) Por los motivos antes expuestos es que años atrás la zona fue relevada y estudiada por técnicos de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, determinándose que resulta ser de gran importancia desde el punto de vista ecológico de su biodiversidad y por ende, para la conservación de la naturaleza. Por ello es que a partir de 2006 la zona fue mencionada como tal en diversos documentos oficiales del Gobierno de Mendoza, como el Informe Ambiental 2006, el Plan de Gestión Ambiental 2008-2012, la Evaluación Ambiental Estratégica del Programa Mendoza Productiva (2007), el Plan Estratégico Mendoza (2013) y los borradores del Plan de Ordenamiento Territorial que fueron puestos a consideración del público por el Gobierno de Mendoza para su revisión. Misteriosamente, a partir de 2015, la consideración de interés para la conservación de la zona no figuró nunca más en ningún documento oficial emitido por el Gobierno de Mendoza, sin haberse justificado los motivos de esta exclusión. En función del Principio de Progresividad fijado en el Art 4º de la Ley Nacional 25.675, exijo que el proyecto sea desestimado y que el Gobierno de Mendoza determine medidas efectivas tendientes a la conservación de la naturaleza para toda la Cuenca del Río Valenzuela.
5) En función del punto anterior, desde el sector científico se propuso preservar ambientalmente la zona, por eso es que en 2013 se presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de ley para crear el Parque Nacional Pehuenche, donde se incluye a la zona del pretendido Centro de Ski El Azufre. Lamentablemente, la intención de crear esta área protegida fue volteada por el lobbyng corporativo de la megaminería, que también tiene intereses particulares allí y por eso actualmente este proyecto de ley está pisado. De existir un Parque Nacional allí, no deberíamos estar efectuando este tipo de reclamos, por eso exijo que se vuelva a considerar la creación del Parque Nacional Pehuenche, como alternativa necesaria y obligatoria para la zona. Me asisten en esta exigencia, los art 1; 2 y 3 de la Ley Provincial 5.961 y el resto de las normas reglamentarias que exigen el análisis de alternativas a los proyectos sometidos a Evaluación de Impacto Ambiental. Conviene recordar además que un Parque Nacional sería mucho más útil, ambientalmente sustentable y redituable económica y socialmente para el Estado y la comunidad local, que un centro de Ski para un turismo de elite; ejemplo de ello huelgan en todas partes del país y el mundo.
6) El proyecto tiene infraestructura montada y está en funcionamiento, con la introducción de maquinaria pesada y considerable remoción del suelo observable a simple visa en terreno (especialmente del que conforma los humedales altoandinos de la zona) desde hace 3 años, sin haber realizado el Estudio de Impacto Ambiental, que es un requisito obligatorio ineludible, de acuerdo a la Ley Nacional 25.675 y la Ley Provincial 5.961. Por este motivo, exijo tanto el rechazo del proyecto como la sanción a la empresa que le cabe por lo anterior y tal como el propio Gobierno de Mendoza llevó a cabo en numerosas situaciones similares (por ejemplo, el proyecto del Centro de Ski Punta Negra).
7) El proyecto incluye el sobrevuelo de helicópteros, que ya se viene realizando sin tampoco haber efectuado el Estudio de Impacto Ambiental que exige la ley, con grave perjuicio para la fauna nativa, especialmente guanacos y cóndores que están protegidos por la Ley Provincial 6.599 (Ley de Monumentos Naturales Provinciales). Esta ley además protege los hábitats de estas especies, con lo cual el proyecto es incompatible con el espíritu de esta norma, y por eso exijo que la misma se haga cumplir, rechazando el proyecto.
8) Debe mencionarse además que el pretendido emplazamiento de parques solares y eólicos de grandes dimensiones previstos en el proyecto, resulta de un impacto muy negativo en las rutas migratorias de aves y mamíferos. Esta sola característica vuelve al proyecto ambientalmente insustentable y por lo tanto, susceptible de ser rechazado. Como ejemplo de ello, cabe mencionar el reciente rechazo de proyectos similares de generación de “energías alternativas” en la cordillera de la vecina Región del Maule, en Chile, por las graves consecuencias a la flora y fauna nativas; y particularmente las rutas migratorias de los cóndores, que cruzan permanentemente de un lado a otro de la cordillera.
9) De un tiempo a esta parte se evidencia en el terreno intervenciones de alto impacto realizadas tanto en la modificación del curso y riberas del Río Valenzuela y afluentes, así como en la dinámica hidrológica de los humedales altoandinos que lo rodean, mediante la remoción del suelo, construcción de terraplenes y rellenos, apertura de caminos y huellas y montaje de infraestructura y construcciones sobre los humedales, excavación de pozos y trincheras, modificación de barrancas y riberas de los cursos de agua, etc. Tareas todas estas llevadas a cabo sin tampoco haber realizado un Estudio de Impacto Ambiental, con el empleo de maquinaria pesada, cuya utilización impactante es impropia de un proyecto que se dice ser “sustentable”. Por esto no sólo exijo el rechazo del proyecto, sino también la remediación de todos y cada uno de las intervenciones realizadas en el cauce del Río Valenzuela y los humedales altoandinos que lo rodean.
10) El lugar donde se pretende emplazar una verdadera ciudad en medio de la Cordillera de los Andes, es de altísimo riesgo volcánico, ya que se halla a los pies del complejo volcánico Planchón-Peteroa, actualmente activo. Los estudios efectuados por el SEGEMAR en la zona del proyecto, han detectado la ocurrencia en tiempos recientes de flujos piroclásticos y lahares. Estos fenómenos naturales son en todos los casos de consecuencias catastróficas y pueden volver a ocurrir de manera repentina en cualquier momento. El proyecto no ha evaluado las consecuencias que podrían acarrear para el mismo y la gente que lo habite, la actividad del mencionado complejo volcánico o la de los otros que se encuentran cercanos en la zona (Caldera del Maule, Quizapu-Descabezado, La Mora, etc.). Por este motivo debe rechazarse el emplazamiento de cualquier tipo de centro con alta concentración de población en la zona.
11) De Acuerdo a las leyes provinciales 8051 (Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo) y 8.999 (Plan Provincial de Ordenamiento Territorial), un proyecto de esta envergadura no debería ser permitido dentro de esta unidad territorial, por lo que se debería exigir previamente un Estudio de Impacto Territorial, que además contenga una Evaluación Ambiental Estratégica. Debido a la ausencia de esta instancia obligatoria es que exijo el rechazo del proyecto.
12) Más allá de que se pretende definir al proyecto del Centro de Ski el Azufre como sustentable, sus exageradas dimensiones y numerosas características del mismo son claramente opuestas e incompatibles a tal pretensión, como ser: el uso excesivo de agua, las ya mencionadas intervenciones en ríos y humedales altoandinos con alteraciones en la dinámica hidrológica de los mismos, posible contaminación con efluentes, extensas forestaciones con especies exóticas de gran consumo de agua, emplazamiento de parques solares y eólicos con fuerte modificación de hábitats naturales para la flora y fauna nativa, uso de maquinaria pesada, generadores, vehículos y helicópteros, con alto consumo de combustibles fósiles, emisiones de gases de efecto invernadero, ruido y alteración del suelo, etc. Por ello, entiendo que por definición resulta una falacia el mote de “sustentable” para el proyecto El Azufre y exijo su rechazo por falsedad ideológica.
13) El proyecto presenta una línea de base insuficiente con escasísimo esfuerzo de muestreo en materia de número de especies de flora y fauna nativa, así como su verdadera distribución y localización dentro de la zona del proyecto, sumado a la nula determinación del numero de ejemplares de cada animal o planta nativa y su relación eco-sociológica intraespecífica, interespecífica y con el medio natural donde se insertan todas y cada una de ellas. La insuficiente (o más bien inexistente) línea de base, hace imposible en el futuro determinar con parámetros concretos y registrables, los efectos negativos que provoque el proyecto en la flora, fauna, gea, agua y aire en el medio natural. Todo esto implica a todas luces desde lo legal, la preparación de un escenario de alta impunidad ambiental. Por lo tanto (y por tratarse de un ambiente natural prístino), exijo que el proyecto sea rechazado, no sólo por su impacto, sino por la falta de certeza científica que está evidenciando la Evaluación de Impacto Ambiental del mismo.
14) El proyecto no ha evaluado la disponibilidad de nieve a futuro. La historia viene demostrando que en TODOS los centros de ski que se construyeron en Mendoza y zonas vecinas, la nieve estuvo presente al principio, pero al cabo de unos años comenzó paulatinamente a escasear e incluso desaparecer, por efecto del cambio climático global. No se ha evaluado cuántos años de nieve habrá disponible para la zona de este proyecto y si su escasez a futuro justifica que por un negocio particular altamente perecedero, se lleve a cabo un proyecto de alto impacto ambiental para al zona y a nivel regional.
15) El emplazamiento del proyecto El Azufre en las cabeceras de cuenca del Río Colorado y la presunción de posibles impactos negativos a la misma, ameritan por sí solo la realización de un Estudio de Impacto Ambiental de carácter regional (tal como se exigió por ejemplo para el proyecto Portezuelo del Viento) y la intervención y dictamen del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO).
16) Me hago eco de todos los reclamos elevados durante este proceso, en materia de invisibilización del modo de vida de la Trashumancia (Patrimonio Cultural de la Humanidad), Pueblos Originarios y puesteros, exigiendo que TODOS estos reclamos sean respondidos y atendidos EN SU TOTALIDAD en el marco de la legislación en materia de derechos indígenas y de arraigo de pobladores ancestrales. En este sentido, cabe advertir a los funcionarios intervinientes, que la presunta ausencia o insuficiencia de actuaciones administrativas o prueba documental que esgrimen en sus respuestas a estos reclamos, no implica bajo ningún punto de vista la inexistencia de esos pobladores in situ o de sus modos de vida en el territorio.
17) Para finalizar, traigo a colación que en 2021 el Gobierno de Mendoza rechazó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de Centro de Ski Punta Negra, de iguales características y menores dimensiones que el de marras, por motivos, reclamos y denuncias de mucha menor envergadura que los interpuestos para este proyecto. Por lo tanto, es de esperar que en este caso (y por un elemental principio básico de igualdad ante la ley) se proceda de la misma manera, rechazando in límine el proyecto del Centro de Ski El Azufre, archivando las actuaciones y ordenando la sanción a los interesados, por haber iniciado los trabajos sin contar con Evaluación de Impacto Ambiental.
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